Los cuartos de final de la Champions League enfrentaban al campeón de la Champions pasada y al rey de Europa. Muchos apostaban por el Chelsea como favorito, pero el conjunto blanco se impuso notablemente en la ida de la eliminatoria.

Así se planteó el choque desde los banquillos

Comenzando por el conjunto local, Thomas Tuchel salió con todo para repetir la hazaña del año pasado eliminando el Real Madrid de su competición fetiche. Mendy partió bajo palos; la defensa de cinco estaba formada por Christensen, Thiago Silva y Rüdiger, como centrales, y James y Azpilicueta, en los carriles; Kanté y Jorginho tomaron el mando de la sala de máquinas; y el tridente ofensivo lo formaron Mount, Pulisic y Havertz.

Tal vez, el error del técnico alemán fue proponer un tres para dos en faceta defensiva. Christensen, que no se caracteriza por ser un central muy rápido, se vio superado una y otra vez por Vinicius, que pareció recuperar sensaciones. Y, por otra parte, Benzema resultó, absolutamente, indetectable por Thiago Silva y Rüdiger, a causa del juego entre líneas del francés.

Por su parte, Carlo Ancelotti, que voló a última hora a Londres tras su negativo en Covid-19, alineó a los siguientes futbolistas. Courtois en meta; Mendy como lateral izquierdo, Alaba y Militao como pareja de centrales, y Carvajal en el lateral diestro; línea de cuatro en el medio para Kroos, Casemiro y Modric, acompañados en esta ocasión de Fede Valverde; y en punta de ataque Benzema y Vinicius fueron las armas blancas.

Las claves del espectáculo madridista son diversas. En primer lugar, tener al mejor portero del mundo. Thibaut Courtois volvió a demostrar estar en su mejor estado de forma, realizando un paradón estelar y salvando a su equipo en las pocas llegadas del conjunto londinense. En segundo lugar, la línea defensiva se mostró prácticamente infranqueable, con dos centrales que van a marcar historia en la entidad blanca. Del mismo modo, el centro del campo pareció estar renovado con Modric, Kroos y Casemiro en gran estado de forma, recuperando su mejor nivel. Además, en la medular contaron con la ayuda un “pajarito” que no se cansó de correr, ofrecerse y robar balones en un auténtico partidazo de Fede Valverde. Y, por último, la chispa de Vinicius y el estado de gracia de Karim Benzema terminaron decantando la balanza del lado madridista.

Paradón de Courtois contra el Chelsea I Foto: Getty Images
Paradón de Courtois contra el Chelsea I Foto: Getty Images

Cómo transcurrió el encuentro

El partido comenzó desde el inicio con el conjunto merengue muy dominador. A pesar de que suele verse a un Madrid bastante replegado al inicio de los encuentros para sorprender a la contra, en este caso, iniciaron a la inversa. Los futbolistas de Ancelotti presionaron la salida de balón del Chelsea y encerraron a los “blues” en su propia área. Con el paso de los minutos, el Chelsea fue soltándose más en el partido y encontrado más balón. Pero el dominio del conjunto madridista era tal, que en apenas 25 minutos ya situaba un colchón en la eliminatoria de 0-2. Fue él, como no podía ser de otra manera, don Karim Benzema. El héroe del hat-trick en el Bernabéu para eliminar al PSG volvía a ser protagonista con dos testarazos para colocar al Real Madrid con pie y medio en las semis.

Los dos goles definen al francés a la perfección. El primero de ellos es de nueve puro. Refleja como ha evolucionado Karim desde la salida de Cristiano. Un remate certero, fuerte e inapelable para Mendy. Sin embargo, el segundo determina la personalidad y el carácter del ariete francés. El segundo representa su elegancia, su oportunismo, el saber estar donde toca y tener la sangre fría para colocarla lejos del alcance del guardameta.

A partir de los goles, el cuadro dirigido por Ancelotti supo interpretar a la perfección la eliminatoria y llevarla a su terreno. Durmió el partido con largas posesiones y manejó al campeón de Europa a su antojo. Sin embargo, a cinco minutos del final, un centro perfecto de un exmadridista, Mateo Kovacic, acabó con el gol de Havertz. El Chelsea había conseguido salir vivo de una primera parte que bien pudo acabar con goleada blanca. Cabe destacar que Vinicius la tuvo en el minuto 9, pero el esférico se fue a la madera; y Benzema también tuvo ocasiones para aumentar el marcador. Los blancos enfilaron vestuarios con el mal sabor de boca, de considerar que podrían haberse ido con un resultado mucho más abultado.  

No obstante, en la segunda parte continuó el recital blanco ante un Chelsea que se mostró impotente. En el primer minuto de la segunda parte, otra vez la fe de Benzema volvió a dar sus frutos. Esta vez fue Mendy, emulando a Ulreich, Karius y Donnarumma, quien cometió un error flagrante cediendo el gol en bandeja al capitán blanco. El 9 del Real Madrid no perdonó y volvió a completar un hat-trick histórico para situar una ventaja considerable de cara a la vuelta de estos cuartos de final. Tras el gol, el partido quedó visto para sentencia, ambos equipos firmaban el resultado. El Real Madrid sabía que era un excelente resultado y no quería arriesgar a encajar un gol como le había ocurrido en la primera parte. Y, el Chelsea tampoco quiso volcarse siendo consciente de que un gol más les dejaba fuera de la eliminatoria. El último tramo del partido, en realidad, fue un puro trámite. La intensidad y el ritmo de partido bajó. El conjunto londinense tuvo algunas ocasiones con la entrada de Lukaku, pero no consiguió materializarlas. Y, de este modo, acabaron sonando los tres pitidos que indicaban el final de un encuentro dominado de cabo a rabo por el Real Madrid.

¿Qué conclusiones deja el choque?

Tradicionalmente, el equipo que logra eliminar al campeón de la anterior edición de la Champions, consigue levantar la orejona y, este hecho no es ninguna casualidad. El ritmo de la Premier, la gran plantilla que ha confeccionado Tuchel y su título europeo de la pasada campaña hacían del Chelsea el principal favorito en la eliminatoria. Sin embargo, el Real Madrid y la Champions es una historia inexplicable. Solo era necesario ver las caras de los futbolistas del Madrid antes del inicio del partido, escuchando el himno de la Champions, su himno, para augurar que se trataba de una noche histórica para la entidad blanca. Y así fue.

El imponente resultado que cosechó el Real Madrid en la noche del miércoles es un aviso a navegantes. Los principales favoritos para hacerse con esta Champions eran el PSG, el Bayern y el Manchester City. El primero de ellos ha sido la primera víctima del Real Madrid en los octavos de final. El segundo de ellos calló, en la noche pasada, derrotado por un Villarreal que se sitúa séptimo en LaLiga, competición en la que el Real Madrid es líder. Y, el último de ellos consiguió una victoria por la mínima ante un Atlético de Madrid, al que el Real Madrid ha vencido ya en dos ocasiones esta temporada. Esto quiere decir que no puede darse nunca nada por sentado y, menos aún, si se trata del Real Madrid y la Champions League.