Unai Emery sorprendió en la alineación para el partido en el Stadion Wankdorf. Más que en los nombres, que eran los esperados, en la disposición de los futbolistas sobre el verde, y es que por primera vez en la temporada colocó tres centrales en el eje de la defensa. 

Juan Foyth se sumó a Pau Torres y Raúl Albiol, quién ocupó el centro de la zaga. En realidad, los tres centrales los utilizó Emery para mejorar la salida de balón, en la que Foyth se quedaba atrás en línea con Pau y Albiol.

En fase defensiva colocó como lo hace habitualmente, a Pau y Albiol en el centro, con Foyth y Pedraza en los laterales. El equipo suizo también usó la defensa de tres centrales, en su caso para ser muy ofensivo con los carrileros. 

El ambiente en las gradas estuvo a la altura de un partido de Champions League, con un estadio repleto y una afición muy metida en el partido durante los noventa minutos. 

La primera jugada en la que el Villarreal pudo mantener una posesión relativamente larga acabó con el primer gol del partido. Pedraza lanzó un centro perfecto para que Yeremy Pino marcara su primer gol en la Champions League el día de su décimo noveno cumpleaños.

El peligro del Young Boys en los primeros minutos llegó básicamente en las transiciones rápidas que lograba realizar cuando alguno de los centrocampistas amarillos perdía la pelota, aunque ninguna llegó a generar peligro real a Rulli.

Antes de que los locales pudieran reaccionar llegó el segundo de los castellonenses. Parejo puso otro gran centro al área en el saque de una falta para que, sin marca, Gerard Moreno definiera de maravilla con la cabeza.

El Young Boys, sin embargo, no se vino abajo tras los dos goles encajados. Se hizo con la pelota y trató de hacer daño especialmente por las bandas. El Villarreal se sintió bastante cómodo en repliegue, con tres centrocampistas con una gran capacidad para cerrar espacios como Parejo, Capoue y Coquelin y unos laterales muy activos en todo momento.

Con un conjunto suizo más volcado arriba, el Villarreal encontró en Danjuma y Yeremy dos puñales con los que hacer daño al espacio, aunque no pudieron cerrar definitivamente el partido con el tercero. En un error de Coquelin tapando el carril central llegó la mejor ocasión del Young Boys en la primera mitad, con un latigazo al larguero de Aesbicher desde la frontal del área.

Los dos carrileros del Young Boys, Ulisses Garcia por la izquierda y Ngamaleu por la derecha, centraron el peligro de los suyos. Ambos mostraron una gran capacidad para desbordar y poner grandes envíos al área.

Finalmente se llegó al descanso con un Villarreal muy inteligente, manteniendo el balón en sus pies sin arriesgar demasiado esperando el pitido del colegiado. Al término de los primeros cuarenta y cinco minutos los de Emery fueron superiores tanto en el juego (excepto en un tramo de 10 minutos entre el 30 y el 40) como en ocasiones de peligro (cuatro disparos a puerta por ninguno de los suizos) como en el resultado.

El segundo tiempo arrancó con un ritmo muy alto de los jugadores dirigidos por David Wagner, que dio la sensación de que tuviesen el cometido de tratar de recortar distancias lo antes posible. Esto lo aprovechó el Villarreal, en concreto Alfonso Pedraza que tras un desborde marca de la casa estuvo a punto de sentenciar el encuentro con un disparo que repelió el larguero.

Al rededor de la hora de partido el técnico de los suizos quitó al central izquierdo, Jordan Lefort, para meter a un futbolista con algo más de recorrido como Silvan Hefti. Con este cambio pasaron a defensa de cuatro y pusieron en más dificultades al submarino, que no pudo trenzar ocasiones largas para relajar el partido.

Cuando peor lo estaba pasando el equipo, Unai Emery dio entrada a Alberto Moreno en el lugar de Francis Coquelin, un cambio que sería clave. El francés completó un buen partido por delante de Capoue y Parejo. Alberto se colocó por delante de Pedraza, seguramente con la finalidad de taponar la banda derecha en la que Ngamaleu estaba causando problemas llegando con facilidad a línea de fondo. 

En un balón en largo de Rieder un rapidísimo Elia se coló entre Albiol y Pau Torres y tras un gran control definió perfectamente ante un Gero Rulli que nada pudo hacer para evitar el 1-2. Tras el gol se preveían minutos muy difíciles con un Young Boys a la desesperada por el empate y un público que convirtió el Stadion Wankdorf en una caldera.

Raúl Albiol tuvo que ser atendido durante varios minutos por las asistencias médicas tras un fuerte balonazo en la cara a falta de diez para el final. Un Mandi que no pasa por un buen momento tuvo que entrar frío en un contexto muy difícil y completó unos buenos minutos contribuyendo a aguantar los tres puntos.

Con el Young Boys en ofensiva total buscando el empate, Pedraza mandó un pase largo buenísimo para que lo corriera Alberto Moreno con piernas frescas. Este le cedió el balón a Danjuma, cuyo disparo repelió Von Ballmoos y acabó metiendo Alberto para poner el 1-3 y dar tranquilidad en los últimos minutos de partido

Y de nuevo apareció Alberto para hacer llegar el balón a Gerard dentro del área, quien asistió a un recién ingresado en el terreno de juego Samu Chukwueze para que marcara su primer gol tras regresar de su larga lesión.

El 1-4 final no se corresponde ni mucho menos con las dificultades que pasaron los groguets durante el encuentro, especialmente en una segunda mitad donde no pudo controlar el juego prácticamente en ningún momento. En cualquier caso, la victoria es muy merecida e importante para los intereses del equipo en Champions.

Con los tres puntos sumados en el Stadion Wankdorf y la victoria del Manchester United ante la Atalanta el Villarreal asciende hasta la segunda posición del grupo. Con cuatro puntos, queda dos por detrás de los diablos rojos, empatado con los de Bérgamo y con uno más que los suizos.