El ambiente era idílico porque lo que este encuentro prometía era algo prácticamente histórico. A un lado del cuadrilátero y con ventaja en la eliminatoria tras conseguir una victoria sobre el verde de Vallecas con dos soberbios golazos, el Real Betis Balompié soñaba con pisar el verde de la Cartuja para vivir la final copera del próximo mes de abril. Al otro lado un Rayo Vallecano con mucho en juego que buscaba conseguir la heróica y hacerse con una victoria que le permitiese vivir la primera final de su historia.

Comenzó el encuentro y desde muy pronto el Real Betis se hizo con la posesión del esférico. Posesiones largas y un gran control del juego para deshacerse de la apabullante presión del Rayo sirvió para que llegase la primera ocasión del encuentro. Un cabezazo de Juanmi Jiménez aprovechando una gran pelota de Nabil Fekir hizo que la grada del Villamarín corease aún más si era posible a sus jugadores. 

No se iba quedar si su ocasión un Rayo que buscó a sus hombres más peligrosos y volvió a complicar al Real Betis con sus internadas por banda izquierda. Pero muy atento estuvo Edgar para enviar a córner el centro de Álvaro García. 

La intensidad empezó a ser protagonista de un encuentro con mucho en juego y ambos equipos eran conscientes de que un fallo podía condenar el encuentro. El Real Betis volvía a tener un gran ocasión. Fue esta vez el delantero brasileño Willian José quien con un gran disparo desde el interior del área probó a un Luca Zidane que estuvo muy atento para despejar su golpeo. 

Los minutos pasaban y pese a que las ocasiones no llegase con claridad, Real Betis Balompié y Rayo Vallecano ofrecían un espectáculo a la altura de la cita copera. Los madrileños quisieron hacer daño a su rival aprovechando los saques de esquina, pero no titubeaba un Betis que estaba aquí para demostrar por qué está en estas semifinales.

Muy cerca estuvo de encontrarse con el primer gol del encuentro un Álex Moreno que se vistió de Juan Palomo y al puro yo me lo guiso, yo me lo como acabó encontrándose con el palo de la meta defendida por Luca. El lateral catalán, exfutbolista del Rayo, se internó por banda izquierda y con un cambio de ritmo logró desequilibrar a su par y pisar linea de fondo para, con un movimiento en una baldosa, estrellarla en la madera.

El tiempo corría a favor de un Betis que supo rehacerse de la presión rayista y que debía corregir fallos que podían acabar condenando el encuentro. Los visitantes, cada vez más, con el agua al cuello tenían lo obligación de apretar para buscar equilibrar a su favor la eliminatoria. No logró el Real Betis aprovechar sus acciones y el encuentro se marchó al tiempo de descanso con tablas en el electrónico. 

Fueron los mismos veintidós los futbolistas que saltaron al terreno de juego para hacer frente a la segunda mitad y con un ataque muy directo, el Rayo Vallecano quiso buscar la portería defendida por Claudio Bravo. Internándose por banda izquierda, Alvaro García recibió entre el hueco que existía entre central y lateral pero no estuvo acertado a la hora de finalizar.

Pese a ser ligeramente superior a su rival, el Real Betis echaba de menos la aparición de futbolistas como Sergio Canales, pasando muy desapercibido en este encuentro, en gran parte por la capacidad del cántabro para aguantar la posesión del esférico. Además, la intensidad demostrada por los vallecanos en la segunda mitad del encuentro empezaron a complicar las cosas a los de Pellegrini. 

Pero no se quería privar del sueño este Real Betis y en una contra contó con una gran oportunidad para abrir el marcador, pero el disparo de Carvalho tras rebotar en un rival acabó marchándose a saque de esquina. 

El balón quemaba a los verdiblancos y la circulación comenzaba a ser más espesa que habitualmente pero los heliopolitanos tenían argumentos más que suficientes para coger las riendas del encuentro. Cuando la circulación era rápida y combinaban con criterio, pisar área rival no les costaba lo que parecía pero a la hora de finalizar los verdiblancos perdieron la frescura habitual. Maduraban las jugadas, algunas más de lo necesario, y así erró Fekir en una contra más que evidente para los verdiblancos. Con superioridad pisaron el área los de Manuel Pellegrini y Willian José cedió a la derecha para que fuese el argelino encargado de finalizar. Pero lento en la decisión, el lanzamiento de Fekir acabó en el cuerpo de Luca Zidane. También tras unas gran recuperación, el Real Betis pisó la frontal del área rival y en esta ocasión Canales la mandó arriba.

Tanto perdonar se acaba pagando caro y el Real Betis se iba a tener que poner el mono de trabajo si quería volver a verse en la final. Y es que una falta en tres cuartos de campo acabó convirtiéndose en un auténtico golazo para el Rayo. Y es que Bebé la puso donde quiso y absolutamente nada pudo hacer Claudio Bravo.

Tocaba remar a contracorriente para evitar una fatídica prórroga y el Real Betis tenía que ser protagonista de esto. Joaquín viviendo de nuevo su eterna juventud filtró un pase a Canales que aprovechó la mala salida del portero para ajustarla al segundo palo y apareciendo solo para empujarla el siempre presente Borja Iglesias.

Acabó siendo el Betis quien apeló a la heroica y la final de esta edición del le espera en el mes de abril. 17 años después, en una de las mejores temporadas de su historia y con mucho todavía por soñar.