El Celta venía mejorando desde hace varias jornadas, y tenía frente al Betis la oportunidad perfecta para demostrar que su juego no es ninguna ilusión, y que lo que se vio el año pasado no era casualidad. Tocaba viajar hasta Sevilla, pero no era ningún castigo, y es que los de Coudet han aprendido a liberarse fuera de casa, donde están acumulando sus mejores actuaciones.

Empezó fuerte el equipo de Vigo, que ya en los primeros minutos pudo ponerse por delante, de no ser por Rui Silva, que sacó una gran mano abajo a un disparo de Santi Mina. A partir de ahí, pocas ocasiones, pero mucho fútbol, con ambos conjuntos intentando hacerse daño mutuamente y un movimiento de balón que no parecía encontrar fin.

En esas estaban el Betis y el Celta cuando una internada por el área de Cervi provocaba un penalti. Guardado, que llegó tarde, entró arrollando al extremo argentino, lo que el colegiado interpretó como penalti ante la queja de los aficionados béticos. Iago Aspas no se puso nervioso y convirtió por el centro de la portería, batiendo a un Rui Silva con el que posteriormente tendría un gesto bonito. El cancerbero portugués decidió jugar el encuentro pese a haber sufrido en estos días el fallecimiento de su padre.

Así parecía que se iba a concluir la primera mitad, pero nada más lejos de la realidad, pues ni a Javi Galán ni a Santi Mina ni a Iago Aspas les parecía suficiente la ventaja con la que iban a enfilar los vestuarios, y con un robo del lateral, una carrera sensacional del delantero, y la picardía constante de la estrella, el 0-2 subió al marcador en el minuto 46. El pase de Mina parecía fue interceptado por Víctor Ruíz, pero Aspas, más listo que el defensor, le arrebata la bola y se planta ante el portero, a quien regatea para marcar a placer.

Un Celta casi sin defensa

Ya estaba hecho lo más fácil para los de Coudet, que habían conseguido acumular una renta de dos goles. Ahora quedaba lo más complicado, hacerla valiosa frente al Betis y en el Benito Villamarín. El covid ha hecho especial mella en el Celta, que se presentaba en Sevilla sin lateral izquierdo y con una pareja de centrales totalmente nueva. Tuvo que improvisar el técnico argentino y colocar a Aidoo en el lateral derecho, con Carlos Domínguez y Okay como centrales, con un rendimiento extraordinario con el que consiguieron secar primero a William José y más tarde a Borja Iglesias.

Por si fuera poco Renato Tapia tampoco pudo estar disponible, pero poco a poco una baja que el año pasado hubiera sido crucial, apenas tiene importancia en este, y es que Fran Beltrán se está doctorando en la Primera División. El madrileño volvió a ocupar el papel del peruano, y su rendimiento no pudo haber sido más sobresaliente, apareciendo en todos lados y cortando todos los intentos ofensivos del conjunto local. No era poco el trabajo que tenía por delante, pero no parece haberle importado y ha vuelto a ser el mejor de los suyos.

@RealBetis_en
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La segunda parte bajó en intensidad y ganó en dominio, por lo menos para los de Pellegrini, que empezaron a asomarse por el área de Dituro, pero sin apenas crear nada de peligro ni provocar grandes esfuerzos en el argentino. Okay aprovechaba para reivindicarse en su primer partido de titular esta temporada, mientras que el joven Carlos Domínguez demostraba ser un central de garantías.

El Celta por su parte esperaba para salir a la contra, un planteamiento con muchas probabilidades de éxito teniendo en cuenta que quienes atacaban eran Cervi, Brais, Denis, Mina y cómo no, un excepcional Iago Aspas que mejora cada jugada que toca. El hoy capitán de los gallegos lleva ya diez tantos en esta primera vuelta, superando sus problemas con el gol, con siete en sus últimas seis jornadas. Santi Mina por su parte se quedó sin anotar gracias a un gran Rui Silva y al palo, que frustró su gran oportunidad nada más empezar la segunda mitad.

Movió el árbol Pellegrini en el 55’ con la entrada de Fekir y Boja Iglesias, pero poco pudieron hacer. El francés se le vio falto de ritmo después de tantos días confinado, mientras que el delantero español no pudo ver portería, a pesar de mejorar el ataque de los suyos y asociarse muy bien con sus compañeros, especialmente con un Rodri que realizó un buen partido tras su entrada en el descanso por Lainez.

Por su parte Coudet, satisfecho con lo que veía en el campo, no realizó la primera sustitución hasta bien entrado el minuto 80. Sus cambios fueron prácticamente testimoniales pero sirvieron para dar minutos a un Gabriel Veiga que ya debutó frente al Espanyol y que viene pisando fuerte desde el filial. También para que Aspas se retirara recibiendo un poco cariñoso saludo del Villamarín.

Ya se puede afirmar que ha vuelto el mejor Celta de Vigo, ese que no necesita una versión estelar de Aspas para dominar al contrario. El día domingo, frente a un rival que le permitía jugar, el equipo de Coudet ha sacado toda su calidad a relucir y ha demostrado por qué, pese a todavía estar en la duodécima posición tienen toda la licencia del mundo para soñar con Europa. La semana que viene irán a Anoeta para jugar frente a la Real Sociedad, en un encuentro que puede marcar sus verdaderas pretensiones en esta temporada.