Doug Flutie nació el 23 de Octubre de 1962 en Maryland. Desde pequeño ya se destacó en el deporte, siendo la estrella del instituto de Hoover y también de Natick, destacando en el segundo tanto en fútbol como en baloncesto como en beisbol.

Debido a su altura, menos de 6 pies, (5,10) o traducido a la medida europea 1,78, fue descartado por todas las universidades de la Division I de la NCAA excepto Boston College. Durante sus tres primeros años fue entrenado por Tom Coughlin (posterior entrenador de Jaguars y ganador de la SB con los Giants) y a pesar de no hacer un mal papel tampoco destacó en exceso.

Pero en su cuarto año se transformó en una estrella de la NCAA. Tras una temporada extraordinaria la culminó en un enfrentamiento frente a los Miami Hurricanes de Bernie Kosar el día después de Acción de Gracias. En ese partido logró la victoria con un increíble último drive, iniciando en la yarda del 22 con 28 segundos en el reloj. Tras tres jugadas y con solo 6 segundos se situó en la yarda 48 de los Hurricanes. En ese momento se escapó de la defensa y lanzó un Hail Mary pass recibido por Gerard Phelan, poniendo el 47-45 final. A la jugada se le llamó el Hail Flutie y es considerada una de las mejores retransmisiones de la historia.

Además de este pase logró también el Heisman Trophy en esa temporada, siendo un All-American de forma unánime. Su número 22 fue retirado de su universidad y actualmente tiene una estatua a la entrada de la universidad lazando el Hail Flutie. Además de ello pertenece desde 2007 a su Hall of Fame.

Las dudas sobre su altura provocaron que firmase por la USFL debido a que los Bills dudaban sobre si debían draftearle o no. Aunque fue drafteado por los Rams en la 11 ronda disputó su primera temporada con los Generals de la USFL, pero al final de ese año la liga desapareció. Aún con ello Flutie no se fue a los Rams, debido a que los Bears recibieron sus derechos en un traspaso. Tras tan solo jugar 4 encuentros esa temporada paso a ser miembro de los New England Patriots, donde tampoco tuvo éxito.

Después de irse de los Patriots decidió marcharse a Canada, recalando en su primera temporada en los BC Lions. A pesar de un mal primer año (su única temporada en negativo en Canada), el segundo año batió un récord con 6.619 yardas de pase. Debido a ello firmo un contrato de un millón de euros con los Calgary Stampeders, ganando el siguiente año la Grey Cup (la Superbowl canadiense) siendo MVP. Posteriormente se fue a los Toronto Argonauts, ganando las Grey Cup de 1996 (conocida como The Snow Bowl) y del 97. Consiguió ser nombrado mejor jugador de la liga 6 años, 5 años supero las 5000 yardas y en dos de ellos supero las 6000. Es considerado uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la CFL e introducido en el Hall of Fame, siendo el primer no canadiense.

En 1998 los Bills le firmaron como back-up, pero una lesión de Rob Johnson le llevó a ser titular en la quinta jornada. Logró firmar 8 victorias y tan solo tres derrotas, siendo nombrado Comeback of the Year y yendo a la Pro Bowl, siendo el primer QB de menos de 6 pies en ir a la Pro Bowl desde los 70. En 1999 logró clasificar a los Bills a los playoff ganando 10 partidos y perdiendo 5, pero tras ser sustituido por Rob Johnson para un partido final intrascendente fue también sustituido para el Playoff.

Esta extraña decisión (se dice que tomada por el presidente de los Bills y no por Wade Philips) fue mortal en el partido de wildcard frente a los Titans. El partido de Rob Johnson fue horrible y en un td de retorno en el último segundo los Bills perdieron, en una jugada llamada el Music City Miracle. Al año siguiente solo jugó 5 partidos, de los cuales gano 4, los mismos que Johnson en 11, incluyendo un partido perfecto frente a los Seahawks, 20 de 25 pases, 366 yardas y 3 Touchdowns. Desde aquel momento los Bills no han entrado en Playoff, siendo llamada la Flutie Curse, con una afición que sigue aclamando a su QB.

Flutie fue cortado por los Bills y jugó con los Chargers dos temporadas para posteriormente jugar en los Patriots, anotando la primera Drop Kick en 65 años el 1 de Enero de 2006 frente a los Miami Dolphins. Tras esto se retiró a los 43 años, con un resultado de 86 Touchdowns y 68 Intercepciones en la NFL.

¿El motivo del título del artículo? Doug Flutie es el único Quarterback desde 1970 que destacó siendo bajo para los estándares de la NFL. Aunque no lo parezca, el jugador fue la muestra de que los bajos también podían ser grandes para un equipo, abriendo la puerta a Drew Brees para ser drafteado por los San Diego Chargers o a Russell Wilson por los Seattle Seahawks. Esta clase de qbs siguen lo que nos enseñó Doug Flutie, jugadores que deben ser capaces de escapar del pocket y a la vez tengan un brazo capacitado para lanzar profundo.

Si observamos las cualidades de Doug Flutie y las actuales reglas de protección a los QB es seguro que podría ser titular en una enorme cantidad de equipos en la actualidad. Aunque John Madden pudiese decirlo de forma irónica, es seguro que desde Fran Tarkenton y Sonny Jurgensen no ha habido un quarterback con tanto talento en tan poco tamaño. Respecto a la temporada de 1999 es evidente que Flutie hubiese ganado con relativa facilidad a los Titans, un equipo que a pesar de tener un record superior al de los Bills (el partido de Johnson fue lamentable, menos de un 50% de pases completados, 131 yardas de pase y un safety). Que los Bills aguantasen a pesar de ese espectáculo dantesco del ataque es una muestra de ello.

Pero el problema (y aquello por lo que la Bills Mafia aún está enfadada) es el resto del playoff. A pesar de su paso como wildcard aquel año los Bills eran un equipo del nivel de los Titans, y aquellos Titans derrotaron a los Colts y se pasearon por encima de los Jaguars sin gran dificultad. Sin querer decir que los Bills fuesen favoritos en esos dos partidos, bajo el mando de Flutie hubiese sido posible llegar a la Superbowl. ¿Esta afirmación es arbitraria? No, la defensa de los Bills es posiblemente de las mejores de su generación, parando un ataque frenético como el de los Titans, mientras que el ataque de Flutie era dinámico y arrojado, con una conexión especial con los receptores, algo que evidentemente Rob Johnson no tenía.

Respecto al tema de debate al que desembocaría esto y si hubiesen sido capaces de ganar a los Rams en esa Superbowl, habría que decir que hubiese sido un partido al menos tan igualado como el que disputaron Rams y Titans, y eso implicaría una gran diferencia sobre lo que se ha comentado siempre de los Bills, sus 4 finales perdidas e incluso, su futuro actual como historia. Wade Philips no habría sido despedido, posiblemente los Bills no serían ya vistos como un lugar malo para ir a jugar y estaríamos hablando de una dinastía muy distinta.

Su influencia fuera de la NFL también ha sido importante, debido al autismo que sufre uno de sus hijos creó una fundación para ayudar a los niños con esta enfermedad. Una campaña para recaudar fondos fueron los Flutie Flakes, unos cereales con la foto de Flutie. La locura de estos cereales se desato en Buffalo, tanto cuando el jugador estuvo allí como la temporada siguiente a irse, en esa temporada y jugándose un Bills vs Chargers la afición se dedicó a comprar cajas de cereales en forma de protesta contra Rob Johnson.

Doug Flutie fue el primer jugador de una nueva generación, de una generación en la que la altura ya no es necesaria si el QB es lo suficientemente bueno. No obstante, sigue habiendo casos como en el de Case Keenum en el que a pesar de sus méritos en universidad es visto como demasiado bajo para la liga.

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