Beatriz Gómez Cortés (Pontevedra, 1994) y la sonrisa van siempre cogidas de la mano. Nos recibió en el Open de Pontevedra con mucha amabilidad, mientras se clasificaba para tres pruebas del Mundial de Barcelona. En el Palau Sant Jordi nadará los 200 y los 400 estilos y los 800 libres, siempre con la mirada puesta en las finales. Recuerda el miedo que pasó en sus primeras brazadas en el agua y el sufrimiento al perder tiempo libre por la natación. Afronta el futuro con serenidad, midiendo todos los pasos de su carrera deportiva. La mejor nadadora gallega de la historia, al descubierto.

P: Comentaste muchas veces que comenzaste a nadar con 4 años, ¿te acuerdas de aquel momento?

"El primer día que nadé me puse a llorar"

R: Me acuerdo de un día exactamente. Teníamos que hacer un largo en la piscina, era la primera vez que lo hacíamos sin ayuda y yo me puse a llorar. Nos ponían al lado una barra para que nos agarráramos y a mí me hicieron la faena de ir apartándomela, entonces tenía que ir nadando para intentar cogerla, pero me estaba 'ahogando'. Aún así siguieron y al final llegué al otro lado y me puse a llorar. Me enfadé con el monitor.

P: ¿Es verdad que le tenías miedo al agua?

R: Sí, por eso estaba llorando. Le tenía miedo al agua y no hacía pie.

P: ¿Ahora le tienes miedo?

R: No, ahora no [risas].

P: Con 7 años empezaste a competir, ¿recuerdas tu primer campeonato?

R: Sí. La primera vez que nadé 50 metros espalda iba a un segundo por metro. Hice unos 50 segundos y estaba muy emocionada. Otra vez tuve que nadar mariposa y me puse a llorar y no competí al final porque no me gustaba nada la mariposa.

P: Y además, probaste todos los clubes de Pontevedra: el Teucro de balonmano, el Arxil de baloncesto, etc. ¿Te gustaba mucho el baloncesto?

R: Sí. Al ser un deporte de equipo me lo pasaba muy bien. Al estar con mis compañeras estaba muy a gusto. La natación es un poco más aburrida en el sentido de los entrenamientos.

P: ¿Echas de menos el baloncesto?

R: Sí, hay momentos en los que lo echo más de menos que otros deportes. Cuando me paro a pensar en ello…

P: A pesar de tus temores también hiciste piragüismo, ¿no?

R: Ahí me daba miedo el agua. Como para no darme miedo el agua del río [risas].

P: Cuando te tomaste la natación un poco más en serio, ¿cómo eran las competiciones?

"A los 12 o 13 años me empecé a tomar en serio la natación"

R: Con 12 o 13 años fui a mi primer Campeonato de España y para lo que entrenaba yo era todo un logro, estaba muy emocionada. Fue cuando básicamente me empezó a gustar nadar.

P: Más tarde entras en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva en Pontevedra. ¿Supone esto un cambio muy importante en tu vida?

R: [Pausa] Pues fue un cambio bastante duro. Al principio me costó bastante porque pasé de entrenar una hora al día, tres días a la semana, a entrenar casi el mismo tiempo que ahora: mañana y tarde todos los días, hasta los sábados. Fue un cambio muy grande en cuanto a entrenamientos. Llegaba a casa y me quedaba 'muerta'.

P: En 2010 cuando te ves en un Campeonato de Europa como Eindhoven —piscina corta—, ¿ves un reto cumplido o lo ves como el primer escalón de una gran futuro?

R: Un reto cumplido no, porque no me lo esperaba. Fue como un regalo por todo el trabajo que llevaba haciendo.

P: En Lima 2011 te proclamas campeona del mundo júnior de 200 estilos. ¿Lo sigues recordando como tu mejor competición?

R: Como resultado, podría decirse que es el que mejor suena por lo de 'campeona del mundo'. Pero en realidad, hasta ahora he tenido mejores resultados en cuanto a marcas. La gente que sabe realmente de natación siempre diría que en los últimos meses he tenido mejores resultados.

P: En mayo del año pasado te descalifican en la final de 200 metros estilos del campeonato de Europa en Debrecen. ¿Te ves fuera de los Juegos Olímpicos o aún con opciones?

R: En ese momento dije: “Menos mal que me pasa ahora y no en el Open cuando tengo que hacer la mínima”. Fue mejor en ese momento, así aprendí de los errores.

"Cuando me clasifiqué para Londres no me lo creía"

P: ¿Qué pasa por tu cabeza cuando te clasificas para los Juegos?

R: Me puse a llorar. No me lo creía.Tarde tiempo en creerlo.

P: Y en Londres llegas a semifinales…

R: Sí, no podía pedir más.

P: Ahora que te has hecho un tatuaje con los aros olímpicos, ¿te ves con posibilidades de alcanzar el podio en Rio 2016?

R: [Risas] Todo es posible. Pero aún queda mucho. Pueden pasar muchas cosas en tres años aunque lo prepararé a conciencia.

P: Si en septiembre le dan los Juegos Olímpicos a Madrid, ¿te ves compitiendo con 25 años?

R: No lo sé todavía. Espero que sí, pero queda mucho tiempo.

P: Hace unos meses en Marsella probaste a hacer seis pruebas en muy pocos días, ¿cómo te sentiste?

R: Muy a gusto. Iba con muchas ganas porque sabía que aquella competición me podía dar confianza o seguridad. Depende de cómo saliera de allí iba a estar ahora más tranquila o más nerviosa. Tenía ganas de que me saliera bien para ir más tranquila al Open de Pontevedra. Porque además me pondría nerviosa con toda la gente que iba a venir. Al final me salió bien porque lo afronté bien psicológicamente.

P: Cambiando de tema, ¿a qué dedicas tu tiempo libre fuera del agua?

R: No tengo mucho tiempo libre [risas]. La mayoría lo uso para descansar, porque estoy ‘reventada’ todo el día. Si no, aprovecho para estar un poco con la familia, con amigos, ir a dar una vuelta, pero… es que no tengo mucho tiempo libre.

P: ¿La natación es un deporte que desgasta mucho?

R: Yo diría que sí. Con todas las horas que te pasas dando vueltas de un lado al otro piensas muchísimo. Como no seas fuerte psicológicamente, lo pasas mal.

P: ¿Qué tal con tu entrenador, ‘Pepín’ Rivero? [La entrevista se realizó antes de que el técnico dejase Pontevedra y fichase por el club asturiano CN Santa Olaya]

R: Ahora mismo bien, ahora mismo bien… [suspira].

P: ¿Hubo momentos peores?

R: El año pasado estaba nervioso por el tema de la mínima para los Juegos y fue un año duro. Él estaba nervioso y yo también porque tenía presión de querer hacer el tiempo exigido sí o sí. Sin duda, fue un año duro.

P: ¿Te ves entrenando fuera de España como otros españoles o no te lo planteas?

R: Podría ser una opción, todavía no lo sé.

P: ¿Crees que en España se les da a los nadadores el reconocimiento que se merecen?

"Aquí le dan mucha importancia al fútbol"

R: Creo que no y parece que todo va a seguir igual. Espero que cambie, aquí le dan mucha importancia al fútbol. Cuando fuimos a Francia 'flipábamos'. El mitin de Marsella no era muy importante y además casi no había nadadores de allí. Aun así, cobraban entrada y la piscina estaba llenísima. En el Open cobras entrada y no viene nadie, básicamente.

También tienen animadores, se lo pasan muy bien. En el Campeonato de Europa de piscina corta de esta temporada estábamos aún calentando y ya había una persona animando a todo el mundo, la gente bailaba en las gradas… se lo pasaban genial. Es impresionante, ojalá pasara aquí.

P: ¿Tus hermanas Carmen y Lara se aficionarán también a la piscina?

R: Carmen, la mediana, se pasó ahora a triatlón y está muy contenta. Lara, que se parece más a mí —lo dice ella—, aún no le cogió el gusto, está en la época de pasar de todo. También hace hípica y dice que quiere ir a los Juegos por hípica.