El jugador gales faltaba de nuevo en el pasado partido que enfrentaba al Real Madrid frente al FC Barcelona, el delantero se ausentó de este partido por supuestas molestias en la espalda, pero sin la baja médica.

A pesar de haber sonado su nombre días antes del encuentro como sustituto de Benzema ahora que el jugador no estaba al cien por cien recuperado y que el técnico no iba a precipitarse con su llegada para el domingo, Bale podría haber jugado en el Bernabéu, pero esta nueva ausencia hace dudar a la afición madridista de si debe seguir en el equipo y si realmente está para ayudar en los encuentros tan importantes como era el clásico. 

Ahora el galés se prepara para jugar con su selección y asegura que: “Es normal tener algunas molestias, pero en general estoy en bastante buena forma. Llevo entrenándome dos meses y medio. Estoy en bastante mejor forma que la última vez que estuve aquí concentrado. Estoy preparado para jugar sea como sea mañana”. Gareth Bale está listo para jugar con Gales en el exigente partido frente a Austria en las semifinales de la repesca mundialista. Estas palabras dejan mucho que desear para el técnico italiano, que lleva sin contar con él desde el encuentro de octavos de final de la Champions entre el Real Madrid y el Manchester City en febrero de 2020, casi dos años. 

Los datos no son favorables para el galés al que poco parece preocuparle que la factura de sus servicios médicos ascienda a 30.000 euros, según ‘Marca’. Es uno de los mejores pagados del equipo, y aun así el que menos rinde para el equipo.  

El club se plantea soluciones que podrían ser drásticas sin descartar que Ancelotti no lo quiera y acabe su etapa en el club entrenándose por libre o con el filial y que no vuelva a jugar más con el Madrid. Lo más peligroso para el club puede ser que su ejemplo sea imitado por otros jugadores.  

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