El Villarreal llega a la última jornada de la fase de grupos de la Champions League en segunda posición, un punto por encima del tercero, la Atalanta. Con el Manchester United ya clasificado y el Young Boys fuera de la pelea, el duelo en Bérgamo entre italianos y españoles decidirá cual de los dos estará en el sorteo de los octavos de final.

Al Villarreal le sirve tanto la victoria como el empate, mientras que la Atalanta necesita ganar si quiere seguir con vida en la competición. El conjunto de Gian Piero Gasperini es cuarto clasificado en la Serie A, a solo cuatro puntos del líder. 

Suma cinco victorias consecutivas y nueve partidos sin perder en la competición doméstica italiana. Además, ha demostrado no achantarse ante los equipos grandes, empatando contra Inter y Lazio y derrotando a Nápoles y Juventus a domicilio. 

Pese a esto, los de Emery pueden ser optimistas debido a un dato: de los 34 puntos que ha logrado en Serie A, solo 12 han llegado en casa. De hecho, entre liga y Champions solo ha ganado cuatro partidos de los diez que ha disputado esta temporada en el Gewiss Stadium. 

A pesar de su fama de ser un equipo descuidado en defensa, ha encajado 19 goles en 16 encuentros ligueros, que comparados con los 17 del Villarreal en 15 encuentros no son una cifra demasiado elevada. Eso sí, en Champions el conjunto italiano se vuelve más vulnerable: 10 goles en contra en 5 partidos

El peso goleador cae sobre todo en los hombros de Duván Zapata y Mario Pašalić, que han anotado nueve y siete goles respectivamente en la presente campaña y serán las mayores amenazas para la defensa del submarino. 

Cabe destacar que es un conjunto con poco acierto en las jugadas de estrategia. Según la web whoscored, no ha anotado ningún gol a balón parado en lo que llevamos de temporada (no se incluyen los penaltis). 

El guardameta argentino Juan Musso, que llegó este verano procedente de Udinese, se ha hecho con la titularidad a base de buenas actuaciones.

En defensa, Djimsiti, Palomino, Toloi y Demiral se reparten los tres puestos de central, mientras que Mæhle por la izquierda y Zappacosta por la derecha son fijos en los carriles largos que plantea el técnico italiano de la Dea.

Freuler y De Roon son los más habituales en el doble pivote, siendo dos futbolistas de muy buen pie. Zapata es indiscutible en la punta de un ataque donde Malinovski y Pašalić acostumbran a ser sus escuderos.