La principal sorpresa de la temporada se encuentra indiscutiblemente con Los Angeles Rams. Líderes de la NFC Oeste después de 13 semanas, consecuencia de una revolución liderada por Sean McVay, han pasado de ser la peor ofensiva de la liga a ser la mejor. 

Del cielo a la tierra en cinco temporadas

La última vez que los Rams habían terminado con una temporada ganadora, corría el año de 2003 y el equipo era liderado por Kurt Warner Marshall Faulk, dos integrantes del Salón de la Fama. En aquel entonces, bajo las órdenes de Mike Martz, el equipo se quedó a las puertas de la final de la Conferencia Nacional, tras perder ante los Carolina Panthers 29-23, un partido que terminó con una racha de 19 partidos de postemporada sin perder en casa. 

Aún así, el panorama era alentador. Sin embargo, la partida de Kurt Warner a los New York Giants dejó al equipo en una etapa de transición a la ofensiva. Apoyados en los últimos momentos de la carrera de Marshall Faulk y en los primeros de la de Steven Jackson, los Rams lograron una marca de 8-8 para meterse a playoffs, donde cayeron ante los Atlanta Falcons en la ronda divisional. 

El 2005 representó el fin del un ciclo para los Rams. Mike Martz dejó el equipo a mitad de temporada por problemas de salud y Joe Vitt se hizo cargo del equipo; aunque Martz estuvo disponible para volver, fue despedido por la organización. Esa temporada también significó el adiós de los emparrillados de Marshall Faulk.

La incorporación de Scott Linehan como nuevo entrenador en jefe para la temporada del 2006 volvió a traer esperanza a los aficionados. Una mala racha de cinco derrotas consecutivas los puso en una situación complicada para lograr los playoffs, a pesar de un récord de 8-8. Sin embargo, lo peor estaba por llegar para los Rams. 

La pesadilla empezó en el 2007, con un año que terminaría con un récord de 3-13 para el equipo que, en ese entonces, jugaba en St. Louis. Su inicio de 0-8 fue el peor inicio en la historia de la franquicia, además, su récord en casa de 1-7 era, hasta ese entonces, la peor marca del equipo en toda su historia. Aquella temporada de 12-4 en el 2003 parecía mucho más lejana de lo que era en realidad. 

El calvario de los Rams

Si en aquel entonces se pensaba que no podían empeorar, el equipo de St. Louis tocó fondo las dos temporadas siguientes. Un récord de 2-14 en 2008 y de 1-15 en el 2009 llevaron a la institución a varios cambios, tanto de entrenador en jefe, con la incorporación de Steve Spagnuolo, como de dueños, con el cambio que estuvo a cargo de Chip Rosenbloom y Lucia Rodriguez, las nuevas cabezas de toda la organización.

Después de un par de años para el olvido, Stan Kroenke aparecería como el nuevo dueño de la institución. La incorporación del entonces novato Sam Bradford en 2010, significó una mejora notable, con un récord de 7-9. Aún así, la postemporada seguía estando bastante lejos. 

Los Rams volverían a caer notablemente en el 2011. Perdiendo los primeros 6 y los últimos 7 partidos, volverían a firmar un 2-14 idéntico al del 2008. Un día antes de que terminara la temporada, la organización despidió a Steve Spagnuolo y al gerente general Billy Devaney como parte de una nueva especie de renovación. 

La nueva etapa de la institución, con Les Snead como gerente general, entraría en una seguidilla de cinco temporadas en las que el equipo continuaría en los últimos lugares de su división, con serios problemas a la ofensiva. Su mudanza a Los Angeles estuvo lejos de mejorar; el 2016 significó un retroceso en lo poco que habían logrado avanzar. Jeff Fisher fue despedido como entrenador en jefe después de un inicio de 4-9, para que John Fassel tomara las riendas de manera interina para terminar el año 4-12. 

La esperanza McVay

Después de la lógica de los últimos 10 años, la temporada 2017 fue un cambio de 180 grados. La joven gestión liderada fuera del campo por Sean McVay, y dentro de él con Jared Goff Todd Gurley, crean expectativas bien sustentadas para poder ganar la NFC Oeste 14 años después de aquella última temporada ganadora. 

Si bien coincidieron con un mal momento de los Arizona Cardinals y los San Francisco 49ers, los Rams ilusionan no solamente con un título divisional. La mejor ofensiva de la liga es una de las amenazas latentes de cara a conocer al representante de la Conferencia Nacional en el Super Bowl LI