Un partido más, un partido menos. O quizás no. El Racing se enfrentaba a la Sociedad Deportiva Logroñés en los Campos de Sport en una jornada en la que su más inmediato perseguidor visitaba al Celta "B" (4º clasificado) en Balaídos. Por tanto, la 1ª RFEF prometía varios encuentros apasionantes en su ya 29ª jornada.

Once de gala pese a las bajas

Hasta cuatro jugadores ofensivos causaron baja en esta jornada por motivos dispares: Manu Justo, Camus y Arturo lo hacían por lesión mientras que Pablo Torre se encuentra concentrado con la selección sub-19. En este contexto, se abría una ventana a la incorporación de nombres como Yeray Cabanzón. El canterano lleva semanas en dinámica de primer equipo y su trabajo se iba a ver por fin premiado con una titularidad como MP. Bustos, Soko y Cedric serían sus parejas de baile mientras que del MC hacia atrás estuvo formado por los bregadores habituales salvo Mantilla. Pese a las bajas, un once de garantías para ir a por los 3 puntos.

El encuentro comenzaba así con ambos conjuntos tratando de imponer su juego. Los pupilos de GFR buscaban achicar espacios al rival mediante su ya característica presión alta, mientras que los de Raúl Llona trataban de salir combinando desde atrás. En este contexto llegaban los primeros acercamientos: El Racing metió el miedo en el cuerpo a los logroñeses tras forzar un par de recuperaciones en tres cuartos de campo, mientras que la SDL culminó un par de jugadas en superioridad tras romper la línea de presión verdiblanca. Dos estilos midiéndose de tú a tú en El Sardinero. 

Sin embargo, la pólvora arriba fue lo que decantó la balanza al filo de la primera mitad. Mientras que Jon Ander y Soberón -que hoy no fue el jugador diferencial que acostumbra a ser- no acertaron a rematar las suyas, un pase magistral filtrado por Fausto Tienza tras recuperación le llegaba a Cedric que, en una baldosa, recortaba al ex-racinguista Caneda para poner el 1-0 en el marcador (min. 41). Buen gol del "9" racinguista que está de dulce y anota por 4ª semana consecutiva. Un goleador nato que sólo necesita media ocasión para hincar los dientes. Imaginaos cuántas tuvo en los meses de sequía que estuvo sin anotar...

En cualquier caso, un resultado inmejorable al descanso para los intereses racinguistas tras la igualdad mostrada sobre el césped, y los jugadores enfilaban el túnel de vestuarios con todo aún por decidir.

Emociones fuertes

La segunda parte regaló las mejores ocasiones del encuentro tanto por uno como por el otro bando, y la grada vibró además con las novedades que llegaban desde Balaídos. El Racing acusó el desgaste de las últimas semanas y la eterna inferioridad numérica de Íñigo y Fausto en el MC, que siempre se multiplican varias veces para abarcar todo el campo. De esta forma, fueron los visitantes los que llevaron el peso del partido. El canterano Yeray Cabanzón cuajó un encuentro irregular, algo impreciso con el balón en los pies pero muy sacrificado en defensa con varias recuperaciones de mérito. La sombra de Pablo Torre en la MP es alargada y era una papeleta complicada la de enlazar con los puntas al nivel que lo hace el internacional racinguista. Pese a todo, un partido para que el canterano crezca y siga afianzándose en el primer equipo.

Ante la falta del timonel principal, otras figuras emergieron como líderes en la disputa: Ya se mencionó a Fausto Tienza, que abarcó, recuperó y asistió como el mariscal del MC. Su dupla con Íñigo es insuperable y no se puede hacer más con menos jugadores. En la banda, Unai Medina combinó, bregó y se ofreció en ataque aclarando varias situaciones comprometidas de los cántabros. Sus combinaciones ofensivas con Soko -que también está de dulce y fue un peligro constante- llevaron la batuta ofensiva de los de GFR. Atrás, Pol Moreno fue el líder indiscutible de la zaga flanqueado por los siempre correctos Satrústegui y Bobadilla. Un mariscal el central catalán que sin embargo vio su quinta amarilla y se perderá el próximo encuentro, aunque con Mantilla -recientemente renovado- hay tranquilidad al respecto. 

Varios de estos nombres propios trenzaron la que a la postre sería la jugada más clara del partido: Fausto despejaba con intención un córner para que Soko y Bustos encarasen sin oposición a Jero Lario. El extremo camerunés fue generoso y cedió al gallego que, de forma incomprensible, mandó el esférico a saque de puerta ante la atónita mirada de sus compañeros, seguidores, narrador y un servidor, al que cualquier día le va a dar un infarto viendo al equipo de su corazón.

De esta forma se mantenía el suspense y un par de "uuyyy" asolaron la gradona en dos semi-despejes verdiblancos que a punto estuvieron de sorprender a Parera. La entrada de Sergio Marcos y Javi Vázquez por Yeray y Bustos fue clave para dominar un partido que se escapaba por momentos y llegar al final sin sufrir demasiado. Un mano a mano de Harper fue repelido por Jero para que nadie se relajase y el encuentro murió con Unai Medina forzando 4 córners seguidos ante la sonrisa de Romo, que esperemos haya disfrutado de unas merecidas rabas como ha comentado en la rueda de prensa posterior. 

El Racing aumenta de esta forma la distancia con el segundo a 9 puntos tras la derrota del Depor en Balaídos -El conjunto de Borja Jiménez llegó a empatar pero finalmente sucumbió ante el filial del eterno rival- y ya son cuatro partidos los que los racinguistas tienen de margen a falta de nueve jornadas para el final. De momento, el guion soñado aunque, mientras las matemáticas no digan lo contrario, aquí no se celebra nada. Seguimos.

 

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