España volvió a brillar en Ceuta, en el pabellón Guillermo Molina, ante la que será la anfitriona el año próximo del europeo de selecciones. Los hombres de Venancio superaron con comodidad a sus adversarios, al anotar dos goles en las dos primeras llegadas. El primero, de estrategia, lo marcó Carlos Ortiz y Matamoros, acto seguido, subió el 2-0 al electrónico.

Con el resultado del partido del lunes aún fresco en la memoria de los protagonistas, Bélgica se repuso y recortó distancias por medio de Chaibai, con un fuerte disparo al que nada pudo hacer Jesús Herrero. Sin embargo, España frenó cualquier atisbo de remontada y con dos tantos de Borja, en sendos contragolpes, amplió la renta a tres tantos, diferencia que se ampliaría con el de Aicardo, al rematar a la red un servicio desde la esquina.

Tras la reanudación, Bélgica aumentó la intensidad y defendió con más agresividad, dentro de los límites deportivos, dificultando en exceso las transiciones de los locales. No obstante, la 'roja' volvió a anotar. Neukermans, uno de los peligros activos de los belgas, introdujo el balón en su propia portería, a falta de poco más de diez minutos para el final. 

Rafa Usín, en los momentos posteriores, consiguió perforar la puerta en dos ocasiones más para situar un 8-1 en el marcador imponente, quizás un tanto abultado, pero que dejaba patente la superioridad española. Neukermans se repuso de su error y, a falta de cuatro minutos, anotó el segundo para su selección, con el que se cerró el partido, al culminar una jugada con superioridad.

España, por tanto, finaliza la serie de dos amistosos con sendas victorias y con un balance favorable de 13 goles a favor y 4 en contra. Pese a las bajas de jugadores importantes, como Lozano o Miguelín, el combinado nacional ha demostrado una imagen sólida, que garantiza un esperanzador futuro.  

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