En una eliminatoria de UEFA Champions League que tuvo a los espectadores al borde del asiento, el Real Madrid logró vencer al vigente campeón, Chelsea, por un global de 5-4.

Si bien el 'Merengue' no tuvo un gran partido en la revancha, contó con un Luka Modric que frotó la lámpara en el momento indicado, con una asistencia exquisita que derivaría en el gol de Rodrygo.

“Esto ha sido increíble. Ha sido un partidazo en el Bernabéu y una derrota dulce. Hemos sufrido, pero no nos rendimos. Seguimos creyendo", reconoció el croata, a la vez que añadió: "El Chelsea metió todo lo que tenía, pero nosotros seguimos creyendo y peleando para dar la vuelta al resultado. El entrenador ha hecho buenos cambios y nos han ayudado mucho a cambiar la dinámica del partido”.
 
“Nos hemos acostumbrado a sufrir como contra Bayern, Juventus o Ajax. Es importante que hayamos pasado y es difícil describir estas emociones. Hemos dado todo en los 120 minutos que hemos jugado", reconoció Modric.

El portador del mítico dorsal 10 del Real Madrid admitió que le tocó cubrir otra faceta del campo: "El entrenador me puso de pivote y yo me sentí cómodo. Hemos demostrado mucho carácter todos los jugadores”.

El Bernabéu rendido a sus pies


Consultado sobre la ovación que se llevó por parte del Santiago Bernabéu, Modric declaró que “es un orgullo tremendo escuchar al público gritar mi nombre. Agradezco el cariño que me han dado desde el primer día y yo lo intento devolver en el campo ayudando al equipo, jugando bien y ganando partidos. Vamos a ir año a año y veremos hasta cuándo me siento bien”.
 
Por último, tras eliminar al vigente campeón de la competencia, el croata recordó que "si quieres ganar la Champions tienes que ganar a todos los equipos. Los dos son fuertes y lo importante es que estamos en semifinales. Veremos el partido de mañana para ver quién nos toca”, concluyó.