El Villarreal cayó por 1-3 en el Estadio de la Cerámica frente al FC Barcelona en la decimoquinta jornada de LaLiga Santander. Fue un partido igualado, con opciones para los dos equipos y, por desgracia para el fútbol, con mucha polémica arbitral

El trabajo de César Soto Grado en el césped y de José Luis Munuera Montero en la sala de videoarbitraje dejó muchas dudas en ciertas jugadas puntuales que pudieron ser decisivas en el desarrollo del encuentro.

La polémica iba a llegar pronto. Justo cuando se cumplía el primer minuto de juego Dani Parejo llegó tarde en una disputa con Sergio Busquets, pisándole con fuerza el tobillo.

A pesar de que claramente el centrocampista groguet no tenía intención de hacer daño a Busquets, no se entiende como el colegiado ni siquiera amonestó a Parejo. Los culés reclamaron tarjeta roja, aunque quizá habría sido un castigo excesivo.

Solo cinco minutos después llegó la jugada más polémica del encuentro. Eric García regaló un balón franco a Arnaut Danjuma, cuyo disparo frenó Gerard Piqué haciendo claro uso de su brazo derecho. Es incomprensible que Munuera Montero no apreciara este error del colegiado de campo que habría significado penalti para el submarino.

En el minuto veinticinco Yeremy Pino y Jordi Alba fueron amonestados, según refleja el acta del colegiado, por "discutir con un contrario sin llegar a insultos ni a la amenaza". Lo cierto es que venían picados de una jugada anterior, y quizá el árbitro quiso calmar los ánimos de esta manera. Sin embargo, no se apreció que ninguno de los dos hiciera nada para merecer la cartulina

En la segunda mitad, fueron dos jugadas las que centraron las críticas. La primera llegó a los dos minutos, cuando Frenkie De Jong anotó el primer gol del partido. El linier anuló el tanto por fuera de juego de Memphis. Tras dos minutos y veinte segundos el VAR corrigió su error y determinó que el gol debía subir al marcador. 

La segunda fue en el área del Barça. En el minuto sesenta y cuatro Eric García fue de nuevo protagonista agarrando a Raúl Albiol en el área. Una jugada que da lugar a discusión y cuya valoración queda en manos de la interpretación del árbitro. Es cierto que el agarrón perfectamente puede ser suficiente para señalar falta. Tanto como que el córner en el que se produce no debería haberse lanzado por fuera de juego de Danjuma. 

En el tiempo de descuento, ya con 1-2 en el marcador, Juan Foyth derribó a Coutinho en el área en una acción que no da lugar a discusión. Incluso Pau Torres reconoció que se trataba de un penalti claro al término del encuentro.

Sin duda, una actuación más que mejorable por parte equipo arbitral. Los aficionados groguets se sintieron muy perjudicados y vieron como se volvían a escapar tres puntos en casa. Por noches como esta es que existen detractores del VAR.