El Real Madrid venció con superioridad al Sheriff Tiraspol moldavo por 0-3 en un encuentro donde los blancos no fallaron y se tomaron la revancha del partido de ida en el Bernabéu. Una victoria que se transforma en tres puntos importantísimos y que, de esta forma, los de Ancelotti ya están matemáticamente en octavos de final de la Champions gracias a los goles de Alaba, Kroos y Benzema, a expensas de la última jornada donde recibirá al Inter de Milán para jugarse el primer puesto.

Importancia de los extremos

Nuevamente, Ancelotti ha apostado por tener a los extremos muy comprometidos en el partido, siendo una pieza clave a la hora de acercarse al área rival. Tanto Vinicius Jr como Rodrygo fueron los encargados de avanzar metros para que el equipo fuera capaz de hacer daño por los costados, siendo siempre Kroos y Modric los socios de los brasileños.

La defensa moldava estuvo muy pendiente de estos dos, pero no fueron capaces de frenarlos, pues sus alternativas entre jugar por fuera y realizar internadas propiciaron muchos huecos en la defensa del Sheriff. Una defensa que llegó a defender hasta con nueve jugadores en su área, con la intención de bloquear cualquier intento de ataque blanco.

Balón parado

Muchos jugadores especialistas en el balón parado se han ido marchando, pero hay jugadores que suplen estas salidas con creces. El austríaco Alaba ha vuelto a demostrar que tiene un guante en la bota y que es letal en los libres directos, ya sea desde distancias cortas o largas. Prueba de ello ha sido el primer gol del partido con una falta cerca del área del Sheriff donde Alaba, con un poco de suerte, anotó el primer tanto del encuentro.

No ha gozado el equipo de demasiadas oportunidades a balón parado, pero se ha vuelto a ver cómo el Real Madrid es fiable en este tipo de acciones, bien sea por los córneres o por los saques de esquina, donde también ha olido la sangre y estuvieron cerca de anotar por esa vía.

Un cerrojo en defensa

Si el mediocampo estuvo soberbio a la hora de crear el juego y combinar con los delanteros, la defensa se mostró imperial y no dejaron que los jugadores del Sheriff se acercasen a su área. La labor de Militao y Alaba fue determinante para que la delantera rival se acercase poco a la portería de Courtois. Posteriormente entró Nacho por el lesionado Alaba y tuvo poco trabajo, pero también ayudó a que el Madrid mantuviese la portería a cero otro partido más.

Además, el meta belga volvió a demostrar su valía realizando alguna que otra parada de mérito para mantener a su equipo imbatido en el choque y con la sensación de que, con Courtois en la portería, el Madrid tiene un seguro bajo palos. En cinco partidos solo ha encajado tres goles, unos números realmente buenos que hablan del trabajo en equipo que hay detrás.