23 de mayo de 2004, una fecha que muchos benicarlandos guardan en el recuerdo para siempre. El Benicarló Fútbol Sala, entonces ‘Povet.com’ por motivos de patrocinio, jugaba en Albacete el tercer partido de una fase de ascenso en la que ya había ganado los dos primeros partidos. Los de Andreu Plaza no fallaron ese domingo, como tampoco habían fallado durante una larga temporada de 34 partidos de los cuales ganaron 31. Tampoco falló la afición ‘cadufera’ desplazada en masa a la ciudad manchega para poder vivir en directo el sueño del ascenso, tan peleado durante los años anteriores.

Se hizo realidad después de muchos años de trabajo por parte de directiva y cuerpo técnico, jugadores y afición, todo un mismo bloque que remaba en la misma dirección, “todos juntos a la División de Honor” como rezaba el cántico en el Municipal de Benicarló cada domingo. Todo tras una una larga temporada en la que el equipo azul arrolló a todos sus rivales, pasando por conjuntos ahora en la élite como el FC Barcelona o el Manacor. Los de Andreu Plaza se clasificaron con facilidad para la fase final, tras lograr en temporada regular 80 de los 87 puntos posibles, con un balance de 26 victorias, dos empates y una derrota, con 182 goles a favor y 64 en contra. Un equipo de nivel de División de Honor jugando y compitiendo en Plata con humildad y sacrificio.

En los Playoffs, el Ocaña Puertas Uniarte no fue rival ni en el primer partido ni en el segundo. El Povet Benicarló, en la ronda definitiva, tampoco perdonó a un Albacete que lo intentó, pero que acabo cayendo en por un 3 - 0 en la eliminatoria que daba muestras de la superioridad del equipo cadufero en la competición. Con el 2 - 4 en la ciudad manchega se cumplía el sueño: el equipo “de pueblo” tocaba el cielo.

Un largo camino

El ascenso del 23 de mayo de 2004 fue la consecución de un logro que se alcanzó tras muchos años de trabajo, sobre todo por parte del presidente de la entidad, Chimo Bel. El dirigente cadufero se empeñó en llevar al equipo de fútbol sala de la ciudad a División de Honor a toda costa, aunque ello tuviese que suponerle problemas económicos y personales. Bel asumió el control del club con su refundación como “Fútbol Sala Baix Maestrat” en 1995, con el equipo en 1ª Nacional B. Los primeros logros del nuevo proyecto no tardan en llegar, como fueron el ascenso a 1ª A, el subcampeonato de España juvenil y el título en la Copa de España de 1ª Nacional.

El entonces equipo ‘Proyastec’, entrenado por Eduardo García Belda ‘Miki’ y liderado por el futuro jugador de Playas de Castellón, Josema García, consigue el ascenso a División de Plata en 1999. Con el proyecto cada vez más consolidado y con estos dos en el Valencia Vijusa, el equipo se construye con el objetivo de asegurar la permanencia en Plata. A Benicarló llegan jugadores como Iván Astillero o ‘Chelete’ jugadores que se ganaron el cariño de la afición. Dirigido por el jugador-entrenador Quique Fabregat, el Proyastec acaba en un notable 5º puesto.

Al año siguiente, pese a los rumores que lo situaban fuera del club, Chimo Bel inicia un ambicioso proyecto bajo el nuevo patrocinio de ‘Povet.com’. El equipo mantuvo el bloque y se reforzó con jugadores como Manolín y brasileños como Felipe Ribeiro o Rafael Curí. Al mismo tiempo, comienza a despertar en la ciudad curiosidad por saber qué pasa cada sábado en el pabellón municipal. De una media de 500 aficionados se pasa a más de 1.000 y con el ‘efecto llamada’, se produce cada vez más una mayor asistencia al pabellón cadufero. Se producen además los primeros desplazamientos masivos, como uno a la pista del líder, el Andorra, donde el Povet pierde pese al apoyo de sus fieles aficionados.

El conjunto de Quique Fabregat no cumple las expectativas y se queda fuera del Playoff de ascenso.

Nuevo revés

Chimo Bel no se iba a rendir tan fácilmente y de cara a la temporada 2001/2002, contrata a Andreu Plaza como entrenador y refuerza la plantilla con brasileños de contrastada calidad como Lucio, Wallace o Andresinho, que se sumaban a los Astillero, Chelete, Chus o Rubén Moya. La afición se vuelca con el equipo y llena el pabellón con cerca de 2.000 aficionados que llevan en volandas a los jugadores hacia el primer Playoff de su historia. En un competido grupo B, el Povet queda primero por delante del Foticos Zaragoza y el Movistar Maxon de Montcada i Reixach.

El pabellón benicarlando vive la primera gran eliminatoria ante Castro Urdiales, serie en la que los cántabros se adelantaron 1 - 0 al vencer en casa en la tanda de penaltis, seguida desde el Bajo Maestrazgo por miles de aficionados gracias a la narración en directo de la Cadena SER, ya que por aquel entonces, era una utopía pensar en Internet. Con un Municipal de Benicarló “lleno hasta la bandera”, con un centenar de aficionados cántabros, el Povet le da la vuelta a la eliminatoria tras ganar los dos partidos en casa.

La gesta no se pudo completar, y los benicarlandos cayeron en la última eliminatoria ante el potente Café Candelas de Lugo (4-5 y 8-4).

El proyecto había sufrido su segundo revés consecutivo, aunque Chimo Bel insistió un año más manteniendo la confianza en el cuerpo técnico e incorporando a jugadores de la experiencia de Tito García Sanjuán o Antonio Vadillo a mediados de temporada, hombres que pasarían a la historia del club durante los próximos años. En esa campaña 2002/2003 se añadía la dificultad de que el equipo de fútbol sala de Montcada pasaba a ser propiedad del RCD Espanyol que potenciaba el equipo para colocarlo en División de Honor junto con el FC Barcelona.

Los dos mantuvieron un mano a mano por el liderato, que se terminó llevando el conjunto benicarlando en el tramo final de temporada. De nuevo en los Playoffs, como campeones de grupo y contra un rival a priori asequible como el Autos Lobelle. Además, el equipo había ganado su primera Copa Generalitat al ganar en casa a todo un Campeón de Europa como el Playas en un abarrotado y entregado Pabellón Municipal.

El Povet se volvió a quedar fuera de la División de Honor, esta vez por la vía rápida, 3-1 y 2-5. Todo parecía perdido y en Benicarló muchos comenzaban a creer que nunca se acabaría logrando el sueño del ascenso. Era el momento de abandonar o pensar en un último intento: “A la tercera será la vencida”.

A la tercera va la vencida

Bel realizó la mayor apuesta en los últimos años, con una renovación a la plantilla a la que llegaron David Herráiz, ‘Fofi’, Sánchez Cava, Sergio, Javi Couceiro y dos ‘cracks’ brasileños que rechazaron ofertas de División de Honor para jugar en Benicarló: Acidesio y Minhoca. Se sumaban a los Chelete, Tito Gª Sanjuán, Vadillo, Abel Macías y Juanito, dirigidos por Andreu Plaza, quien tampoco quería irse sin dejar al equipo en Honor.

Pronto se vio que este Povet era un equipo muy superior al resto en la categoría. Los rivales iban pasando por el Municipal de goleada en goleada. 18 puntos de 18 posibles para comenzar el campeonato, incluido un 5 - 3 al Caspe tras ir 0 - 3 al descanso, liderato en solitario y un largo camino por delante donde había que mantener la regularidad y no fallar en el Playoff. En Montcada llegó (5-2) la única derrota del equipo en toda la temporada. Se sucedieron las victorias sin mayores dificultades y el equipo sumó 80 de los 87 puntos posibles.

De nuevo en los Playoffs, donde esta vez, no se falló. El primer rival era el Ocaña Puertas Uniarte, equipo manchego que se había clasificado ‘in extremis’ para la fase. De los 400 espectadores en el pequeño pabellón de Ocaña, 200 eran benicarlandos. Toda una declaración de intenciones, después de recibir a los jugadores dos horas antes con cánticos, banderas y bufandas. 0 - 4 del equipo de Andreu Plaza y eliminatoria sentenciada en casa a la semana siguiente con otro contundente 8 - 3 antes de jugar contra el Albacete.

Un sueño hecho realidad

El Povet iniciaba el paso definitivo hacia la División de Honor contra el equipo manchego, que a su vez había eliminado al Andorra. Con presencia de aficionados albaceteños en un lleno Pabellón Municipal, la historia parecía volver a repetirse. El equipo visitante sorprendió con un 1 - 3 en los primeros minutos de partido. Sin embargo, el equipo de Andreu Plaza le dio la vuelta al partido con una épica remontada en la segunda mitad. Aparecieron los ‘cracks’ Acidesio (mejor jugador de División de Plata) y Minhoca cuando más se les necesitaba, y el Povet ganó 6 - 3 para alegría de los casi 2.000 benicarlandos que llenaban el pabellón.

La eliminatoria y 300 aficionados caduferos viajaron a Albacete al sábado siguiente, 22 de mayo, para ver a su equipo ponerse a las puertas de la gloria. El equipo de Andreu Plaza, en un partido muy disputado, colocó el 2 - 0 en la eliminatoria al mejor de cinco, tras vencer por 4 - 6 después de un gol decisivo de Chelete a seis minutos para el final y dos dobles-penaltis transformados por un Acidesio infalible.

23 de mayo, una fecha para recordar

24 horas después del segundo partido llegaba la cita definitiva. El ambiente entre los aficionados desplazados a Albacete hacía presagiar que lo mejor estaba por llegar. El equipo cadufero, después de dos decepciones consecutivas, no iba a fallar en esta ocasión. Acidesio marcó los dos primeros goles para un total de ocho en la eliminatoria, antes que los locales acusasen el cansancio y bajasen los brazos ante la superioridad de su rival castellonense. Vadillo y Couceiro marcaron los otros dos tantos que pasaban para siempre a la historia de este humilde club del Bajo Maestrazgo. Al final del partido, invasión de campo y lágrimas de alegría por hacer realidad un sueño que había costado mucho de lograr.

Al mismo tiempo, enfrente del Ayuntamiento de Benicarló, tracas, bufandas y banderas para celebrar el ascenso y preparar la recibida a los héroes a altas horas de la madrugada. El capitán del equipo, Chelete, declaraba: “Estoy en una nube. Nos va a costar asimilarlo, ya que es algo que siempre hemos soñado. Siempre hemos sabido ir paso a paso, partido a partido y así hemos conseguido esta meta tan deseada durante los últimos años”.

Por su parte, el técnico Andreu Plaza, se mostraba así de orgulloso: “Me quedo con la imagen de ilusión de todo un pueblo, con la ilusión de mucha gente que ha puesto su tiempo, su dinero, sus gargantas, su corazón…Esto es algo que en este deporte uno no está acostumbrado. Me voy impresionado de la afición”.

Una celebración por todo lo alto, culminada con un partido de homenaje a la mejor afición de España contra el Sporting de Lisboa puso fin a una temporada mágica, que se cerró con la celebración de todos los jugadores en el balón del Ayuntamiento.

Benicarló en la élite

El club había logrado su objetivo, estar en División de Honor, aunque ahora quedaba lo más difícil, mantenerse en la élite. Chimo Bel inició otro ambicioso proyecto con refuerzos como los de Nano Modrego u Óscar Redondo para lograr la permanencia, al mismo tiempo que se mantuvo el bloque del ascenso aunque Taxio Gutiérrez cogió el testigo de Andreu Plaza en la dirección del equipo. El pueblo se volcó aún más con el equipo, con desplazamientos masivos como el de Castellón, con 800 benicarlandos viviendo en directo la goleada al Playas en el pabellón Ciutat de Castelló.

Lejos de sufrir, el equipo fue de menos a más y acabó en una meritoria quinta posición, aunque cayó derrotado en los Playoffs contra el ‘todopoderoso’ Polaris World Cartagena. En 2006, al equipo no le fueron tan bien las cosas, y ni el regreso de Eduardo Belda ‘Miki’ salvó al equipo del sufrimiento. Una durísima y polémica eliminatoria por la permanencia contra el Boadilla certificó la permanencia del equipo cadufero un año más en División de Honor.

El equipo se renovó por completo para 2007, temporada en la que se regresó a los Playoffs por el título. El Povet, además, debutó en la Copa, aunque no pudo eliminar al Móstoles en cuartos. Se eliminó al Navarra tras caer en casa en los penaltis en el primero e igualar la serie fuera, aunque Boomerang Interviu fue demasiado rival en semifinales.

El Benicarló volvió a Playoffs en 2008, como tercer clasificado en temporada regular, aunque en los Playoffs fue eliminado en cuartos por el aún no tan ‘todopoderoso’ FC Barcelona. En 2009 fue Lobelle quien dejó fuera de los cuartos al equipo de ‘Miki’. Sin embargo, la crisis económica comenzó a cobrarse sus víctimas, y Benicarló fue una de las muchas en el mundo del deporte español.

En 2010, el equipo se terminó salvando en la última jornada con la derrota del Zamora en Santa Coloma. Las deudas provocaron la salida del gran artífice del sueño, Chimo Bel, que daba paso a una junta gestora que, con Juanlu Alonso como entrenador, aún pudo escribir una última página gloriosa en la historia del club castellonense.

Un equipo más modesto con muchos jugadores jóvenes y con un presupuesto reducido logró meterse en Playoffs como séptimo clasificado. Allí se logró una de las grandes hazañas de la historia del club, eliminar a El Pozo Murcia por la vía rápida en cuartos, después de ganar la tanda de penaltis en Murcia en el segundo partido.

La suerte no estuvo del lado de los caduferos en semifinales, pues Caja Segovia ganó los dos partidos por la mínima y en la prórroga. El club iniciaba después su último proyecto en la élite. Ahogados por las deudas, los directivos se vieron obligados a dar de baja al equipo a mediados de temporada. Se puso fin así a una historia que acababa de la peor forma posible pero que ningún benicarlando olvidará nunca.

Bibliografía: "Historia del Deporte Benicarlando", Gregorio Segarra | "2004, un año para el recuerdo. Anuario del deporte benicarlando". Gregorio Segarra y Vicente Ferrer.

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Sobre el autor
Adrián Octavio Senar
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