Tras dos semanas de parón liguero y un debut en Champions que no terminó de contentar a los aficionados de Nervión, el Sevilla FC estaba ansioso por volver a coger carrerilla en la competición doméstica. El equipo andaluz ha viajado hasta el norte de España para hacerle una visita al equipo de Imanol Alguacil y celebrar así la quinta jornada de LaLiga Santander. Los blanquiazules, quienes habían logrado imponerse en tres de las cuatro jornadas disputadas, vieron cómo su buena racha se interrumpía al finalizar el encuentro con un empate en el marcador.  

Julen Lopetegui ya mostró alguna novedad en el once inicial. En el listado rojiblanco, las titularidades de Delaney y de Erik Lamela fueron los aspectos más llamativos. De los dos contrincantes, la Real Sociedad era la entidad más exigida físicamente como consecuencia de su reciente cita con el PSV el pasado jueves.

El duelo comenzó con una presión alta del equipo local. A los 20 segundos del pitido inicial, se produjo el primer córner a favor de los vascos que blocó perfectamente Bono. Apenas un minuto después, llegó otro ataque vertical de los azules que provocó el repliegue inmediato del cuadro sevillano. Sorloth sorteó a Delaney y le dejó un caramelo a Isak, quien quiso evitar a Diego Carlos sin éxito alguno. Las galopadas del noruego eran constantes y el zaguero brasileño tuvo que sacar su mejor faceta defensiva para evitar que el primer tanto subiera al marcador.

Durante el choque, la Real Sociedad averiguó cómo encontrarle las cosquillas al equipo de Julen Lopetegui a través de la velocidad y la intensidad. Alrededor del minuto 23, los pitos en el graderío vasco obligaron a Mateu Lahoz a revisar en el VAR una posible mano de Diego Carlos. El colegiado valenciano indicó la pena máxima y Oyarzabal trató de hacer lo propio, pero Bono se hizo grande y le adivinó el disparo.

El cuadro de Imanol seguía haciendo de las suyas y las actuaciones de Bono eran cada vez más determinantes. Además de detener el penalti, se vio obligado a hacer una parada formidable a Isak, quien tuvo que abandonar el césped antes de finalizar la primera mitad por molestias físicas.  

Los de Andalucía se mostraron muy planos durante el choque, apenas lograban acercarse al área rival y, cuando lo hacían, el peligro era mínimo. Los primeros cuarenta y cinco minutos se desenvolvieron cerca de la portería de Bono y la asfixiante presión azulona fue la protagonista.

  • Una segunda parte equilibrada

En la salida de los vestuarios, se vieron los dos primeros cambios de Julen Lopetegui. Lucas Ocampos y Óscar Rodríguez ingresaron en el terreno de juego para sustituir a Rakitic y a Erik Lamela con el fin de otorgarle a su equipo más verticalidad.

La primera intervención clave de Remiro se produjo pasados los 8 primeros minutos de la segunda mitad para despejar el centro-chut de Papu Gómez y evitar así un posible remate. Poco a poco, el Sevilla se iba instalando en el área local.  Unos instantes después, se movieron las filas de ambos equipos. Lobete pisó el verde del Reale Arena para suplir a Mikel Oyarzabal y Joan Jordán cubriría la salida de Delaney.

Corrían los minutos y el conjunto rojillo se iba metiendo en el encuentro. Con mucho ritmo, el balón bailaba de un área a otra, pasando por las botas de unos jugadores ansiosos por meterlo en la red. El encuentro finalmente se equilibró y cualquiera de los dos podía adelantarse en cualquier momento.

A falta de diez minutos para final, el vencedor aún no estaba claro. La Real Sociedad continuaba con sus ofensivos ataques. Zaldua azotó el cuero desde una distancia considerable, pero Bono sacó los guantes de nuevo. Aunque el despeje cayó en los pies de los azules, ninguno de los jugadores fue capaz de finalizar correctamente la jugada y el esférico regresó al cancerbero marroquí.

En el otro bando, alrededor del 85, Rafa Mir probó suerte con un tímido disparo que atajó sin problemas Remiro. No contento con eso, el ariete español recuperó el esférico y cabalgó por el costado derecho, lanzando un misil que a punto estuvo de entrar en la portería de Álex, pero el meta estuvo bien de reflejos.

Finalmente, tras los tres minutos de añadido, Mateu Lahoz indicó el final del encuentro. El enfrentamiento se saldó con un reparto de puntos entre ambos conjuntos, dejando al Sevilla FC con ocho en su casillero y a la Real Sociedad, con diez.  

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