El Real Madrid visitó San Mamés para enfrentarse al Athletic Club en la ronda de los cuartos de final de la Copa del Rey. Dos reyes de copas donde solo pudo avanzar uno hacia las semifinales de la competición y que, finalmente, se llevó el gato al agua -

Falso nueve

La principal novedad en el once de Ancelotti en el encuentro fue el cambio de formación en la delantera del Madrid. La baja de Benzema se hizo notar, pues suplir a un jugador fundamental fue complicado, lo que llevó a que al italiano a poner a Marco Asensio de falso nueve, acompañado de Vinicius y Rodrygo en las bandas.

A efectos prácticos, poco se pudo ver este esquema en juego, ya que los bilbaínos dominaron en buena parte del encuentro, pero sí que se notó la movilidad de los tres hombres de arriba. Al no tener un delantero puro, Asensio fue cambiándose la posición varias veces con sus compañeros con la idea de desestabilizar la defensa rojiblanca.

Líneas juntas atrás

Supo el Madrid que el partido no iba a ser nada fácil y sufrió más de lo que le gustó. El estadio fue una olla a presión con un equipo muy motivado desde los primeros compases del encuentro y una afición que no paró de motivar a los suyos. Una combinación que no es la primera vez que se ve y que encerró al rival en su área sin que apenas pueda desplegar su juego.

Ante esto, los jugadores blancos no tuvieron otra alternativa que juntar líneas para conceder menos huecos a su rival. Se pudo ver por momentos como defendían hasta cinco jugadores en una misma zona del campo, con los extremos y los centrocampistas más retrasados de lo habitual. Un repliegue defensivo que se fue a menos conforme fue avanzando el choque.

Castigo físico

Fue un encuentro insípido de los jugadores de Ancelotti, ya que el calendario y la falta de días de descanso fueron los principales problemas para afrontar una eliminatoria de copa en condiciones normales. El esfuerzo físico era enorme en algunos jugadores, tal fue así, que hasta 4 jugadores que se marcharon convocados con sus selecciones (Militao, Casemiro, Rodrygo y Vinicius) y jugaron nada más volver con Brasil.

El equipo se nota cansado, sin fuerzas para jugar ahora mismo un partido de Copa del Rey de tanta intensidad, y al final muchos jugadores lo acabaron notando en el último tramo de partido. El gol que han recibido poco tiene de reprochable, pero viene de un fallo en la salida de balón y un despiste general de la defensa, sin que nadie se acerque siquiera a Berenguer para impedir que dispare. En general, ha sido un partido muy pobre, sin apenas control sobre el juego y dominado por el Athletic Club, que ya está en semifinales.