Las estadísticas hablan por sí solas, y esta de Yassine Bounou es una auténtica proeza. El meta sevillista es cada día más imprescindible en el equipo y hace mucho que sus paradas comenzaron a traducirse en puntos. Cuando el aficionado sevillista mira la clasificación y ve al Sevilla tan alto no puede evitar acordarse de su portero. 

No hay duda de que Bono está viviendo los mejores momentos de su carrera profesional. Tiene más que garantizado el rol de titular en todas las competiciones. Sus actuaciones hablan por sí solas y esta temporada su nombre casi siempre suena al final de cada encuentro. Basta con decir que en los últimos ocho partidos sólo ha encajado la increíble cifra de tres tantos. Datos al nivel de muy pocos porteros hoy en día.

Desde que aterrizó en Nervión allá por 2019 ha conseguido dejar su meta a cero el 53,19% de los partidos que ha jugado. Esto se traduce en 31 partidos de Liga, 8 de Copa del Rey, 4 de Champions y 7 en Europa League. En la presente temporada ha conseguido no encajar en 12 de los 27 partidos que ha disputado el cuadro de Lopetegui.

Si se suman estos impresionantes datos al buen momento de la zaga defensiva se puede entender que, en marzo, el Sevilla esté metido de lleno en la lucha por una Liga que, si no fuera por la regularidad y buen momento del Real Madrid, bien podría tener otro dueño a estas alturas.

El West Ham tampoco consiguió echar abajo el muro que ha construido Bono en Nervión. El cuadro hispalense viajará a Londres en busca de los cuartos de final con una renta mínima pero con la seguridad de tener a uno de los mejores guardametas de La Liga bajo los palos.