El fútbol femenino vivió el miércoles 30 de marzo una tarde de esas que se recuerdan para la eternidad. El Camp Nou se llenó de aficionados del FC Barcelona, que querían apoyar al conjunto culé femenino en el encuentro ante el Real Madrid, en la vuelta de los cuartos de final de la Uefa Women's Champions League.
El resultado final fue de 5-2, en una goleada más para la colección del Barça femenino, sin embargo, incluso un marcador así de abultado ante el eterno rival quedó relegado a un segundo plano. El FC Barcelona consiguió el récord mundial de asistencia en un partido de fútbol femenino, 91.553 personas hicieron acto de presencia para ver la exhibición sobre el verde de las jugadoras dirigidas por Jonatan Giráldez.
Ambiente de partido grande
El ambiente en el fortín azulgrana recordó al de las grandes citas del Barça. La afición se entregó a su equipo durante los 90 minutos, animando sin cesar y entregándose en cuerpo y alma en cada acción que ocurría en el verde. El FC Barcelona femenino realizó una segunda mitad perfecta, en la que anotó un total de hasta cuatro goles, provocando celebraciones icónicas como la de Alexia, que hizo una reverencia ante toda la afición ubicada en el gol norte.
Tras el término del encuentro, la alegría se desató en las jugadoras azulgranas, que celebraron el triunfo con la afición de manera eufórica. Alexia Putellas y Mapi León cogieron el tambor de la grada de animación para ser las guías de una fiesta improvisada sobre el tapete del Camp Nou, la alegría era inmensa en un equipo que sabía que había hecho historia.
Este hecho marcará un antes y un después, no solo en la entidad azulgrana, sino en el fútbol femenino mundial, nunca antes en un partido de clubs se había dado una estadística de aforo similar. El Barça femenino está de celebración, por haber pasado a las semifinales de Champions, pero sobre todo, porque parece haber sido el equipo impulsor de que se produzca una nueva era en el mundo del fútbol.