El Granada vuelve a puntuar y esto es algo que deja de ser noticia. El equipo dirigido por Robert Moreno acumula ya siete  partidos sin conocer la derrota y dejando en ellos muy buenas sensaciones. El Granada lleva sin perder en Liga desde el 21 de diciembre, en un partido que se enfrentaba al Real Madrid, actual líder de la competición. Con esta racha de resultados, Robert Moreno hace historia en el club nazarí, ya que iguala la mayor racha de partidos sin perder y en caso de no perder el jueves contra el Getafe en el Coliseum, la superaría.

Un Robert Moreno que empezó siendo claramente cuestionado, cuando los resultados no acompañaban y la sombra de Diego Martínez era muy grande. Aún con ello, Robert está haciendo un muy buen trabajo al mando del equipo, que está ahora mismo en una muy cómoda duodécima posición. Cabe destacar que el Granada ha jugado contra Barcelona y Atlético en esta racha de siete partidos sin perder, y ha ganado a los madrileños y empatado con los catalanes. Ahora parece que todo el mundo está un poco más con Robert, especialmente su equipo, que da la sensación de jugar todos a lo mismo y siguiendo punto por punto las instrucciones del entrenador catalán.

Otro hito histórico que consiguió Robert Moreno es el de no perder ninguno de los dos partidos en los que se ha enfrentado al FC Barcelona. Ningún entrenador en la historia del club granadino lo había conseguido antes y Robert sí ha sido capaz. En la primera vuelta en el Camp Nou, el Granada se adelantó con un cabezazo de Domingos Duarte al poco de empezar el partido. El Granada estuvo muy bien atrás y aguantó el marcador durante casi todo el partido, aunque finalmente mediante un cabezazo de Ronald Araújo en el 90 el Barça sellaba el empate. El Barcelona celebró el gol como un título, lo que demostró claramente el gran trabajo que hicieron los nazarís.

En la segunda vuelta, el guion fue distinto, pero el resultado, el mismo. El Barcelona, ya con Xavi en el banquillo, apenas había generado peligro, pero un cabezazo del discutido Luuk de Jong en el 57 lo cambiaba todo. El Granada, que hasta entonces había estado muy cómodo defendiendo, tuvo que ir a por el gol y así lo hizo. El equipo se fue para arriba y tuvo varias aproximaciones aunque sin éxito, y gracias a una justa expulsión de Gavi en el 75, el Granada consiguió ahogar aún más al Barça. Finalmente, en el 89 Puertas metía el gol del empate, un empate que demostraba que el Granada tiene equipo y ambición para creer en que se puede lograr el objetivo y algo más.

El siguiente partido es contra un Getafe que llega en un gran estado de forma y que no pondrá las cosas nada fáciles a los andaluces. Un rival directo y un partido para seguir haciendo historia.