A las 21:00 horas del 23 de febrero de 2022 se citaban, en un abarrotado Metropolitano, indios y demonios, para librar una vibrante batalla que tendrá su segunda entrega en menos de 3 semanas, y que prometía emociones fuertes.

El morbo estaba presente, tanto en la vuelta de David De Gea, canterano del club rojiblanco, como en un nuevo enfrentamiento Cristiano Ronaldo vs. Atlético de Madrid. Todo esto, sumado al mal momento en el que están inmersos ambos equipos, hacía del partido un caldo de cultivo del que nadie podía predecir absolutamente nada.

Hombres además de nombres

Diego Pablo Simeone sorprendió durante toda la semana con la inclusión de un centro del campo formado por Héctor Herrera y Geoffrey Kondogbia, además de un doble lateral izquierdo conformado por Reinildo, que actuaría en ocasiones como tercer central, y Renan Lodi, con funciones más ofensivas. Arriba, João Félix y Correa se encargarían del gol. 

Foto: Alejandro Sancho VAVEL
Foto: Alejandro Sancho VAVEL        

Y el plan no pudo salir mejor. Los muchachos de Simeone salieron enchufados ante 60.000 aficionados rojiblancos que les llevaron en volandas en un inicio fulgurante. Tan solo 6 minutos de partido le bastaron a João Félix para demostrar que no habían llegado a los Octavos de Final a pasearse, conectando un tremendo cabezazo que dejó a De Gea haciendo la estatua y que ponía el 1-0 en el electrónico.

Un pulpo y un zorro

A partir del gol, los de Simeone se afianzaron en el partido, planteando un partido muy incómodo a los de Ragnick, con una presión bien optimizada y unas salidas a la contra muy peligrosas. Todo esto no hubiera sido posible sin el recital de ambos mediocentros del esquema del técnico argentino, tanto Héctor Herrera como Geoffrey Kondogbia.

El mexicano y el centroafricano se combinaron para realizar un total de ¡20! recuperaciones en la primera mitad, pasando por encima del medio del campo mancuniano, conformado por jugadores de la talla de Bruno Fernandes, Paul Pogba y Fred, que se vieron ampliamente sobrepasados por la superioridad en intensidad de los atléticos.

Foto: Alejandro Sancho VAVEL
Foto: Alejandro Sancho VAVEL        

Otro de los jugadores que destacó en esa gloriosa primera parte fue Renan Lodi, que estiró muy bien al equipo por la banda izquierda y ayudó a Reinildo en tareas defensivas. El brasileño, además de la asistencia al "menino de oro", puso un extraordinario balón a Vrsaljko, que estrelló el balón en el larguero tras rebotar en Victor Lindelöf, con todo el Metropolitano gritando un gol cantado.

Sin sufrimiento no hay dolor

Tras el paso por vestuarios, los de Simeone sabían que los ingleses reaccionarían, pero salieron una vez más mejor que ellos, con un João Félix que seguía demostrando un nivel excepcional y que daba oxígeno y lanzaba a los suyos al contraataque

Foto: Alejandro Sancho VAVEL
Foto: Alejandro Sancho VAVEL       

Pero, poco a poco, la consigna de los visitantes calaba hondo e iban subiendo la presión con el paso de los minutos. El técnico visitante terminó de dinamitar el encuentro con un gran movimiento: un triple cambio. Esta triple permuta permitió a los Red Devils ganar frescura, tanto en ataque como en defensa y ganar terreno, por fin, en el centro del campo. A pesar de esto, los colchoneros seguían sin sufrir en exceso, ya que los acercamientos de los de Ragnick eran prácticamente inofensivos.

Un solo error que se paga caro

Cuando todo parecía encaminarse a un final extraño sin sufrimiento para el Atleti, llegó la fatídica jugada de gol de los visitantes.

Un intento fallido de falta sobre Cristiano Ronaldo, invisible en el transcurso del partido, y una cabalgada de Bruno Fernandes, que realizó un mal partido, bastó a los de Ragnick para situar al joven de 19 años, Anthony Elanga, solo ante Jan Oblak. El sueco definió a las mil maravillas y puso el definitivo 1-1 en el marcador en el único disparo a puerta de los diablos rojos.

Foto: Alejandro Sancho VAVEL
Foto: Alejandro Sancho VAVEL       

El Metropolitano enmudeció, pero pronto los ánimos volvieron hacia arriba, pues el equipo pegó un pequeño empujón hacia el frente, más por corazón que por juego, y hasta tuvo el 2-1, en las botas de un recién ingresado Antoine Griezmann, que sustituyó João Félix, MVP del partido, y estrelló un zurdazo en el travesaño de David De Gea.

Los síntomas son muy buenos en el conjunto de Simeone, pues parece haber recobrado la ilusión tras dos grandes partidos y, a pesar de salir del partido con un sabor agridulce por el agónico empate, sin duda, saldrá a hacer historia al Teatro de los Sueños, al que viajarán más de 3.000 atléticos que sueñan despiertos en el trono de Neptuno, buscando un hueco en los Cuartos de Final, aunque, antes de todo eso, toca soñar PARTIDO A PARTIDO.