Emoción. Pasión. Incertidumbre. Ambición. Nerviosismo. Euforia. Decepción. Estos son algunos de los adjetivos con los que se podría definir la noche que se ha vivido hoy en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el duelo que ha enfrentado al Sevilla FC y al LOSC. Y es que el cuadro de Lopetegui necesitaba una victoria en la UEFA Champions League tras haber logrado el empate en todos los partidos que ha disputado en la competición de las estrellas. A pesar del empuje de los aficionados de Nervión y del buen planteamiento inicial del equipo, el Sevilla continúa sin ganar un partido en el torneo internacional y su permanencia en la Champions peligra.

El reloj marcaba las 21.00h y el cuero empezó a rodar por el verde hispalense. El Lille fue el primero en mover el balón. El partido se presentaba intenso, puesto que ambos equipos llegaban al choque con la necesidad de sumar de tres. Nada más arrancar el encuentro, el Sevilla buscaba hacer daño por el costado derecho a través de un pase filtrado con Rafa Mir de destinatario. Sin embargo, la zaga francesa intervino en la jugada desde el borde del área. Instantes después, lo intentaba el equipo galo, pero Diego Carlos desempeñó su papel y el balón apenas pasó de la media luna.

Corrían los minutos y el cuadro de Lopetegui tanteaba sobre el césped, devolviendo el balón atrás cuando se aproximaban a la zona rival con incertidumbre para evitar la recuperación del conjunto de Gourvennec. Alrededor del minuto 13, Suso colgó un balón que no pudo ser rematado por nadie y se acabó paseando por la portería de Grbic. Aunque las embestidas sevillistas parecían acabar ahí, Lucas Ocampos abrió la lata tras recoger un mal rechace del meta croata, mandando el balón al fondo de la portería.

En el minuto 17, los franceses reclamaron un posible penalti de Delaney que acabó anulando el VAR. El LOSC buscaba recomponerse desesperadamente tras la diana rojiblanca, creando jugadas de ataque por la banda izquierda. Sin embargo, la defensa local le ponía fin a cualquier acercamiento. El equipo de Julen Lopetegui estaba muy bien plantado.

En la recta final de la primera mitad, se le empezaron a complicar las cosas a los de Nervión. Otra falta de Delaney sobre Bamba en el área provocó la revisión del VAR por un posible penalti. Desde los once metros, Jonathan David empató el resultado.

  • Imponerse y ganar, una obligación

Con la victoria del Wolfsburgo ante el Salzburgo, el Sevilla afrontaba la segunda mitad con la obligación de volver a adelantarse en el marcador si no quería quedarse estancado en los puestos de Europa League. Suso probó suerte de nuevo armando la pierna, pero el disparo se marchó por la línea de fondo. Como respuesta, el Lille creó el contraataque y se instaló en el área sevillista. Celik fue el primero en amagar, pero estrelló el esférico contra el palo de Bono. Para su suerte, Ikoné estaba bien posicionado y pudo aprovecharse de la situación, anotando el segundo para los suyos. A los sevillistas se le puso el partido cuesta arriba.

En el minuto 57, Lopetegui movió sus filas. Suso, Rafa Mir y Delaney abandonaron el terreno de juego para darles paso a Jordán, En-Nesyri y Erik Lamela. Para más inri, además del resultado, Jesús Navas cayó lesionado al verde del Sánchez-Pizjuán y tuvo que ser sustituido por Gonzalo Montiel.

A lo largo del encuentro, los roles se intercambiaron. El Sevilla no encontraba el hueco para colarse entre la zaga francesa y los galos insistían en aumentar la distancia en el marcador. Para tratar de darle la vuelta a esta situación, Julen realizó otro cambio: Óliver Torres por Munir.

En la recta final del partido, el Sevilla volvió a aumentar la intensidad. En los últimos minutos de los 7 de añadido, el juego se detuvo y el cuadro anfitrión pedía penalti por mano del rival. El colegiado rumano no lo vio claro y reanudó el duelo.

Finalmente, partido se saldó con una victoria a favor de los visitantes, complicándole la estancia en la UEFA Champions League al equipo de Julien Lopetegui.