El partido disputado en el Nuevo Los Cármenes este sábado era una final para el Granada CF, mucho más que tres puntos. Si ganaba al Elche, despejaría todos esos males que les están acompañando desde hace ya algo más de dos meses. Suponía demostrar que no es un equipo hecho para descender y que si todos están en forma y luchando juntos, la salvación es más que factible. Sin embargo, no fue el caso. El Granada volvió a perder una vez más y ya solo un cambio drástico hará que el equipo no descienda.

Este 2022 no ha traído más que desgracia a los rojiblancos. Llevan sin ganar desde el 22 de diciembre del pasado año contra el Atlético de Madrid y, desde entonces, el equipo no ha hecho más que ir para abajo. La destitución de Robert Moreno tras la derrota frente al Valencia en Mestalla supuso una corroboración por parte del club de algo de lo que todos ya eran conscientes: este Granada está en un serio problema y no va a ser fácil salir de él. Pese a que el partido contra el Elche, con Rubén Torrecilla al mando, no haya sido malo, el equipo volvió a perder y encima contra un rival directo.

Si hay algo que no engaña en el fútbol y que no se puede maquillar son los datos, y estos son terribles para el Granada CF. El primero y más visual es que el Granada ya está únicamente un punto por encima del descenso a la espera de lo que haga el Alavés, que juega este domingo contra la Real Sociedad y si ganara empataría a puntos con el Granada. Siguiendo con los datos, tras la derrota contra el Elche, el Granada CF no ha ganado ninguno de sus diez últimos partidos. Esta racha es la más larga desde la encadenada en la temporada 2016/17, cuando el Granada no ganó en 13 partidos consecutivos y terminó descendiendo, según el dato de Opta. A este dato añadir que de los últimos 30 puntos que ha disputado el Granada tan sólo ha obtenido tres, números muy inferiores a cualquiera de sus rivales. El último dato que refleja el problema del Granada es los goles que ha marcado. En sus últimos siete partidos, el equipo granadino solamente ha metido dos goles -Villarreal y Valencia- y fueron de penalti y en propia puerta, respectivamente.

El próximo partido del Granada CF será contra el ya mencionado Alavés. Un partido a vida o muerte entre dos equipos que saben que si fallan el próximo sábado, su destino muy probablemente sea el descenso. El Granada, por suerte, es un equipo que hace poco supo lo que es jugar hasta eliminatorias europeas y que, desde luego, sabe lidiar con la presión. Si de alguien depende el no descender es de estos jugadores, que meses atrás demostraron que son capaces de plantar cara a cualquiera.