Todo parecía indicar que iba a ser una tarde triunfal para el Atlético de Madrid B, ya que con tan solo un punto serían campeones de Tercera RFEF, ascendiendo así a Segunda División RFEF. El rival enfrente sería el Alcorcón B, cuarto clasificado, que buscaría aprovechar el tropiezo del Paracuellos Antamira para asentarse en la tercera plaza que da acceso al play-off de ascenso.
Nervios de un partido decisivo
Luis García Tevenet iba a introducir dos cambios con respecto al encuentro de la semana pasada ante Las Rozas, con la entrada de Joan Rojas y Javi Serrano en el lugar de Manu Lama y Sergio Guerrero.
El partido comenzaría con un arreón inicial de los de Tevenet, que buscaban el gol que confirmaría su ascenso directo sin necesidad de empatar, pero los alfareros iban a ser un duro contrincante a tener enfrente. Los rojiblancos iban a tener alguna ocasión, aunque sin mucho peligro, siempre por medio de unos incisivos Cala y Carlos Martín por las bandas. Según avanzaban los minutos, los visitantes se hicieron con el control del juego, teniendo dos claras oportunidades en las botas de César y Rafa Diz, dos de los jugadores con más peligro de los amarillos sobre el campo.
El campeón mostró sus armas
En la segunda parte todo iba a ser distinto, pues los de Tevenet se iban a volcar en busca de un gol que asegurase matemáticamente ese ascenso tan ansiado. Ese gol iba a llegar tan solo 8 minutos después del descanso, con una preciosa jugada ensayada de los colchoneros en un saque de esquina. El encargado de materializar la ocasión fue Marco Moreno, el central diestro, que remataría con una preciosa semivolea para batir al meta del Alcorcón B.
A partir de ahí, todo fue un monólogo por parte de los muchachos de Tevenet, que querían finiquitar el partido y, por tanto, el campeonato liguero en su favor, teniendo la oportunidad de hacerlo con un penalti forzado por Carlos Martín, tras una jugada en el área visitante. El encargado de transformarlo iba a ser Giuliano Simeone, ante la atenta mirada de su padre, Diego Pablo Simeone; de su hermano, Giovanni Simeone; y de una gran cantidad de hinchas atléticos que se congregaron para ver al Atleti B ascender. El pichichi de la categoría iba a responder a las expectativas de la mejor manera, batiendo al meta alfarero, que se lanzó al lado contrario, y dedicando su gol a su difunto abuelo, Carlos Simeone, mediante un mensaje escrito debajo de su camiseta.
Tras esto, el Atleti B iba a jugar con el marcador, durmiendo el partido con una serie de cambios que le dieron frescura y consiguieron lo que se pretendía, frenar el partido y hacer que pasase el tiempo de la manera más efímera.
Fiesta atlética en el Cerro
Tras el pitido final, el Cerro del Espino estalló en júbilo, tanto jugadores como hinchada, celebrando el ansiado ascenso tan merecido que se ha trabajado el conjunto dirigido por Luis García Tevenet durante toda la temporada. El filial rojiblanco logra así el campeonato con 4 jornadas de antelación, y la fiesta sobre el césped no hizo más que empezar.
Muchos de los juveniles que han aparecido en ocasiones durante la campaña saltaron corriendo al verde, enfundados en unas camisetas conmemorativas con los nombres de los jugadores, formando una piña en el centro del campo con todos los demás, coreando el tan esperado "¡CAMPEONES, CAMPEONES!", al mismo tiempo que lo hacían los aficionados presentes en la ciudad deportiva atlética. De allí se marcharon a celebrar con los hinchas que se congregaron en el fondo, culminando con una foto grupal al grito de "TE QUIERO ATLETI".
Al final, resultó todo aquello que se esperaba, una preciosa tarde de abril en el Cerro del Espino, en la que el Atleti B se proclamó campeón del grupo VII de la Tercera División RFEF. ¡ENHORABUENA CAMPEONES!