El fútbol es el deporte más popular en todo el mundo, despierta odio y pasión por igual, alegrías y tristezas, pero lo que lo hace hermoso es lo impredecible que se puede volver de un momento a otro. Como claro ejemplo quedará este partido, que pasará a la historia como nuevo capítulo del humilde derrotando al poderoso, de David venciendo a Goliat.
Carlo Ancelotti decidió recurrir a los nombres habituales para este partido, aunque llegó demasiado rápido para poder volver a contar con Ferland Mendy, Marcelo y Daniel Carvajal, por lo que Nacho Fernández debió permanecer como defensor derecho y en la banda izquierda aparecer el joven Miguel Gutiérrez, mientras que la dupla central estuvo compuesta por Eder Militao y David Alaba.
El resto del once sale de memoria, con Federico Valverde, Casemiro y el flamante refuerzo de esta temporada, Eduardo Camavinga, quien a fuerza de buenas actuaciones se ganó su lugar entre los titulares, a la espera también de un Toni Kroos que hoy integraba el banquillo de suplentes.
En la vereda de enfrente, un 4-2-3-1 sólido para intentar contrarrestar el dominio, que claramente iba a ser del Real Madrid, y poder lastimar rápidamente en las contras. Con estas 22 piezas sobre el tablero, comenzó el encuentro en el Santiago Bernabéu, mostrando ciertas diferencias a lo que se esperaba en la previa, ya que, si bien el Sheriff le cedía terreno a los 'Merengues', no se refugiaba demasiado y eso le permitía estar atento a cualquier posibilidad de contragolpear.
Fue así que los minutos pasaron y pasaron, pero el Real Madrid no lograba incomodar seriamente a su rival. Promediando la media hora de juego, lo inesperado se hizo realidad, con el Sheriff saliendo en velocidad, un Madrid que no llegó a cubrir y Yakshiboev apareció en soledad para rematar a gol con un cabezazo impecable, dejando sin respuesta posible a Courtois.
De haber sido boxeo, se podría decir que el dueño de casa sintió el golpe y, herido en su orgullo, se mostró mucho más ambicioso de lo que había sido hasta ese momento. Fue así que se sucedieron un puñado de chances claras para el Madrid, una en los pies de Vinicius, que salió muy cerca del poste izquierdo, junto con otra de Karim Benzema, desde la frontal del área, también desviada por muy poco.
El gol parecía estar al caer para el Real Madrid, pero los minutos pasaron y el árbitro decretó el primer tiempo con el sorprendente 1-0 en el marcador, a favor del Sheriff, y una escuadra 'Merengue' claramente obligada a mejorar en el complemento.
Con el inicio del segundo tiempo se vio un Real Madrid mucho más decidido a buscar el gol, parado casi en su totalidad en campo contrario y presionando bien arriba para forzar cualquier error posible en las salidas del Sheriff. Pese a ello, las ideas se agotaban llegando al área rival y la definición fue una falla constante en la noche.
La renovada confianza que tuvo desde el arribo de Ancelotti le permitió a Vinicius ser la bandera del equipo en el momento más duro. Cuando todo se hacía cuesta arriba, apareció el brasileño para fabricar dos jugadas individuales que el VAR debió revisar por posibles penaltis. En la primera hubo un contacto contra Vinicius que no llegó a ser alevoso, pero la segunda jugada fue una clara falta que el árbitro no tuvo otro remedio que sancionar con pena máxima.
El balón pesaba una tonelada en ese momento, pero Karim Benzema, capitán y emblema de este equipo, fue el encargado de ejecutar el penalti y cambiarlo por un gol con un excelso remate, fuerte y lejos de un portero que adivinó el lado, pero poco pudo hacer para evitar su destino. El Madrid lograba el ansiado empate, pero lejos de conformarse, Ancelotti enviaba a Kroos y Modric al campo para buscar el segundo.
Los corazones se detuvieron en el Bernabéu cuando, promediando los 70 minutos de juego, Sheriff volvió a estar en ventaja, pero el VAR anuló el gol por posición adelantada. A partir de ahí, el Madrid nuevamente creció en el partido, contando con varias ocasiones seguidas que no pudo aprovechar.
Y cuando el destino parece estar en tu contra, nada puede ser hecho para torcerlo. Así fue para el Real Madrid, ya que en su mejor momento, apareció un gol totalmente fuera de contexto para el Sheriff. De un lateral, Sebastien Thill recogió el balón cerca del área y, con una volea espectacular, sacó un remate que venció a Courtois.
Con el final tan cerc, nada pudieron hacer los locales y el milagro quedó consumado. Sheriff venció 2-1 al Real Madrid y, contra todo pronóstico posible, es el líder del grupo con puntaje perfecto, dejando por detrás ni más ni menos que al propio equipo español y al Internazionale.
El próximo partido para ambos será el 19 de octubre, cuando los de Moldavia reciban al Inter, mientras que Real Madrid deberá viajar a Ucrania para intentar reponerse contra Shaktar Donetsk.