Le duró poco la alegría al Real Madrid femenino. Tres días concretamente, los que pasaron de miércoles a sábado, un breve período de tiempo que ha transformado la sonrisa en un ceño fruncido.

Se la jugaban las blancas en el Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, después de haber logrado su primera victoria de la temporada en LaLiga Iberdrola, y de mantener el invicto en la Women Champions League, tras la apabullante victoria frente al Breiðablik islandés.

Eran tres triunfos consecutivos para las madridistas y la sensación de que por fin se había encontrado el sistema en el que mejor encajaba todo el equipo, con tres centrales y dos laterales muy ofensivas como Olga Carmona y Kenti Navarro. David Aznar aprovechó para respirar y tomar aire, pero el vendaval se ha vuelto a desatar, con el entrenador en el ojo del huracán.

El descenso aprieta

Si se revisa lo poco que va de temporada, la situación es realmente desastrosa, con el equipo ubicado en una decimotercera posición que le mandaría directamente a la Segunda División. Con únicamente cuatro puntos en Liga, el Real Madrid solo ha conseguido cosechar una victoria y un empate, por un total de cinco derrotas.

Son 7 las jornadas disputadas hasta el momento, y ya han perdido tantos puntos que el liderato se muestra como una cima imposible, alcanzado una diferencia de 17 puntos con un Barcelona que solo sabe sumar de tres en tres. No es una meta fijada el primer puesto, pero sí lo es volver a entrar en Europa, para lo que le hace falta remontar un total de 12 puntos ya.

Peor que todo esto son los resultados, pues lejos de estar cerca de competir contra estos rivales, la sensación es que aún están demasiado lejos de poder presentar guerra. Fueron tres goles a cero frente al Sevilla el sábado, pero ya en la primera jornada el Levante les encasquetó cuatro, y el Atlético, por ejemplo, otros dos. El Real Madrid ha sido incapaz de marcar a ninguno de los grandes rivales. Solamente cuenta con tres tantos en estas siete jornadas, evidenciando un problema grave a la hora de llegar al campo contrario.

Todo cambia en Europa

Situación completamente distinta la que ocurre en Europa, y es que este Real Madrid es otro cuando se enfrenta a rivales europeos. A diferencia de LaLiga, donde cuenta con un -11 en la diferencia de goles, el saldo es positivo en la Women Champions League, un +6 que sin embargo no le permite superar al PSG, con un gol más a favor.

La parte a resaltar sin ninguna duda es la portería a cero que mantienen tanto Misa como el resto del equipo tras estas dos primeras jornadas. De un modesto 1-0 contra el WFC Zhytlobud-1 Kharkiv ucraniano, se pasó a un vendaval de goles frente al Breiðablik, demostrando que a las blancas se les da mucho mejor la competición continental.

Estas dos victorias le están sirviendo a David Aznar para mantener su puesto, pero lo cierto es que cada vez son más incesantes las críticas hacia él, con muchas dudas sobre su forma de entrenar y lo que se ve en el campo, amén de los resultados. El toledano se la juega en los siguientes partidos, en el club que no se casa con nadie y que no espera a ningún entrenador si este no consigue ganar.

Con un pequeño parón liguero hasta el 31 de octubre, Aznar tendrá que juntar todas las piezas del puzzle para presentar su candidatura y comerse las uvas en el Di Stéfano. Esperan el Valencia y el Rayo Vallecano, dos rivales en principio asequibles y que tendrán que servir para la puesta en punto previa al 9 de noviembre, con el PSG esperando. Se le acaba el tiempo a David Aznar, que va a tener que buscar dentro de la chistera el truco de magia que le haga salir ganando.