Yassine Bonou está siendo sin duda uno de los nombres del Sevilla en esta temporada. El marroquí ha hecho de la portería un cerrojo y se ha vuelto imprescindible para Julen Lopetegui. Desde que llegara a tierras andaluzas, el guardameta acumula 99 partidos oficiales jugados, y en 50 de ellos consiguió dejar su portería a cero. Unas estadísticas descomunales que le han hecho hacerse dueño y señor de la portería sevillista. Por esta razón, el club ha querido ampliar el contrato del arquero al menos un año más, hasta 2025. De esta manera, Yassine queda vinculado un año más al club. 

Una trayectoria de fábula

Desde que llegara al club allá por 2019, el portero ha tenido que sudar la gota gorda para conseguir la titularidad de un gran club como es el Sevilla. Primero, tuvo que competir con Vaclíck. El checo se encontraba en un gran momento de forma, pero una lesión le obligó a apartarse de los terrenos de juego durante un tiempo. El destino quiso dar una oportunidad a Bono, aunque no sería la definitiva. Su competidor seguiría manteniendo la titularidad hasta después del confinamiento, cuando sufrió una nueva lesión que acabó por darle la titularidad a Bono. El marroquí realizó un gran final de temporada, pero su evolución definitiva llegó en la Europa League

Con una actuación inmaculada en semifinales ante el Manchester United, se afianzó en la portería y ayudó a su equipo a conquistar un nuevo título. Ahí comenzaría su andadura como portero titular en el Sevilla FC. La temporada venidera disputaría nada menos que 33 de los 45 partidos oficiales del equipo, con gol incluido en el José Zorrilla para rescatar un punto de oro en el descuento. 

Este jueves, el marroquí disputará su partido 100 con el conjunto hispalense en el Ciutát de Valencia, celebrando así una renovación que ha supuesto una gran noticia para la afición sevillista en medio de tanto pesimismo en la enfermería.