El mayor logro que puede conseguir un niño que juega al fútbol es defender la camiseta de su equipo. Es el sueño de cualquier futbolista, y si puede ser en primera mejor. 

A Gerard Piqué Bernabéu le tardó en llegar esta suerte. Primero tuvo que viajar a Inglaterra, a Manchester para formarse como futbolista. Aquí fue cedido al Zaragoza, algo que quizás a alguien flojo de mente le pueda hundir. Abandonar tu casa, a tu familia, a tus amigos, el barrio en el que te criaste o a tu equipo de la infancia para ir a Inglaterra y que rápidamente te releguen. Pero Piqué no es alguien con una mentalidad frágil. Piqué aceptó su cesión al Zaragoza como un reto. Y cuando volvió a Manchester luchó para hacerse hueco en una zaga conformada por nada más y nada menos que Vidic y Rio Ferdinand.

En la temporada 2007/08 consiguió levantar la Champions con el United, y algo aún más importante, llamar la atención del club de sus amores, del Fútbol Club Barcelona. ¿El resto? El resto es historia.

593 partidos

El defensa cumpliría el sueño de cualquier niño en un partido de previa de Champions, contra el Wisla Cracovia (4-0). Desde entonces, Piqué ha sido pieza fundamental del mejor Barcelona de la historia. Ya fuese con Guardiola, Tito, el Tata Martino, Luis Enrique, Valverde, Koeman o ahora Xavi; el central catalán ha sido el eje de la zaga del club culé durante más de 10 años. Ya fuese con Puyol-su padre futbolístico y a quién destrona del Top 5 con más partidos- con Macherano, Umtiti, Lenglet, Vermaelen, Araujo o Eric García; Piqué siempre se ha coordinado a las mil maravillas con sus compañeros.

Estamos hablando de un central de época, que dejará su nombre grabado en oro cuando se retire. 593 partidos, 30 títulos y 56 goles después, Piqué ha dejado ese rol de chico nuevo, de niño que cumple un sueño para convertirse en el líder de la defensa del Barcelona, y en uno de los futbolistas que más siente la camiseta de la actual plantilla, si no es el que más.

Piqué para rato

Últimamente se está intentando retirar a Piqué desde varios sectores. Desde la prensa, sacando artículos y trapos sucios lamentables-como el BarçaGate- o desde cierto sector del barcelonismo. Pero el central siempre acaba respondiendo. Puede que le cueste empezar la temporada, pero cuando coge rodaje se vuelve una pieza indispensable de este equipo, ya sea por veteranía, calidad o ganas. Y muestra de ello son los últimos partidos del Barcelona. Piqué está volviendo a ser ese mariscal que achica agua en el área azulgrana.

Mucho se habla de su posible retirada este año, debido a todos los negocios que tiene abiertos. Puede ser que se retire o no, pero seguro que seguirá ligado a la entidad azulgrana de alguna manera, ayudando al club en todo lo que pueda, como ya hizo con su rebaja salarial.

Al número de partidos que llegará es una incógnita, pero no lo es su amor por el club y que ha sido y puede seguir siendo uno de los mejores centrales de esta época. Pase lo que pase, los culés podremos decir orgullosos que vimos jugar a Gerard Piqué y defender la camiseta de nuestro equipo.