Se acerca el cierre del año y el Málaga sigue sin levantar cabeza. Las cosas no van bien en ninguno de los ámbitos, el punto fuerte de José Alberto se desempeñaba en La Rosaleda, pero en las últimas semanas el ambiente no es el mismo por la Costa del Sol. Los blanquiazules encajan dos derrotas seguidas en casa, hechos que no han sentado muy bien en la ciudad malagueña.
De la ilusión a la decepción
En los primeros compases de la temporada todo pintaba genial y los planes del técnico blanquiazul salían a la perfección. Durante las dos primeras jornadas se resistió la victoria y solamente pudieron cosechar dos empates ante el Mirandés y frente al Ibiza a domicilio. La situación comenzó a torcerse cuando el Almería pasó por encima de un equipo confiado que no conocía aún la derrota.
El equipo consiguió remontar su mala racha en un gran encuentro frente al Girona donde el público blanquiazul pudo presenciar un contundente 2-0. Desde ese momento las cosas solo fueron a mal, las victorias fuera de casa comenzaron a complicarse y duros resultados como el 4-0 en Ponferrada o el 3-1 en Cartagena dejan al Málaga en la decimotercera posición antes de terminar el año.
Manolo Gaspar confía en su técnico
A pesar de que las cosas no están saliendo como se esperaba Manolo Gaspar asegura tener la plena confianza en su actual entrenador. Esto no ha contentado demasiado a la afición que desde hace varias semanas piden la destitución del mismo. Los malos resultados y la mala gestión de minutos no aporta nada bueno a las críticas de la afición malaguista.
Sin ir más lejos esta misma semana la Entidad de Martiricos empezó la Copa del Rey y se ha quedado con un sabor agridulce. Tras la victoria frente al Penya Sport su próximo cruce fue ante el Rayo Majadahonda, equipo que acabó venciendo por la mínima, dejando así al club malaguista fuera de la competición un año más.
Rueda de prensa tras el partido ante el Leganés
José Alberto no pudo contener las palabras de furia y acabó declarando que su equipo no estuvo a la altura del partido. No es plato de buen gusto recibir esas críticas de parte de tu entrenador, con lo que Calero, tras el encuentro, no dudó ni un segundo en recriminar al técnico sus palabras. Sin embargo, reculó al instante y dio toda la razón a su entrenador.
Las últimas palabras del técnico fueron sinceras: “Entiendo el enfado de la afición; con trabajo vamos a volver a un buen Málaga”. Tras esto el mensaje a la afición es claro, solo queda esperar al desarrollo del equipo para que todo pueda volver a la normalidad y para que el Málaga consiga volver a los puestos de arriba que tanto añora.