Balón colgado al área, nadie de la defensa del Albacete es capaz de despejar con contundencia. El balón cae llovido del cielo, y el 10, Lucas de Vega empala el balón para mandarlo al fondo de la red, para empatar el partido, en el minuto 94.
El Barcelona de Sergi Barjuán juega una final en cada partido, están luchando contra el calendario, contra ellos mismos y contra los rivales de la liga. Y se notó desde el primer minuto. El filial culé salió a por todas, y le plantó cara al tercer clasificado de su grupo.
De más...
Tardó poco el Barcelona en abrir el marcador en casa. En el minuto 8, Dionkou decidió que era buen momento para mostrar porqué el Barça le ha fichado. Gran internada por la banda derecha, subiendo mientras hacía paredes con sus compañeros y poniendo un gran pase a Jutglá, que se giró y batió al guardameta del Albacete.
El Barça siguió apretando, e incluso tuvo más ocasiones para aumentar la ventaja, como una de Ilias que tras una jugada maradoniana solo pudo ser frenado por Barragan. Y con este resultado y sin apenas sufrir atrás llegó el partido al descanso.
... a menos
Pero la segunda parte fue otro cantar. Donde antes funcionaban los cambios de juego, las paredes y las transiciones rápidas hacia la meta del Albacete, ahora solo había errores y pérdidas de balón. Y esto el Albacete lo supo aprovechar para meterse en un partido en el que no había sido capaz de entrar en la primera mitad.
Los manchegos empezaban a asomarse a la portería de Carevic, quien hizo todo lo que pudo para defender el resultado. El partido se empezó a romper cuando el Albacete reclamaba un penalti en el área blaugrana, y a la contra de esa jugada, Mika Mármol marcaba, pero en fuera de juego.
Dos jugadas después y falta en la frontal del Barcelona. Jugada ensayada y un zambombazo de Rubén Martínez, con algo de fortuna porque tocó en la barrera, ponían el empate en el marcador en el minuto 72.
Los visitantes seguían a lo suyo y cada vez estaban más cómodos en campo rival. Y en una jugada en la que Peque pisaba el área propia para defender cometía el penalti, que transformaría Manuel Fuster para remontar el partido. Minuto 87 y el Barcelona casi sin capacidad de reacción.
Un gol para evitar el pozo
Todo hacía indicar que, una vez más, el filial del Barcelona iba a perder el partido y hundirse más en la clasificación. Pero los jugadores tiraron de garra y de casta para empatar el partido. Ya avisó Jandro Orellana desde fuera, pero el gol del empate lo haría Luca de Vegas, que acababa de entrar, con una volea desde dentro del área en el minuto 94.
Con este empate el Barcelona consigue ponerse un punto por encima del descenso, eso sí, con un partido más que el Atlético Sanluqueño, que es quien marca el descenso.