El Real Madrid estaba listo para la gran cita; la noche de gala, la posible remontada ante el Manchester City. Luego de ganar LaLiga, los de Ancelotti tenían que cumplir con su gran cita europea frente al conjunto de Pep Guardiola

Primeros 45 minutos 

El partido se esperaba muy apretado, especialmente tras ver su pasado enfrentamiento en casa del Manchester City. Los blancos salieron a intentar romper la eliminatoria, que arrancaba con un 3-4 en el marcador. 

En los diez primeros minutos, Karim Benzema asustó a los de Guardiola en dos ocasiones. Se pudo ver cómo el Madrid esperaba controlar en el centro del campo, mientras Kroos intentaba colarse entre cinco extremos

Sin duda, el mayor peligro de los ingleses estaba en la salida rápida, en la que aplastaban a los merengues. Un City que se encontraba cómodo, frente a un conjunto vikingo que trataba de mantener la intensidad al máximo posible. 

Varias fueron las ocasiones que desperdiciaron los locales a la hora de empatar la eliminatoria, y es que cuando las jugadas de remate se acercaban, los merengues parecían perder la calma.

La figura de Thibaut Courtois volvió a ser clave, especialmente en el 19', dónde tras un error, Militao concede una acción de remate a De Bruyne. Los visitantes continuaban con su tónica de no perder la posesión, así como de jugar con tranquilidad, sin prisas, sin nerviosismos.

Otra de las grandes ocasiones para los merengues llegó en el 26', con una falta muy peligrosa que lanzaba Toni Kroos. El esférico tocaba en la barrera, y por lo tanto, era córner para los merengues. En el 31', el madridismo tembló al ver a Carlos Casemiro tirado en el suelo, mientras en el banquillo se preparaba Camavinga por si hiciese falta su presencia.

Lo que sí logró corregir el equipo local fueron los errores garrafales cometidos en defensa en el partido de ida. Asimismo, se notó la ayuda de Casemiro en líneas defensivas. Un buen planteamiento táctico al que le faltó precisión

El enfrentamiento se iba al descuento con el 0-0 en el marcador, y el 3-4 en el global. La afición pitaba cuando los ingleses tenían el balón, y es que no tuvieron dudas de perder el tiempo que fuese necesario. Una primera mitad marcada por la impaciencia y la poca precisión de los de Ancelotti

El último baile 

El descanso llegaba a su fin y el balón volvía a rodar bajo la calurosa noche madrileña. El Bernabéu confiaba en su equipo, y es que las voces de "a por ellos" no dejaban de retumbar en el estadio. 

Ya en el primer minuto de la segunda parte, Vinicius falló la que podría ser la ocasión del partido, y es que desaprovechaba un tiro estupendo que acabó en el palo. 

Oportunidades más que desaprovechadas y acciones de juveniles condenaron a los blancos. El fin del City era dormir el partido, mantener la posesión y poder sentenciar con un gol.

La afición pedía a gritos que Ancelotti moviese el banquillo, pero los cambios no llegaban. El partido continuaba siendo una locura, y cada vez los fallos costaban más caros. 

El técnico italiano empezaba a mover el partido en el minuto 68. Se retiraba del césped Toni Kroos para dar paso a Rodrygo, cambio aplaudido por la afición. 

El partido se enterraba cada vez más para el Madrid. En el minuto 71, el City conseguía hacer el primero del partido. Los intentos no eran suficientes, la remontada necesitaba que a los jugadores no les pesase la camiseta, que no desesperasen. 

La desesperación invadía el Bernabéu, a los blancos no les salía nada y Ancelotti tampoco sabía cómo aportar soluciones. El equipo se cansaba, se perdían balones sin sentido, y no había forma de frenar a los ingleses.

El Bernabéu se llevaba una alegría en el 89', cuando Rodrygo marcaba el primer gol favorable al Madrid. En solo dos minutos, el Real Madrid le dio la vuelta al encuentro, de nuevo, gracias a Rodrygo

El brasileño guió a los campeones de LaLiga hacia la prórroga. Y al segundo minuto del añadido, Rubén Díaz comete el gran error del partido, un penalti sobre Benzema. Y ahí estaba, y no la fallaba, y el madridismo enloquecía porque el 'gato' sacaba las garras para anotar el penalti que acercaba el billete a París a los vikingos.

De Madrid a París

Más de 110 minutos de intensidad. 110 minutos de sacrificio, de esfuerzo y de una de las noches históricas que ha vivido el Santiago Bernabéu. Dicen que 'de Madrid al cielo', pero el Real Madrid ha conseguido cambiar hasta los refranes, porque a partir de ahora, los merengues siempre recordarán el 'de Madrid a París'. 

De nuevo, remontada histórica del conjunto de Ancelotti, que ha conseguido llegar a la final venciendo a PSG, Chelsea y Manchester City. Sin duda, el madridista no tiene nada que reprochar a este equipo.

Ya solo 90 minutos separan al club blanco de su decimocuarta Champions League. Una noche para recordar, pero ya con el objetivo en el 28 de mayo, cuándo los madrileños se medirán al Liverpool de Kloop.