No tuvo piedad el Real Betis ante el Deportivo Alavés, que visitaba un Villamarín exultante tras la clasificación copera de los de Heliópolis. La comunión entre la grada y los jugadores verdiblancos derivaron en un ambiente festivo en el que los locales parecían no cansarse de atacar y ver puerta, a pesar de las escasas 48 horas de descanso desde su último compromiso.

Los primeros compases del partido fueron para los locales. El Betis ante su público trató de dar continuidad a la fiesta del derbi y dejó claro dónde pretendía que se moviera el esférico. Con el paso de los minutos, el Alavés trató de dar un paso al frente y por momentos parecía haberle dado la vuelta a la situación, pero justo en ese momento, una genialidad de Sergio Canales a balón parado, y un sensacional remate de cabeza de Borja Iglesias pusieron el 1-0 en el marcador, en el minuto 10 de partido.

A partir de entonces, el público pudo asistir a un monólogo ofensivo del Real Betis, con Canales, Borja Iglesias, Fekir y Juanmi enchufadísimos, y a los que poco o nada les importó ir ya por delante en el marcador. Las ocasiones se sucedieron para los locales, Guardado apunto estuvo de ver puerta con un zurdazo desde la frontal, Juanmi, por su parte, buscó su gol con un cabezazo que se marchó desviado. Y cuando parecía que el Alavés volvía a despertar, y lograba acercarse con peligro al área bética a través de Edgar Méndez, que trató de sorprender a Claudio Bravo desde la frontal, el Real Betis volvió a batir a Pacheco. Sergio Canales recogió y condujo el balón por campo del Alavés hasta plantarse en la frontal, y aprovechado que la zaga rival se colocaba para tapar el pase, disparó a puerta para colar el balón por la escuadra de la portería.

La goleada llegaría poco antes del descanso, con la colaboración de Miazga y la picardía de Borja Iglesias. El zaguero visitante da un pase al portero sin mirar y 'el Panda', que intuye la acción, recoge la pelota para batir solo a Pacheco.

El árbitro mandó a vestuarios a ambos equipos sin dar añadido y sin que el Betis lograra hacer el cuarto pese a las numerosas ocasiones. El Alavés, por su parte, no logró dar señales de vida ni orgullo ante la apisonadora dirigida por Manuel Pellegrini.

La segunda mitad, aunque rebajó bastante la intensidad, fue muy parecida a la primera. Mendilibar trató de evitar otra goleada en los segundos 45 minutos introduciendo tres cambios de nombres y un cambio de sistema. Tachi, Pina y Manu García reemplazaron a Jason, Toni Moya y Escalante. Los visitantes se colocaron con cinco efectivos atrás, pero el monólogo ofensivo del Betis fue absoluto y Claudio Bravo no tuvo que hacer ninguna intervención de mérito. De hecho, la única ocasión de peligro del Alavés, un disparo lejano que se marchó desviado de Duarte, terminó con el jugador lesionado y teniendo que ser sustituido.

En el minuto 54 el Betis ya dejó claro que no iba a especular y los verdiblancos volvieron a batir a Pacheco. Juanmi, que lo había intentado en numerosas ocasiones en la primera parte, recibió un pase a la espalda de los centrales del Alavés de Nabil Fekir y se plantó solo frente al guardameta rival. El de Coín resolvió el mano a mano con una preciosa vaselina, discutiéndole a sus compañeros el premio al mejor gol de la noche.

El resto del partido respondió a lo que reflejaba el marcador. El cuatro cero hizo bajar los brazos a los de Mendilibar y reducir la intensidad al Real Betis, por lo que el electrónico no volvió a moverse y el partido concluyó con la goleada bética.

Los de Pellegrini continúan así en puestos Champions y dormirán terceros una jornada liguera más. El Alavés por su parte no aprovechó la ocasión que tenía para salir del descenso y continúa sin conocer la victoria desde principios de noviembre.

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