Los Eagles llegaban Jacksonville con una de las mejores plantillas de su historia. Donovan McNabb, Terrell Owens y Brian Westbrook eran los pilares del ataque. A pesar de ello, lo que más destacaba en este equipo era su defensa. Liderada por Jeremiah Trotter y, sobre todo, Brian Dawkins, no hacía extrañar que Philadelphia fuera un “Superbowl Contender”. Tras tres años cayendo en el NFC Championship, esta vez sí, los Eagles superaron a los Falcons de Michael Vick para sellar su billete al partido por el título.

Por su parte, los Patriots también presentaban un gran equipo que ya había demostrado todo consiguiendo dos Super Bowls. Tom Brady, Corey Dillon, Deion Branch en ataque, Mike Vrabel, Vince Wilfork, y Asante Samuel en defensa eran los hombres más sonados de los de New England. Los Pats llegaron al Super Bowl tras pasar por encima de los Steelers de Pitsburgh y buscaban en esta nueva final, convertirse en una dinastía.

Los Eagles ganaron la ceremonia de la moneda y empezaron atacando. El ataque de Philly no estuvo bien en todo el primer cuarto. Primero fue McNabb el que lanzó una intercepción, la primera de toda la temporada en la red zone y en el siguiente drive, L. J. Smith perdió el balón. Pese a ello, la defensa de los Eagles pudo contener el ataque de Tom Brady y los suyos y el marcador no se estrenó en el primer cuarto.

Ya en el segundo cuarto, los Eagles fueron los primeros en dar un golpe sobre la mesa. Tras un magnífico drive de 9 jugadas y 81 yardas, los dos jugadores que habían perdido el balón protagonizaron la jugada de la anotación. McNabb mandaba un pase de 6 yardas a Smith para poner el 0-7. Esta era la primera vez que los Patriots iban por detrás en toda la postemporada. En el siguiente ataque, Brady perdió el balón, pero los Eagles no pudieron aprovechar la ocasión. Los Patriots si lo hicieron en su siguiente drive en el que, tras un pase de Brady a Givens empataban el partido a 7 a falta de 1 minuto para la media parte. Esta fue el segundo Super Bowl de la historia que acabó en empate a la media parte.

Tras la actuación de Paul McCartney en el “Halftime Show”, los Patriots salieron a por todas. Brady empezó a conectar pases con Branch y culminó un gran primer drive con una de esas jugadas que le gustan tanto a Belichick. Vrabel entró a formar parte del ataque y recibió un pase de dos yardas de Brady que ponía a New England por delante en el marcador, 14 a 7. Antes del final del primer cuarto, los Eagles consiguieron empatar el partido tras un pase muy complicado de McNabb a Westbrook que atrapó entre dos defensores. Esta era la primera vez que un Super Bowl llegaba empatado al último cuarto.

Al principio de los último quince minutos, los Pats rompieron el empate en el marcador. Esta vez fue Dillon quien entró en la endzone de Philadelphia para poner a los suyos 21 a 14. Tras forzar el punt de los Eagles, los Pats aumentaron a 10 su ventaja con un field goal de 22 yardas de Vinatieri a falta de 8 minutos para el final.

Los Eagles seguían con tiempo y consiguieron acercarse en el marcador tras un pase de 30 yardas de McNabb a Lewis que dejaba el marcador en un apretado 24 a 21. Los Eagles no consigueron recuperar el onside kick y los Patritos devolvieron el balón a Philly con 46 segundos para el final. McNabb y los suyos lo intentaron a la desesperada pero la remontada no fue posible y McNabb fue interceptado por Harrison a falta de 9 segundos para certificar la victoria de los Patriots. Segundo Super Bowl consecutiva y tercera en cuatros años. La dinastía fue finalmente confirmada.

Deion Branch fue nombrado MVP del Super Bowl XXXIX. Acabó el partido con 11 recepciones para 133 yardas, empatando el récord de Jerry Rice y Dan Ross de más recepciones en un único Super Bowl.

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