Para todo hincha rojiblanco o merengue, el día de derbi es un día especial, un día marcado en el calendario desde el comienzo de la temporada. Una ocasión en la cual te juegas el orgullo ante tu amigo, ante tu compañero que te hace rabiar o ante el pescadero de tu barrio. Es algo que trasciende más allá de veintidós hombres dando patadas a un simple trozo de cuero.

Presión alta y errores infantiles

Simeone puso sus cartas sobre la mesa, despejando finalmente las dudas acerca del acompañante de Antoine Griezmann en ataque y el tercer centrocampista, alineando tanto a Matheus Cunha como a Ángel Correa, planteando una especie de 4-4-2 con Mario Hermoso y Marcos Llorente como laterales, siendo sin duda un dibujo ciertamente ofensivo sobre el papel.

Foto: Atlético de Madrid
Foto: Atlético de Madrid

Y así fue. Los rojiblancos salieron enchufados en la presión, mordiendo arriba y dominando al Real Madrid en su feudo. Cunha fue de los más activos en el inicio, dando la razón al técnico argentino al alinearlo en el once titular. Todo este gran inicio fue empañado por un error infantil de Koke en el inicio de la jugada, que erró un pase en el centro del campo e inició una rápida transición madridista que acabó con Vinicius Jr asistiendo a una preciosa volea de un Karim Benzema que batió a Jan Oblak. A partir de ahí, el plan se vino abajo, y se mostró a un Atleti inoperante en el juego, creando peligro únicamente con jugadas a balón parado.

Reacción con los cambios

Con todo esto llegó el paso por vestuarios, en los cuales se quedaron tanto Griezmann, lesionado tras un fuerte pisotón de Carvajal, que no fue sancionado ni con falta, como Yannick Carrasco, dando entrada a João Félix y a Thomas Lemar.

Ambos salieron con ánimo de influenciar sobre el verde y contagiar a sus compañeros del espíritu de remontada tan visto durante las segundas partes en la presente campaña. João fue, sin duda, uno de los más activos durante los 10 primeros minutos tras la reanudación, teniendo claras las ideas de cara a la creación de juego y consiguiendo encontrar la vía hacia la portería merengue, donde se encontró al ex-atlético Thibaut Courtois.

Foto: Atlético de Madrid
Foto: Atlético de Madrid

Cuando más cómodos se encontraban los colchoneros, cometieron el segundo de los errores de la noche, que volvió a ser penalizado por los de Ancelotti, esta vez por Marco Asensio. Felipe saltó a la presión adelantándose al centro del campo y condicionado por la tarjeta amarilla en su haber, dejando a los tres defensas restantes desguarnecidos ante la ofensiva madridista, comandada por Vinicius Jr, que sirvió al extremo mallorquín, que batió a Jan Oblak al primer toque.

Ocasiones por inercia y un muro en la portería

Tras esto, el equipo se vino nuevamente abajo, pues se vio con dos goles por debajo en el marcador con un Real Madrid con la segunda marcha puesta y que aprovechó todas y cada una de sus ocasiones. Simeone introdujo varios cambios a la desesperada, dando entrada a Suárez, Lodi y Herrera.

Los colchoneros comenzaron así una fase del partido en la cual dispusieron de varias ocasiones claras, no tanto por juego elaborado, sino por jugadas de estrategia, donde Thomas Lemar se encargó de poner el picante, y que Thibaut Courtois se encargó de desbaratar una y otra vez, con cada una de las superficies de su espigado cuerpo, llegando a detener una maravillosa volea de João Félix con la nariz.

Foto: Atlético de Madrid
Foto: Atlético de Madrid

Quizá no es el resultado lo que molesta a aquel hincha que lucirá con orgullo la elástica de su amado equipo tras cada derrota, sino esa indolencia de sus jugadores ante las adversidades vividas en el transcurso del partido, esa falta de saber que es un partido en el que se juegan algo más que tres puntos y que no se ha sabido estar a la altura

Al Atleti le tocará remar si quiere acercarse a la pelea por LaLiga, pues ya se encuentra a 13 puntos, con un partido pendiente, eso sí, de la cabeza de la tabla, que la comanda el rival de anoche, el Real Madrid. Sin duda los de Simeone no cejarán sus intentos de pelear por la competición doméstica hasta la jornada 38, y propondrán mucha guerra a unos merengues que parecen tener encarrilado el título.

VAVEL Logo