Ya es una realidad, la despedida de Diego Blanco del fútbol sala de élite. El jugador catalán, apodado como el ‘abuelo de la LNFS’, puso fin a 20 años de éxitos con una derrota contra Marfil, pese a disponer de un 3-1, en el último minuto. El catalán, que no hizo ningún tipo de declaración sobre el partido, habló de su paso por Peñíscola y de su futuro.

Diego: "He cumplido mi promesa"

"Me siento contento, y triste a la vez por la derrota. Lo que me ha dado este deporte es mucho, tanto a nivel deportivo como personal. Es muy emotiva una despedida como ésta. No esperaba alargar tantos años mi carrera, pero es un orgullo cumplir mi promesa de cuando estaba en Nacional A, de retirarme en Primera División”, comentó.

En la última temporada, en la que no ha podido aportar todo lo que le hubiera gustado debido a una pubalgia, Diego asegura que “en los dos últimos años, pese a que la familia estaba lejos, he estado como en mi casa en Peñíscola. Ha sido duro, pero he pasado un tiempo maravilloso, con jugadores como Migue -el año pasado- y Juanqui, mi chiquitín, y Maza, que tiene un corazón enorme. Me llevo con todos genial”.

Recordó, así por encima, sus anotaciones en su trayectoria, de la cual afirmó que “he marcado alrededor de 400 goles como profesional, aunque es difícil acordarse de todos. Recuerdo muchos partidos, muchos detalles. Nunca olvidaré el gol que le hice al Barcelona, por la trascendencia y la bella factura, si me tengo que quedar con alguno con el Peñíscola”.

Diego: "Quiero trabajar la base" Ya por último, Diego Blanco expuso sus planes de futuro: “mi vida, a partir de ahora, seguirá estando vinculada al fútbol sala. Me tomaré un tiempo, dos o tres meses, para desconectar porque lo necesito. Me voy a sacar los dos niveles de entrenador que me quedan, pero no para entrenar en Primera, sino trabajando con niños, con la base. Puede que monte una escuela en Terrasa para el año que viene”.

“Me quería despedir con una dedicatoria para todos, pero no ha podido ser. Me quedo con la dedicatoria de todos los compañeros que, tras el gol, han venido a celebrarlo conmigo. Gracias a todos por este tiempo y por el cariño que he recibido”, concluyó el goleador, el día que nació su leyenda.