Parecía que podía ser diferente, se creía en una victoria del Atlético de Madrid, pero acabó siendo lo mismo de toda la temporada. El equipo rojiblanco prácticamente ni se presentó al partido y dieron pie a revivir a un equipo casi muerto como era el FC Barcelona.

El encuentro empezó ilusionante, un partido de tú a tú entre los dos equipos, incluso el Atlético se posicionó a favor durante unos minutos, pero poco duró la alegría. Carrasco anotó en el minuto siete tras resolver maravillosamente un mano a mano contra Ter Stegen y puso por delante a su equipo, sin embargo, solo dos minutos después, el Barça volvió a igualar el partido con un golazo de Jordi Alba —que tuvo mucha suerte al golpear el balón con la tibia—. En tan solo diez minutos el partido se alocó y sin un dominador claro. 

No tardó mucho en recoger el mando el equipo de Xavi Hernández. En el minuto veinte Gavi se alzó entre toda la defensa rojiblanca después de que Traoré dejase atrás a Hermoso con demasiada facilidad. El segundo gol del Barça fue un reflejo de lo que lleva siendo el Atlético de Madrid toda la temporada, una defensa perdida y un equipo a la deriva. 

Con el segundo gol, los culés arrancaron y pisaron a fondo arrollando así a un equipo rojiblanco que solo podía mirar como el rival le pasaba por encima. El contraste fue increíble, los del Cholo prácticamente ni se presentaron al Camp Nou, mientras que el Barça solo pensaba en seguir haciendo más daño a su rival. 

Vergüenza 

Los siguientes minutos pudieron ser los peores de toda la temporada del Atlético de Madrid, desde el portero hasta el último delantero. El espectáculo de los colchoneros fue bochornoso y solo se podía pedir que pasasen rápido los minutos y que llegase pronto el descanso.

Antes de coger el camino hacia los vestuarios, el Barça volvería a anotar otro gol poniéndose así dos goles arriba en el marcador y prácticamente sentenciando el partido en la primera parte. Mucho tendría que cambiar en el descanso para que el Atleti pudiese remontar.

La segunda parte no tuvo nada que envidiar a la primera, el mismo Atleti que se fue entró al césped quince minutos después. Viendo la situación del equipo rojiblanco en el campo era fácil adivinar que el Barça no tardaría mucho en anotar otro gol, y así fue.

En el minuto cuarenta y nueve Dani Alves recogió un balón en la frontal después de que este se pasease por el área y remató a placer sin ningún tipo de oposición rojiblanca. Más problemas para el Atlético de Madrid.

Por fin llegó el Atleti a Barcelona

Hasta que no llegaron los cambios en el minuto cincuenta y cinco no se vio al Atlético de Madrid en Barcelona en ningún tramo del partido. Menos mal que los nuevos jugadores dieron algo de luz en la oscuridad y parecía que el Atleti podía jugar a algo.

Suárez en el cincuenta y ocho anotó para acortar distancias, pero de poco sirvió porque finalmente el marcador no se movería más después de ese gol.

A partir del gol del uruguayo el partido se convirtió en un tira y afloja entre los dos equipos, los rojiblancos buscaban la épica mientras que los culés no querían más sustos. El partido se animó un poco más cuando Gil Manzano expulsó a Dani Alves por una entrada por detrás a Carrasco, pero sorprendentemente esa expulsión benefició más a los blaugranas que a los colchoneros.

El Barça consiguió encerrarse muy bien en su campo y el Atleti no encontró la manera de hacer daño a los de Xavi. Al final los rojiblancos sufrieron los errores de la primera parte, tanto ofensivos como defensivos.

Partido para olvidar, queda mucha temporada por delante, pero el Atlético de Madrid es un barco a la deriva y mucho tiene que cambiar el equipo para poder darle vuelta la situación. Se vienen curvas en terreno rojiblanco