En Royal Rumble 2016, Roman Reigns entró como campeón y se enfrentó a 29 de superestrellas para defender su título mundial. Tras quedarse junto a Dean Ambrose y Triple H, este último le eliminó y se proclamó nuevamente campeón y así vengarse de la paliza recibida en TLC en diciembre de 2015.

Tras esto, se proclamó en Fastlane 2016, una lucha entre Roman Reigns, Dean Ambrose y Brock Lesnar en donde el ganador se enfrentaría a Triple H en Wrestlemania. Finalmente, Roman venció y se enfrentaría a Triple H en el main event de Wrestlemania 32.

Una vez pactado el combate, las semanas siguientes en Monday Night RAW fueron una sucesión de brawls entre el campeón y Roman Reigns, haciendo que el retador se desquitara de las humillaciones recibió meses antes por parte de Triple H y Stephanie McMahon (Authority). Tan salvajes fueron los brawls entre ambos que se llegó a fracturar la nariz del Emperador Romano. Este feudo destacó por la continua repulsión hacia Roman Reigns de parte de todo el público con continuos abucheos al retador. Y tras todo esto, llegó el combate.

Como colofón a Wrestlemania, llegó el turno de Roman Reigns y Triple H. Stephanie salió y presentó a su marido de una forma increíble. Tras él salió su contricante y el presentador comunicó que la lucha sería sin descalificación. Desde el primer momento el público ovacionaba los golpes de Triple  H  y abucheaba todos los movimientos de Roman Reigns. Cerca del final de la media hora que duró el combate se produjo una imagen increíble al ver a Stephanie recibiendo una Spear. Triple H le contestó con el Pedigree pero la cuenta llegó a 2. Un Roman Reigns visiblemente exhausto y dolorido en la mano conectó varios Supermanch Punches y una Spear que lo hizo coronarse nuevo campeón mundial por tercera vez.