El Sevilla debutaba en casa en Champions, volvía el público al Pizjuán desde que se permite llenar el estadio con un aforo del 60% y tras el empate en Elche, pero el respetable sevillista no se imaginaba vivir semejante locura de partido. La primera parte del encuentro comenzó con dominio sevillista, muy activos Suso y En-Nesyri, este último tuvo una buena ocasión tras un buen centro de Jesús Navas, el RB Salzburg apenas tuvo contacto con el esférico en los primeros diez minutos del partido. Después del comienzo, la primera parte se convirtió en algo insólito, una cosa difícil de ver. El colegiado bielorruso Aleksei Kulbakov con su polémico arbitraje señaló hasta cuatro penaltis en apenas 40 minutos.

El primero fue cometido por Diego Carlos, que fue sancionado con tarjeta amarilla en lo que parecía una falta en la frontal, pero el árbitro fue avisado desde la sala VAR de que era penalti. Adeyemi, el delantero alemán fue el encargado de lanzar la pena máxima, pero su disparo se marchó a la derecha de Bono. El Sevilla seguía en la misma tónica, atacar y avasallar al contrario mediante llegadas por banda hasta que en el minuto 19 llega el segundo penalti. Jesús Navas derriba de manera muy inocente al atacante del conjunto austriaco y el colegiado pitó el segundo penalti. Esta vez la responsabilidad la tomaría el croata Luka Sucic que engañaría a Bono por la izquierda, 0-1 para los visitantes.

El partido se calentó tras las decisiones arbitrales, que no serian pocas. A falta de 10 minutos para el final de la primera parte, Bono derribó en el área a otro jugador del equipo de la Bundesliga austriaca haciendo el tercer penalti en menos de media hora. De nuevo Sucic se encargaría de lanzarlo, pero esta vez el palo derecho de la meta de Bono lo escupiría, el Sevilla seguía salvándose.

Para terminar esta "accidentada" primera mitad, En-Nesyri, uno de los protagonistas del partido, sería derribado dentro del área, el colegiado bielorruso tras consultar con el VAR pitaría pena máxima. Ivan Rakitic se encargaría de empatar la contienda engañando al meta rival. En los últimos cinco minutos de partido una fuerte tromba de agua hizo presencia en el estadio, el cual se vació hasta que la lluvia cesó para alegría de todos los aficionados. Parecía increíble llegar al descanso solo con 1-1 tras todos los penaltis vividos, pero esto es el fútbol, ya lo conocemos.

La segunda parte comenzaba con la entrada de Delaney y Ocampos, este último, disputaba sus primeros minutos en competición oficial. El signo del partido seguía siendo el mismo hasta que cinco minutos después de la reanudación, En-Nesyri vería la segunda amarilla por simular penalti, la acción no se revisó y el marroquí se fue al túnel de vestuarios, toda la segunda parte con un jugador menos, el más difícil todavía. El RB Salzburgo disponía de la posición, pero sus ataques apenas llevaban peligro a la meta de Bono. El Sevilla se repuso con los cambios de la segunda mitad, incluso tuvo un par de ocasiones para ponerse por delante en el marcador. Lamela hizo unos muy buenos minutos certificando así que no viene a pasearse a Nervión, ha empezado como un tiro el argentino.

Sevilla FC
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También hubo tiempo para el debut de Montiel, que reemplazó a Navas a falta de cinco minutos para el final. El Sevilla sobrevive a un partido en el que le pitaron tres penaltis en contra y estuvo practicamente toda la segunda parte con 10 jugadores. En el siguiente encuentro de la fase de grupos el Sevilla visitará Alemania para medirse al flamante lider de la Bundesliga, el Wolfsburgo.

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