Seguimos analizando las dos últimas partes del documental sobre la vida de Derek Boogaard "PUNCHED OUT" , un artículo que podemos ver en inglés en la página del New York Times.

El Club de la lucha:

En esta primera parte empieza con su primera pelea en la NHL. Con un solo puñetazo ya era de preveer que iba a ser de los chicos más duros de la NHL. Así lo fue demostrando partido tras partido. Jonh Scott y Todd Fedoruk hablan sobre él. Jonh Scott :"Era terrorífico, sabías de su potencial, con un solo puñetazo te podía dejar fuera toda la temporada, sólo un puñetazo podía destrozar tu cara". Su mote en la nhl sería "Boogey man" .

Jonh Scott :"Era terrorífico, sabías de su potencial, con un solo puñetazo te podía dejar fuera toda la temporada, sólo un puñetazo podía destrozar tu cara"

Scott explica el papel de los enforcers en la NHL "No va tanto sobre tener peleas como sobre proteger a los jugadores de tu equipo, sabes que si les haces algo vas a tener que pagar un precio por haberlo hecho". Jeremy Clark, preparador fisico y amigo de la familia explica lo difícil que es desempeñar el rol de enforcer en la NHL "Estás pensando en la competición, en los siguientes partidos, tienes que pelear, volver, hacer equipo, presionar, luego sacarse fotos con los niños....así durante 80 partidos"

Un momento muy especial en su carrera fue en un partido de playoffs contra Anaheim. La situación en el hielo era tensa y cortante, el público pedía como locos a Boogaard en el hielo, 18 mil personas coreando su nombre hasta que salió al hielo, su sola presencia hizo calmar los ánimos de los patos al instante.

Todd Fedoruk "Mentalmente tienes que ser muy fuerte, tienes que estar preparado, para recibir golpes, para quedar KO, para salir herido". El lo debía saber mejor que nadie pq en una pelea con el mismo Boogaard finalizó con el pómulo roto, necesitando cirujia maxilofacial y 4 placas de metal. Le había desplazado completamente el pómulo de sitio con solo un puñetazo. Mentalmente afectó mucho a su carrera ya que después de la reconstrucción de su cara estaba preocupado por no llevar más golpes en la zona y su carrera terminó pocos años después.

Para Boogaard todo eran buenas críticas, estaba en la cima de los enforcers, pero las lesiones comenzaron a llegar, laceraciones en la mano, dislocaciones de hombro mal curadas, y en una pelea con el entonces jugador de los flames, Eric Godard, llegó su primera conmoción cerebral "oficial". Para él las lesiones del tipo que fueran eran muy poco precio a pagar para la fama y la relevancia que tenía en la NHL, firmaba autógrafos, su jersey era uno de los más vendidos...no quería dejar la élite de ninguna manera.

En el 2009 en otra pelea lesiona completamente su hombro, sólo 3 meses después de cirujía y rehabilitación vuelve al hielo. El tenía una gran tolerancia al dolor normalmente, pero los Wild se dieron cuenta que Boogey ya era un adicto a los analgésicos, ya que gracias a ellos volvía mucho más rápido al hielo a seguir compitiendo. Su hermano Aaron explicaba que debido a su tamaño, Boogaard generalmente tenían que tomar cantidades adicionales de pastillas para que estas tuvieran efecto."Muchas veces tomaba 30 pastillas en un par de días, tomaba 8 ó 10 de una tacada para sentirse bien", se gastaba miles de dólares en pastillas, sobre todo oxycotin para prolongar el efecto de los analgésicos.

. Estaba a punto de terminarse su contrato en los Wild. Con varias roturas de nariz, de hombro y algunas conmociones cerebrales, Boogaard tenía la última oportunidad para conseguir un buen contrato en su partido contra St Louis cuando peleó con Dj King. Después de un buen combate y con el público enfervorizado, Boogey dejó el hielo con otra rotura de nariz.

Boogaard tras su combate con Dj King

Los Wild le ofrecieron un contrato por el doble de su salario. Los Rangers y Edmonton le ofrecieron 1.5$ por temporada y pese a que la familia quería que se mudase a Edmonton para estar más cerca de él, Boogaard eligió los Rangers con un contrato de 4 temporadas y 6.5 millones de dólares. Con él se llevó su adición a los analgésicos.

Golpe final:

Boogaard llegó a la gran manzana con 300 libras (140 kg), 40 libras (18 kg) por encima de su peso oficial. Malas noticias para los Rangers que temían que su eficacia disminuyese, y que por tanto, tendría más probabilidad de ser lesionado en las peleas

El padre, Len Boogaard, veía a su hijo apático, sin interés y creía que podía haber vuelto a recaer en su adicción a los analgésicos. Boogard parecía sin fuerzas y más lento cada vez. Seguidores de los Rangers coreban su nombre en un partido en casa al derrotar al enforcer de Edmonton Steve MacIntyre . En una segunda pelea durante el partido, MacIntyre le rompió la nariz, probablemente causando en Boogaard otra conmoción cerebral.

Un mes más tarde, Boogaard sufrió una conmoción cerebral que puso punto y final a su temporada en una pelea con Matt Carkner de Ottawa . Carkner golpeó primero y Boogaard, en lugar de intentar devolver los golpes, apartó la mirada.

Boogaard jugó 22 partidos con los Rangers, anotando un gol y dos puntos, y registrando 45 minutos penalizados . El equipo atribuyó su bajo rendimiento a una lesión en el hombro, para luego añadir que estaba experimentando dolores de cabeza. Fue colocado en injury reserve (lista de lesionados) para el resto de la temporada, y los Rangers lo enviaron a su apartamento de Manhattan para que tratase su síndrome post conmoción. Mientras su padre estaba preocupado por sus dolores crónicos de espalda, sus contínuas roturas en la mano algo dentro del cerebro de Boogey estaba deteriorandose rápidamente.

Aislado en su apartamento de Manhattan Boogaard gastaba miles de dólares en comprar analgésicos para recuperarse y en llamadas de teléfono. Los síndromes post conmoción producen vómitos y mareos, la visión de luz puede provocar mareos e inestabilidad. Boogey encerrado en el apartamento llamaba por teléfono mientras tomaba analgésicos, a tal punto llegó su obsesión con el teléfono que la factura de su teléfono móvil de Febrero del 2011 constaba de 222 páginas y 13724 mensajes de texto.

Los que lo visitaban notaban cambios en su personalidad, caracter oscuro, depresivo y aunque Boogaard bromeaba con sus recientes pérdidas de memoria por los golpes recibidos, a veces lloraba desconsolado por no poder volver al hielo, todo estaba indicando que eso era la antesala del final.

Volvió al hielo para realizar entrenamientos ligeros en marzo, pero se derrumbó mientras patinaba en cuestión de días. Los Rangers lo enviaron de regreso a California para la rehabilitación. Aarón Boogaard, que visitó a su hermano allí, dijo que los dos pasaban días relajados en la playa, mientras que Derek se saltaba las reuniones y las sesiones de terapia.

En mayo, a Boogaard se le conceden días libres para asistir a la graduación de su hermana en la Universidad de Kansas . Él y Aarón de nuevo viajaban de California a Minneapolis ya planeando pasar unos días junto con Ryan, el otro hermano Boogaard.

Boogaard y sus amigos fueron a un parrillada a cenar, donde Boogaard tomó 6 Bloody Marys. Ya había tomado analgésicos antes de salir de casa. Después de cenar fueron a tomar algo por los bares de la zona y Boogey siguió bebiendo algunas copas más. Más tarde volverían a casa a descansar, su hermano Aaron lo dejó durmiendo en su cama.

Asumiendo que su hermano todavía estaba de resaca porque veía que seguía en la cama, Aaron dijo que iba a recoger Ryan en el aeropuerto. Cuando regresó con Ryan, vio que el cuerpo de Derek no se movía.Derek Boogaard había muerto. El posterior análisis forense determinó que el alcohol y la oxicodona lo habían matado, seguramente habría muerto al cerrar los ojos ese mismo día por la noche.

Posteriormente, su familia estuvo de acuerdo en donar su cerebro a la Facultad de Medicina Universidad de Boston que estudia el cerebro de los atletas en deportes de alto contacto. Ellos estaban especialmente interesados en el cerebro, y determinaro que Boogaard tenía una enfermedad degenerativa llamada encefalopatía traumática crónica (CTE), que sólo se puede diagnosticar después de la muerte.

Dos meses más tarde, el médico Ann McKee dijo a la familia en una conferencia telefónica que Boogaard efectivamente había sufrido este tipo de enfermedad, que existían daños importantes en su tejido cerebral. Su CTE era más avanzada que la de otro ex jugador de la NHL, Bob Probert , otro enforcer que había muerto recientemente a la edad de 45 años, y que probablemente si no hubiera muerto hubiera sufrido una demencia.


Después de que su cerebro fue devuelto, el cuerpo de Boogaard fue incinerado. Su madre guarda las cenizas en un santuario informal de su hijo en su casa en Regina. La temporada siguiente, el homenaje de los Wild a Boogey ​​fue un video destacado y un minuto de silencio. Su familia se presentó con flores, una pintura de Boogaard y una camiseta enmarcada en el centro de la pista.

El reportaje termina con una entrevista a Gary Bettman sobre las peleas y lo potencialmente perjudicial que es poner a un niño de 15 años a dar y recibir golpes a lo que Bettman responde "las peleas en hockey no están permitidas, se sancionan"