A finales de los años setenta el balonmano cambió de dueño. El periodo dictatorial de Rumanía llegó a su fin y otras selecciones accedieron al trono. En los tres Mundiales que tuvieron lugar antes de los años noventa tres grandes potencias políticas y deportivas triunfaron en el balonmano: la República Federal Alemana en 1978, la Unión Soviética en 1982 y Yugoslavia en 1986.

Fueron además tres Mundiales que se disputaron en lugares relativamente cercanos. La IHF seguía eligiendo el centro de Europa para sus grandes campeonatos. Esta vez fueron, respectivamente, Dinamarca, Alemania Occidental y Suiza las elegidas para albergar los nuevos Campeonatos del Mundo.

Dinamarca 1978

El mejor balonmano del mundo se jugaba en Alemania. Los clubes germanos dominaban Europa y se repartían año tras año el título de campeón de la Copa de Europa.

Sin embargo, sus selecciones no conseguían dar el do de pecho en un Mundial. Bien es cierto que en las últimas ediciones la selección de Alemania Oriental se había quedado a las puertas de la victoria, pero la realidad era que los germanos no ganaban el Campeonato del Mundo desde la primera edición de 1938. El combinado de Alemania Occidental había conseguido muy malos resultados en los últimos tiempos, pero todo iba a cambiar en Dinamarca.

De nuevo se eligió el formato de grupos para la primera y la segunda ronda y acceso directo a la final de los dos primeros. España volvió a tomar partido, pero de nuevo su participación terminó pronto.

En la primera fase la República Federal Alemana y Yugoslavia se clasificaron en el grupo A, dejando fuera a una selección dura como Checoslovaquia. Mientras, en el grupo B hubo una lucha encarnizada entre Rumanía, República Democrática Alemana y Hungría, que terminó en triple empate. El 'gol average' dejó fuera a los magiares.

Por su parte, España quedó encuadrada con la Unión Soviética, Dinamarca e Islandia. Los españoles sólo consiguieron ganar a estos últimos y no pudieron con la URSS y con los anfitriones, que pasaron a la siguiente ronda. Polonia y Suecia fueron las selecciones clasificadas en el grupo restante.

El 'gol average' clasificó a la República Federal Alemana y la Unión Soviética para la final

La segunda fase fue muy pareja. En el grupo 1 cayeron la RFA, la RDA, Yugoslavia y Rumanía. Se arrastraban los resultados de la primera fase, por lo que las dos Alemanias llegaban con ligera ventaja. La igualdad fue máxima, tanto que todos los enfrentamientos del grupo terminaron en empate, salvo la victoria de Rumanía sobre Yugoslavia por un solo gol de renta. Con estos resultados y gracias a la diferencia de goles, Alemania Occidental conseguía pasar a la final, mientras que Alemania Oriental lucharía por el bronce.

En el segundo grupo la URSS y Dinamarca, que llegaban igualadas a esta fase tras su empate en primera ronda, vencieron en sus compromisos con Polonia y Suecia, por lo que también tuvieron que acudir al 'gol average' para decidir el finalista. Por dos goles de diferencia la Unión Soviética conseguía el pase a la gran final, mientras que los daneses debían conformarse con luchar por el bronce.

Finalmente Dinamarca no pudo cumplir su sueño de subir al podio en casa porque perdió el bronce contra Alemania del Este, por un claro resultado de 19-15.

Revive los mejores momentos de la final del Mundial 1978

Los alemanes aprovecharon la ausencia de la regla de juego pasivo para asegurar la victoria

La gran final fue mucho más emocionante. El Brondby Hall de Copenaghe se vistió de gala y acogió a 7.000 espectadores para vivir un gran partido entre alemanes occidentales y soviéticos. El partido no decepcionó y terminó con victoria alemana por 20-19. La regenerada Alemania Occidental, entrenada por el yugoslavo Vlado Stencl, aprovechó un resquicio en el reglamento para obtener la victoria. Por aquella época no existía el juego pasivo y los alemanes protagonizaron en el tramo final de encuentro ataques de más de tres minutos de duración para asegurar la victoria.

En ese equipo alemán jugaban mitos como Heiner Brand, Erhard Wunderlich o Joachim Deckarm. Los máximos goleadores del campeonato fueron también grandes conocidos como el zurdo polaco Jerzy Klempel o el húngaro Peter Kovacs, ahora prestigioso entrenador.

Clasificación final Mundial 1978
1 República Federal Alemana
2 Unión Soviética
3 República Democrática Alemana
4 Dinamarca
5 Yugoslavia
6 Polonia
7 Rumanía
8 Suecia
...
10 España

En el Mundial de 1978 destacó uno de los jugadores más impactantes de la historia, que posteriormente protagonizó una trágica historia. Joachim Deckarm era un lateral de gran físico y potente lanzamiento y lideró a su selección en el Mundial de Dinamarca. Pero todo tornaría en desgracia un año después, cuando jugando con su club, el Gummersbach, tuvo un fortuito choque con el húngaro Lajos Panovics y en la caída su cabeza golpeó violentamente contra el suelo de cemento de la época.

Un choque fortuito casi acaba con la vida de una estrella, Joachim Deckarm

La vida de Deckarm estuvo cerca de llegar a su fin, pero tras 131 días en coma el luchador alemán recuperó la consciencia. Su carrera había acabado prematuramente y tuvo que aprender de nuevo a andar, a leer y a escribir. Aunque todavía hoy tiene dificultades para moverse y necesita ayuda en su vida diaria, lleva una vida relativamente normal y tiene una fundación con su nombre. El que lo tenía todo para ser una leyenda del balonmano terminó siendo un ejemplo de superación.

La historia de Joachim Deckarm

República Federal Alemana 1982

Tras su victoria cuatro años antes, la RFA se convertía ahora en la anfitriona del Mundial, con toda la intención de repetir en casa. Dieciséis equipos se desplazaron hasta allí, entre ellos nuevos y exóticos invitados como Kuwait o Cuba. El formato sufrió un cambio y, aunque la primera ronda seguía consistiendo en cuatro grupos de cuatro selecciones, en esta ocasión las tres primeras de cada grupo accedían a la segunda ronda. Se cruzarían en ella los grupos A y C por una parte y B y D por otra. Además, se arrastraban los resultados de la primera fase.

Al grupo 1 se clasificaron la Unión Soviética, Alemania Occidental y Checoslovaquia, por una parte, y Alemania Oriental, Polonia y Suiza, por otra. Los soviéticos fueron los únicos que lo hicieron impolutos, mientras la RDA y Polonia se dejaron un punto cada una al empatar en su partido. En la segunda fase la URSS continuó con su imparable camino y venció a todos sus rivales para meterse en la final. Las dos selecciones alemanas y la polaca no pudieron luchar por más que la segunda plaza de grupo. Terminaron empatadas con cinco puntos y Polonia se impuso por diferencia de goles.

España hizo una gran primera fase, pero no pudo rematar en la segunda y quedó fuera de los puestos de honor

En el otro lado del cuadro, España parecía tomar ventaja tras la primera fase, pues pasaba con tres puntos. Mientras tanto, Yugoslavia, Rumanía y Dinamarca lo hacían con dos puntos, al igual que Hungría, dejando a Suecia última con un solo punto. Pero los partidos de la segunda fase dejaron a los españoles en la estacada. Aunque ganaron a Rumanía, perdieron en partidos ajustados con Yugoslavia y Dinamarca y se despidieron del sueño. Ese sueño de disputar la final lo convertiría en realidad el combinado yugoslavo, que se clasificó por 'gol average', pues terminó empatado con el de Dinamarca.

En el partido por el bronce Polonia se impuso a la selección danesa por un solo gol de diferencia y se colgó su primera medalla en un Mundial.

La final tuvo un color, el rojo de la Unión Soviética. Aunque Yugoslavia comenzó el partido entonada, el partido se decidió en la prórroga. En ella los soviéticos terminaron imponiendo su defensa. Los balcánicos chocaron contra el famoso 6:0 de la URSS, plagado de torres y difícilmente superable por el centro. El resultado final de 30-27 daba el título al equipo de Anatoliy Yevtushenko. Por primera vez la URSS, apoyada en su central y gran goleador Vladimir Belov, se proclamaba campeona mundial de balonmano.

Así fue la final entre la URSS y Yugoslavia, que necesitó de prórroga para dirimir vencedor

Clasifiación final Mundial 1982
1 Unión Soviética
2 Yugoslavia
3 Polonia
4 Dinamarca
5 Rumanía
6 República Democrática Alemana
7 República Federal Alemana
8 España

Suiza 1986

El último mundial de los ochenta se disputó en tierras helvéticas. La selección de Yugoslavia llegaba herida después de lo ocurrido cuatro años antes en Alemania. Su club más fuerte, la Metaloplastika de Sabac, era el mejor equipo del mundo y estaba haciendo historia. Había ganado las dos últimas Copas de Europa, una de ellas frente al Atlético de Madrid. Veselin Vujovic era el jugador del momento y tenía entre ceja y ceja el título mundial. Además, sus compañeros de club y de selección, el pivote Veselin Vukovic, el portero Mirko Basic y el lateral Mile Isakovic completaban un equipo temible.

Ese grupo de jugadores había conseguido el oro olímpico en los Juegos de Los Angeles 1984, pero Yugoslavia ahora quería el oro mundial.

La nota distinta la puso Corea del Sur, que acudió por primera vez a un Mundial y comenzó con una tradición importante de balonmano. Su actuación fue buena, pues pasó a la segunda fase y Jae-Wong Kang fue el máximo goleador con 67 dianas. Tres años después el coreano sería nombrado mejor jugador del año para la IHF.

El Mundial 1986 copió el formato del anterior campeonato. En la primera fase el sorteo emparejó a Yugoslavia y Unión Soviética, los últimos finalistas, en el mismo grupo. Los balcánicos se tomaron la revancha y vencieron en su enfrentamiento directo. Tras la primera fase Yugoslavia terminó primera de grupo, con la RDA segunda y la URSS tercera. Se cruzarían en la segunda fase con el grupo B, en el que se clasificaron por este orden la RFA, Suiza y España.

Por la otra parte, Corea del Sur, Rumanía e Islandia pasaron empatadas a puntos en un grupo, mientras en el otro Hungría se imponía y le acompañaban Suecia y Dinamarca.

Selecciones importantes como Polonia y Checoslovaquia quedaron eliminadas en la primera fase.

Yugoslavia y Hungría llegaron impolutas a la final

En la segunda fase de grupos Yugoslavia y Hungría se mantuvieron impolutas y se citaron en la final. Aunque las dos tuvieron que sufrir en cada uno de los partidos, terminaron ganándolos todos y terminaron primeras de grupo. Por su parte, la República Democrática Alemana y Suecia revivirían viejos tiempos y lucharían por el bronce. España fue tercera de grupo y por primera vez se coló entre los seis primeros equipos del campeonato. Finalmente sería quinta al ganar a Islandia en la lucha por dicho puesto.

Alemania Oriental y Suecia protagonizaron un partido muy igualado por el último cajón del podio que terminaron por adjudicarse los teutones por 24-23.

En la final se citaban dos grandes conjuntos. Hungría estaba entrenada por un joven Lajos Mocsai, por entonces cumplía 32 años. Sería su primera experiencia al frente de la selección de su país para quien vuelve a ser desde 2010 el entrenador de Hungría. En la pista el líder era el gran goleador Peter Kovacs, prácticamente coetáneo de Mocsai.

Por los yugoslavos, aparte de sus mencionadas estrellas había venido destacando el lateral derecho Jovica Cvetkovic. Tenía el equipo de Zoran Zivkovic la experiencia de lo ocurrido en la última final que disputaron y no querían que pasara lo mismo. Aunque el encuentro fue igualado, Yugoslavia ganó por 24-22 y conquistó su primer -y a la postre último- Mundial. El propio Cvetkovic fue quien marcó el gol que dio la tranquilidad a Yugoslavia.

Clasificación final Mundial 1986
1 Yugoslavia
2 Hungría
3 República Democrática Alemana
4 Suecia
5 España
6 Islandia
7 República Federal Alemana
8 Dinamarca

Revive los últimos instantes de la gran final que encumbró a Yugoslavia

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