El Sevilla sufrió de lo lindo para pasar a la siguiente ronda de Copa del Rey ante el Andratx, incluso más que contra el Córdoba, puesto que hubo que llegar a la tanda de penaltis para decidir quien pasaba de ronda. Al final, Gaspar falló en la muerte súbita y el conjunto sevillista avanza de ronda con unas sensaciones bastante malas en un partido en el que se sumó una nueva lesión, la de Óliver Torres y ese túnel parece no tener fin.

En dicho encuentro, Lopetegui alineó de inicio al canterano Juanlu, no desentonó en el partido, pero Vinicius lo volvió loco con su manera de encarar y desbordar. También tuvo varias apariciones en ataque poniendo balones en el área. En líneas generales y para no jugar en su posición natural no fue un mal partido del canterano sevillista. En la segunda mitad y tras la debacle del gol visitante, Lopetegui dio entrada a Iván Romero, el cual ya ha tenido minutos esta temporada y a Luismi, que está cuajando una gran temporada en el Sevilla Atlético.

El de La Solana salió en la segunda mitad para hacer de complemento de Rafa Mir en el ataque sevillista, no tuvo demasiada participación en el partido, pero de los balones que le llegaron siempre surgió algo con intención de crear peligro. Tomo la responsabilidad de lanzar un penalti en la tanda y lo transformó con la tranquilidad de un veterano, personalidad en el canterano sevillista. También debutó Luismi Cruz,, el del Puerto de Santa María tuvo bastante desparpajo en los minutos que estuvo en el terreno de juego, también ayudó en tareas defensivas demostrando que puede ser una alternativa válida como fondo de armario en esta catarata de lesiones que asola al conjunto hispalense. Tomó la responsabilidad en el quinto penalti, y también anotó con una tranquilidad pasmosa impropia de su edad. Ayer en Mallorca los canteranos fueron el único rayo de luz en otro partido gris del conjunto de Lopetegui.