Saltó la polémica en la UEFA, con un sorteo donde varias equivocaciones obligaron a repetirse, donde la organización se confundió con las bolas y donde en definitiva, nada salió como debería salir, a pesar de que existan pocas posibilidades de error en una gala que se realiza cada año.

El primer sorteo había decido que Real Madrid y Benfica se vieran las caras en los octavos, un emparejamiento que sin duda beneficiaba a los blancos, habiendo quedado primero de grupo y evitando duelos más complicados, pero el segundo sorteo ha cambiado los planes y obligará a visitar Francia en vez de Portugal. Todo queda entre vecinos. 

Pese a todo esto, no ha sido la peor de las opciones, ya que aunque el equipo parisino contenga una de las mejores delanteras de Europa, el equipo comandado por Carlo Ancelotti evitará de momento al Chelsea de Tuchel, ese gran equipo que ya eliminó al Real Madrid en semifinales del año pasado y que se alzó con el Trofeo de Campeones ante el City en la final.

Ramos vuelve a Madrid

La mayor historia la protagonizará Sergio Ramos, el que fuera capitán del Real Madrid hasta el verano pasado, donde no logró entenderse con Florentino Pérez y decidió poner rumbo a París para tratar de demostrar tanto a su antiguo club como a Luis Enrique, que no le llevó a la Eurocopa, que podía rendir al más alto nivel.

No está siendo así, y de momento solo ha disputado un partido oficial con su nuevo equipo, entre lesiones que hacen cuestionar su estado de forma y su físico, a la vez que alaban la gestión de Florentino Pérez, que si bien tuvo que prescindir de un jugador capital como el sevillano, sonríe viendo la dupla que han conformado Militao y Alaba.

No será el único que vuelva a presentarse por la capital, y es que Lionel Messi volverá a enfrentarse al equipo contra el que protagonizó numerosos duelos, algunos todavía en la retina de muchos madridistas y culés. El argentino, que solo lleva un gol en la Ligue I estará más que motivado para enfrentarse a uno de sus rivales preferidos.