Pese a que parecía que el barcelonismo estaba de celebración con el anuncio de que Xavi Hernández es el nuevo entrenador del Primer Equipo, la dinámica de errores e incertidumbre sigue agrandándose por segundos. Este sábado los azulgranas se desplazaban hasta Vigo para disputar una nueva jornada de LaLiga, una competición que empieza a atragantársele al combinado catalán.

Era el último encuentro con Sergi Barjuan ocupando el banquillo y, con la motivación extra de dar una bienvenida en condiciones a Xavi, el equipo saltó al césped de Balaídos con mucha convicción, marchándose al descanso con un 0-3 favorable que indicaba que iba a ser una gran tarde de fútbol.

Sin embargo, el desconcierto habitual y un exceso de confianza, acabaron poniendo el 3-3 definitivo en la electrónica y repartiendo los puntos en juego entre Celta de Vigo y Barcelona. Tras el encuentro, Sergi Barjuan salía en rueda de prensa: "Quizás los jugadores que han salido no sabían como situarse en la presión, aunque en la primera parte lo hemos hecho bien", decía el catalán.

Las lesiones vuelven a hundir al Barça

El interino aprovechaba para matizar que fue una pena no sentenciar el resultado y poder regresar a casa con los tres puntos: "Es una lástimo que no podamos celebrar la primera victoria lejos de casa. Nos tenemos que quedar con la primera parte", explicaba desde la zona mixta del Estadio de Balaídos

Una de las notas discordantes fueron las nuevas lesiones de Èric García, Nico, Gavi y Ansu Fati, que no pudieron terminar el partido: "Con todos disponibles, entrenándose y con competencia, es un equipo que puede optar a todo", decía Barjuan tras los noventa minutos.

Por último, el técnico confesó no saber el motivo de tantas lesiones en las últimas semanas, algo que empieza a disgustar a la afición: "Se tendría que investigar por qué hay tantas lesiones. Faltan muchos jugadores y hoy han caído tres más", sentenciaba.