El Ramón Sánchez-Pizjuán se ha vuelto a vestir de gala para albergar otro partido de vida o muerte. Tras el derbi femenino, el fortín rojiblanco se ha adornado con la lona de la UEFA Europa League para la ida de octavos entre el Sevilla FC y West Ham. Tras imponerse ante el Dinamo Zagreb, el Sevilla ha sacado la espada para defender su continuidad en su competición fetiche.

Bajo el brillante sol del Sevilla, Sandro Schärer dio la orden habitual para que el conjunto visitante pusiera el cuero en juego. Durante los primeros compases del encuentro, el equipo entrenado por Julen Lopetegui fue el primero en llevar la batuta. Tanto es así que no se habían cumplido los dos primeros minutos de partido cuando En-Nesyri remató el primer balón de cabeza, que fue blocado por Areola. También probó suerte Munir, cuyo disparo se marchó por el palo derecho del francés. El Sevilla había salido con sed de sangre.

Alrededor del minuto 8, el West Ham trató de darle la vuelta a la tortilla. En una jugada veloz, los atacantes del conjunto inglés lograron invadir el área de Bono, pero Jules Koundé hizo su labor correspondiente y sacó el esférico fuera de la zona de peligro. También tuvo que aparecer Bono para sacar un guante prodigioso cuando la zaga de Nervión se durmió en los laureles, evitando así que los del martillo estrenaran el marcador.

Al llegar al ecuador de la primera mitad, la intensidad disminuyó considerablemente. Aunque los dos equipos buscaban la mella de su rival, ambos defendían a capa y espada sus respectivas áreas. Sin embargo, Munir El-Haddadi rompió esta tregua con un débil disparo que se marchó hasta la línea de fondo. Su compatriota En-Nesyri también quiso dar su propio aviso rematando un centro de Jesús Navas que volvió a atrapar Areola.

Como si tuvieran un pico y una pala, el Sevilla FC iba minando poco a poco la moral del conjunto de David Moyes. Aunque los ataques eran continuos, el balón parecía no querer entrar en la red. A falta de 5 minutos para el descanso, Nervión aguantó la respiración después de que las asistencias tuvieran que salir para revisar el tobillo de Bono. Aunque Dmitrovic comenzó sus ejercicios de calentamiento, el marroquí guardó su sitio sobre el césped.

  • Munir facilita la vuelta en Londres

Tras la salida de los vestuarios, el equipo inglés salió con las ideas claras. Soucek armó la pierna desde la frontal para poner, de nuevo, a Bono entre las cuerdas. Lo mismo hicieron Ocampos y Munir con el meta francés, igualmente, sin éxito. 

Conforme corrían los minutos en la capital de Andalucía, el choque volvía a recuperar su agitada melodía. Después de los numerosos intentos, el Sevilla dio un golpe sobre la mesa alrededor del minuto 60. La perseverancia de Munir El-Haddadi dio sus frutos y enganchó un balón procedente de Acuña para mandarlo hasta el fondo de la portería (1-0).

Aunque el marcador se mostraba a favor de los locales, los andaluces querían más. Óliver Torres se encajó en el área rival cuando se encontraba prácticamente sin ángulo, pero Areola despejó el lanzamiento.

Tras el tanto sevillista, los ingleses se vinieron abajo. Los anfitriones, empujados por el aliento de su afición, se mostraban superiores a su rival y marcaban el ritmo de juego.

En el minuto 73, el West Ham se animó y probó a recortar distancias en el marcador. Aunque la insistencia comenzaba a incomodar al Sevilla, la zaga española se mantuvo atenta para cortar cualquier jugada de ataque que pudiera poner en riesgo su superioridad en el luminoso.

Los 10 minutos finales fueron un continuo tira y afloja entre los dos equipos. Los ingleses buscaban el hueco y los nervionenses respondían con un rápido contraataque. 

Finalmente, tras los 3 minutos de añadido, el colegiado suizo no dio tiempo para más.

Con este resultado, el Sevilla FC viajará a Londres con un resultado a su favor, donde tratará de mantenerse vivo en la competición europea. Ambos conjuntos volverán a verse las caras el próximo jueves 17 de marzo a las 21.00 horas.