El buen tiempo y el sol fueron los grandes protagonista del Villarreal-Getafe, que se disputó el domingo a las 14:00, fastidiando la paella de más de uno en Castellón. Tras la victoria en Champions, ganar era clave para no descolgarse aún más en Liga.

Quique Sánchez Flores, tras conseguir la primera victoria de la temporada el pasado domingo ante el Espanyol, solo hizo dos cambios en el once. Dejó en el banquillo y Damián Suárez y Koffi para dar entrada a Jorge Cuenca y Matías Olivera. 

La novedad en la alineación del submarino fue la entrada de cuatro centrocampistas, algo que ya ha probado en alguna ocasión Emery y que perjudica a Yeremy y Chukwueze en favor de Manu Trigueros. 

Los primeros minutos sirvieron para observar que el Getafe planteaba una defensa con tres centrales con Mitrovic entre Djené y Cuenca. También para ver que Trigueros iba a caer a la derecha y Coquelin a la izquierda, siendo Parejo y Capoue los más retrasados de la medular. 

El guión fue el esperado desde el principio. El Getafe hundía mucho sus líneas, quizá demasiado para sus intereses. El Villarreal tocaba con comodidad, y en un centro de Estupiñán Manu Trigueros se adelantó a Cuenca y Olivera para marcar a placer el primero y único de la tarde.

Sólo un minuto después llegó la peor noticia para Unai Emery: Danjuma tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado. En su lugar entró Yeremy, que tuvo que hacer de delantero como ya le ha tocado en alguna ocasión. 

Sin embargo, el gol tuvo el efecto contrario al habitual. Al verse detrás en el marcador, los madrileños adelantaron las líneas y comenzaron a tener posesiones más largas
La reacción azulona fue efímera, ya que le costaba demasiado conectar con Maksimović, Arambarri y Aleñá para avanzar con el balón en los pies. 

Capoue volvió a ser de los mejores en el primer tiempo, exhibiendo de nuevo su potencia y su capacidad para superar la presión rival y ganar metros para el equipo.

Algo que hicieron muy bien los futbolistas del submarino fue la presión tras pérdida en campo rival. Rápidamente se activaban todos para tratar de ahogar al Getafe, y así recuperaron muchos balones.  

Cuando el Villarreal estaba jugando más lento y llegando menos al área, Rulli envió un gran balón hacia la posición de Yeremy en la derecha. El extremo metió un pase fantástico que dejó solo a Alcácer para poner el 2-0. Sin embargo, el VAR anuló el tanto por fuera de juego del ex del Dortmund, que sigue negado de cara a puerta. 

El encuentro se fue al descanso con un Villarreal superior, pero al que le costaba crear ocasiones ante una defensa bien organizada, quizá por la falta de velocidad en la circulación del balón. Los de Quique Sánchez Flores generaron muy poco en ataque, dónde el único que dio una mínima sensación de peligro fue Enes Unal. 

Yeremy Pino fue sustituido al descanso, aunque en principio no parecía estar lesionado. En su lugar entró Boulaye Dia para formar doble punta con Paco Alcácer. 

El arranque del segundo tiempo fue muy similar al final del primero, con un Villarreal poseedor del balón pero con una falta de tensión y velocidad que hacía al Getafe defender con relativa comodidad. 

Poco a poco los de Emery fueron mejorando en este aspecto y creando más problemas a los visitantes. Antes de la hora de partido Quique quitó a un desaparecido Darío para dar entrada a Jaime Mata. También quitó a Nyom para meter a Iglesias, pasando así a Djené al lateral derecho y reforzando el centro del campo

Los cambios del Getafe surtieron efecto. Por primera vez en el partido pudo tener algo de profundidad, fruto de ganar a un futbolista en ataque. Esta mejora no se tradujo en ocasiones, pero la sensación en el Estadio de la Cerámica era de que el gol del empate estaba más cerca que el segundo de los suyos. 

Diez minutos después Emery reaccionó con otras dos sustituciones: Alcácer dejó su puesto en ataque a Chukwueze, mientras que Trigueros hizo lo propio con Moi Gómez en el centro del campo. Dos cambios orientados seguramente a ganar movilidad y velocidad en un ataque demasiado estático hasta el momento. 

En el tramo final el Getafe adelantó algo la defensa con el objetivo de buscar el empate. Estos metros a la espalda los aprovechó especialmente Samu Chukwueze, al que Olivera tuvo muchas dificultades para frenar. 

Vitolo y Koffi entraron cómo último recurso de Quique, sustituyendo a Unal y Olivera respectivamente. Probablemente el cambio del lateral fue para solucionar el problema de Chukwueze con un jugador fresco. 

Boulaye Dia la tuvo para cerrar el partido. Tras una muy buena internada de Coquelin por la izquierda, remató al poste el que pudo haber sido el 2-0. A pesar de lo ajustado del resultado, los groguets no pasaron demasiadas dificultades en los últimos minutos. 

Emery cambió a un cansado Coquelin por Alberto Moreno, y tocando el balón con comodidad se cumplieron los tres minutos que añadió Gil Manzano

El Villarreal hizo los deberes y sacó los tres puntos que tanta falta le hacían en la competición doméstica. El partido fue de todo menos brillante, pero la victoria es justa teniendo en cuenta que el Getafe no tuvo ni una sola ocasión en los noventa minutos.