Se dice pronto, 27 años dedicados a un trabajo que ha dado muchos momentos positivos y para el recuerdo, pero también momentos críticos y duros. La trayectoria del llamado “hombre muerto” es impecable, copada de títulos, momentos y combates estelares y el respeto del público para la eternidad. No todo ha sido de color de rosa, las lesiones y la falta de identidad en sus inicios pusieron en jaque su carrera, pero por fortuna para los amantes del wrestling, nunca se truncó y terminó siendo un éxito. Cerca de tres décadas de combates, promos, tours, fama… Difícil resumir tantos recuerdos y momentos

No todo es lo que parece

Si a Mark Calaway (Undertaker) le hubieran dicho de pequeño que iba a ser uno de los mayores iconos de la lucha libre americana, probablemente se lo hubiera tomado a broma o habría rechazado la idea. Lejos de entrar en una empresa de wrestling, Mark hizo varios intentos para dedicarse al baloncesto profesional. Acudió a una academia de baloncesto en Lufkin, Texas, estado en el que nació, para proseguir su carrera baloncestística y conseguir oportunidades para poder fichar por algún equipo profesional a largo plazo. Una lesión en la rodilla fue la causante de que Calaway no se dedicara a esta disciplina y apostara por otras opciones. Cosas del destino, un problema físico decantó su trayectoria profesional y personal, optando por probar suerte en otro tipo de actividades.

En el año 1984 muestra su interés por el wrestling y recala en la WCCW (World Class Championship Wrestling) en Dallas, Texas, donde actúa bajo el personaje de Texas Red, consiguiendo su primera lucha como profesional ante Bruiser Brody. Cuatro años después abandonó la empresa para luchar en una serie de combates independientes que eran un escaparate para las grandes empresas de lucha libre para fichar nuevos talentos. Casualmente, tras varias luchas, se enfrenta a otro de los grandes nombres del mundo del Pressing Catch, Jerry “el rey” Lawler, al que vence, obteniendo así el título mundial del peso unificado de la USWA.

Salto a la fama

Con paso firme, Undertaker da un salto de calidad y se cuela en una de las grandes empresas de lucha libre como fue WCW, combinando su faceta de luchador con la de músico en un grupo de black metal, que finalmente termina dejando. En esta nueva etapa cambió su nombre artístico por el de Mark Callous, siendo parte del equipo Skyscrapers. De esta etapa, una de las luchas que más recuerdan los aficionados más acérrimos y longevos es la que tuvo ante Lex Luger, cayendo derrotado en la pugna por el campeonato de los Estados Unidos en The Great American Bash, pero dejando buenas sensaciones y una actuación que llamó la atención a los buscadores de talentos. A finales de 1990, WCW no renovó su contrato y este firmó otro con WWF (World Wrestling Federation), nombre que tenía en aquel entonces la actual WWE (World Wrestling Entertainment).

El look de Undertaker en sus inicios. Foto: WWE.com
El look de Undertaker en sus inicios. Foto: WWE.com

La trayectoria como wrestler del dead man arranca en 1990 de la mano de WWF, empresa en la que debutó bajo el nombre de Undertaker en el mes de noviembre en el evento de PPV Survivor Series como compañero de Ted Dibiase (padre), teniendo un papel protagonista y deslumbrando al público y a los propios directivos. Taker logró dos eliminaciones, pero más tarde fue eliminado por cuenta de diez fuera del ring. En este momento se forja definitivamente su apodo artístico como The Undertaker, ya que por un tiempo fue conocido como Kane The Undertaker, pero el primer nombre lo adoptó el que sería su hermano ficticio durante muchos años, Kane. La personalidad y carisma del hombre muerto empezaron a coger forma mediante las promos en las que hacía uso de sus supuestos poderes para apagar las luces o desaparecer. Junto a él y Kane, surge la figura de Paul Bearer, que representaba el papel de manager de Undertaker y de dueño de una funeraria, siguiendo la historia acorde con el personaje de Calaway.

Otro de los grandes momentos en el inicio de su carrera fue la participación en el Royal Rumble de 1991, donde repitió una gran actuación como ocurriera en Survivor Series y terminó de ganarse al público y a la directiva de la industria. Su acogida entre los fans y su persistente trabajo se vieron reflejados con una meritoria participación en Wrestlemania 7 ante Jimmy Superfly Snuka donde logró el triunfo e inició la primera de muchas victorias que conformarían la racha del fenómeno del wrestling hasta 2014. La lucha tuvo como colofón el uso del Tombstone Piledriver, el remate más mítico de su personaje y que ha creado escuela. En ese mismo año, Undertaker logró su primer campeonato mundial al derrotar al ídolo de masas Hulk Hogan, en Survivor Series, justamente un año después de su debut en WWF. Aunque su primer reinado no duró más que unos días, marcó para bien su carrera y el devenir del personaje. Como recompensa, entre 1991 y 1993 el enterrador nunca perdió un combate individual.

Otra de sus grandes rivalidades fue ante Jake The Snake Roberts, al que enfrentó en la siguiente edición de Wrestlemania, consiguiendo su segunda victoria consecutiva en el evento magno. Un año después, tuvo una rivalidad ante Gigante Gonzales, que tuvo el evento de Wrestlemania 9 y Summer Slam como fechas. El fenómeno cosechó su tercer triunfo en el último evento de la temporada y aumentó su reputación. Es en 1994 cuando Taker se enfrenta a Yokozuna y crea el estilo de combate con ataúdes, el cual consiste en meter al rival dentro del mismo para ganar el combate. Una lesión en la espalda debido al magnífico feudo con Yokozuna le privó de competir en Wrestlemania X, pero estuvo listo para la siguiente edición, en la que derrotó a King Kong Bundy.

La forja de una leyenda

1996 es uno de los años clave en la carrera del gran ídolo. Su enfrentamiento ante Bret Hart en Royal Rumble le consolidó como un luchador de primer nivel, pese a que perdiera la oportunidad de lograr el título por una intervención de Diesel. Así mismo, los enfrentamientos ante Mankind también marcaron ese año, junto a la traición de Paul Bearer para ayudar a su archienemigo. El año venidero también fue bueno, logrando su segundo título mundial y derrotando en Wrestlemania a Sycho Sid. Tras ello, Paul Bearer inició una de las grandes rivalidades de la historia de la empresa, entre Undertaker y Kane, su hermano ficticio, bajo una trama de cuestión familiar (todo ello siempre desde el kayfabe, también conocido como argumento ficticio). Taker consiguió retener el campeonato ante leyendas como Vader o Stone Cold, pero Shawn Michaels le costó el título en favor de Bret Hart. Esta situación dio inicio a otra de las rivalidades legendarias entre Taker y The Heartbreak Kid. Michaels venció al enterrador con una intervención de Kane, que hacía su debut, en un combate Hell in a Cell, siendo la primera vez que tenía lugar esta estipulación.

Kane y Undertaker como brothers of desruction. Foto: WWE.com
Kane y Undertaker como brothers of desruction. Foto: WWE.com

Kane empezó a costarle oportunidades al Undertaker. Por este mismo motivo, se vieron las caras en Wrestlemania 14, donde el hombre muerto se vengó y venció a su “hermano”. Esta rivalidad también dio lugar a un nuevo estilo de lucha, Inferno Match, con el ring rodeado en llamas. En Summer Slam del 98, Undetaker enfrentó a Stone Cold por el título pero no pudo salir victorioso, pero sí reforzado por la buena imagen mostrada. A finales de la década de los 90 se enfrentó en Wrestlemania a Big Bossman, al cual derrotó en un combate Hell in a Cell. Tras esto, inició un periodo de lucha por parejas con Big Show, logrando el campeonato en un par de ocasiones, pero no fue algo que durase mucho ya que a finales de año ya volvió a ser candidato a una lucha por el título mundial.

Cambio de milenio y de personaje

El paso del siglo XX al XXI no fue solamente anecdótico, ya que tras la lesión sufrida, el estilo o look de Undertaker varió completamente, derivando en un tono más motero y alejado de la muerte y el terror. Su regreso tuvo lugar en Judgment Day del año 2000, interviniendo en favor de Triple H y perjudicando a The Rock. El cambio de remate (pasando a usar el Last Ride) junto a su nueva personalidad le llevaron a ser conocido como The American Bad Ass. Ese mismo año, en Survivor Series, Undertaker se enfrentó a Kurt Angle por el título pero no pudo lograrlo, teniendo una revancha que tampoco aprovechó. Es en 2001 cuando Kane y Undertaker se alían para crear Brothers of Destruction, creando uno de los tag teams más icónicos de la historia. En Wrestlemania 17 derrotó a Triple H y más tarde obtuvo el campeonato por parejas al vencer a Edge y Christian. Participó de nuevo en una edición de Survivor Series y cambió su tono a heel (personaje odiado por el público), derrotando poco después a Rob Van Dam en una lucha por el campeonato hardcore de WWF. Una de las grandes luchas del 2002 fue ante The Rock, que tuvo a Ric Flair como principal ayuda para derrotar a Taker. La consecuencia de dicho acto fue el combate en Wrestlemania entre el Nature Boy y Undertaker, combate sin descalificación que terminó con un tombstone y el 10-0 en la racha del mayor evento de la temporada. Entre 2002 y 2003 tuvo varias peleas con el más que conocido Brock Lesnar, su némesis. En Wrestlemania 19 tuvo una lucha hándicap ante Big Show y A-Train de la cual salió victorioso para mantener la racha.

Es en Wrestlemania 20 cuando Undertaker regresa a su antiguo personaje, y acompañado de Paul Bearer, para derrotar a Kane. Tras un feudo con Booker T y otro con los Dudleys, Bearer se apartó por problemas de salud y Undertaker prosiguió su ruta en solitario. 2004 fue un año aciago para el hombre muerto, ya que tuvo varias oportunidades de coronarse campeón (ya de la WWE y no WWF), pero las intervenciones lo impidieron.

La etapa dorada

La mayor era de esplendor de su personaje y de la propia WWE coincide con el incremento de la audiencia en el resto del mundo, sobre todo en España, donde hay un “boom” con el regreso de este contenido audiovisual que ya se había hecho famoso en la década de los 90. De vuelta a Wrestlemania, fue en la edición número 21 donde el señor de las tinieblas se enfrentó al asesino de leyendas, la víbora, Randy Orton, al cual derrotó como a todos aquellos que antes le habían desafiado en el evento magno. La rivalidad con Orton se cerró en Armaggedon 2005, tras una serie de luchas, donde finalmente Taker salió victorioso para tomarse una pausa. En 2006 regresó al ring para retar a Kurt Angle en No Way Out a una pelea por el título, que no pudo llevarse. Mark Henry supuso un obstáculo en los intentos del enterrador por coronarse, por lo que se vieron las caras en Wrestlemania 22 en un Casket Match, donde la leyenda sumó un triunfo más.

2007 fue otro de los años dorados en la carrera del fenómeno. Su éxito en el Royal Rumble de ese mismo año le llevó a Wrestlemania de cabeza a una lucha por el título de los pesos pesados ante el animal, Batista. Una lucha legendaria que cayó finalmente del lado de Undertaker, prolongando más su racha. Varios feudos con Herny, Batista y Edge prosiguieron a su coronación y también a la pérdida del campeonato. Lo recuperaría en Wrestlemania 24 al deshacerse de Edge en otro combate para la historia en el que se forjó otro de sus movimientos especiales, el Hell´s Gate o puertas del infierno, con el que consiguió la victoria.

La rivalidad Batista-Undertaker fue legendaria. Foto: WWE.com
La rivalidad Batista-Undertaker fue legendaria. Foto: WWE.com

Su rivalidad con Edge se alargó hasta el verano, donde simularon el despido de la leyenda tras One Night Stand y su derrota en un TLC Match. Después, el enterrador regresó un venció en Hell In a Cell a Edge. En Wrestlemania 25 tuvo que enfrentarse a Shawn Michaels, logrando un nuevo triunfo. Su carrera se vio frenada de nuevo por una intervención quirúrgica, pero volvió unos meses después para enfrentar a CM Punk, que por entonces era campeón pesado al haber derrotado a Jeff Hardy, pero no pudo volver por la puerta grande, ya que una serie de distracciones hicieron que Punk se llevara el combate con mucha polémica. Una polémica que no duró mucho, porque en Hell In a Cell sí derrotó a Punk y se hizo con el título. Retuvo el campeonato varios PPV hasta Elimination Chamber, donde lo perdió ante Chris Jericho con ayuda de Shawn Michaels, que buscaba una revancha en Wrestlemania que finalmente consiguió. La revancha tuvo el mismo resultado que el de la anterior edición, pero con el añadido de que la derrota de Michaels supuso su retirada del wrestling profesional y un punto de inflexión en el mundo de la lucha libre.

Ya en 2010, y tras haber perdido el título por una lesión, mantuvo una rivalidad con Kane, que también propició el regreso de Paul Bearer y las sensaciones del wrestling vintage. Tras una nueva lesión, volvió al ring en 2011 para luchar ante Triple H en Wrestlemania 27, al que derrotó por segunda vez en su carrera.

Fin de una era y legado

Desde 2012 se pudo apreciar el decaimiento del Undertaker, participando una vez al año en Wrestlemania y dejando ya de lado su participación semanal en los shows y en los house shows no retransmitidos por televisión. Hizo su regreso para WM 28, logrando un nuevo combate ante HHH, con la estipulación de Hell In a Cell y Shawn Michaels como árbitro principal. La lucha fue categorizada bajo la frase "end of a era" y supuso la tercera victoria de Taker sobre Triple H en Wrestlemania.

Otro cambio de look en la carrera del fenómeno. Foto: WWE.com
Otro cambio de look en la carrera del fenómeno. Foto: WWE.com

El estado físico del fenómeno iba en caída libre, participando después en un breve segmento del episodio 1000 de RAW junto a Kane como Brothers of destruction. En 2013 volvió, como hizo los dos años anteriores, para el evento de la temporada, retando a CM Punk a una pelea. El triunfo fue para Undertaker y alargó su racha a 21-0, venciendo al luchador que mayor impulso había tenido en esa época. Esta lucha estuvo marcada previamente por el fallecimiento de Paul Bearer, el que fuera manager de Undertaker desde sus inicios, y la presencia de Paul Heyman como manager de Punk. Posteriormente, The Shield inició un feudo con el Enterrador, que se saldó con un triunfo sobre Dean Ambrose en el programa de Smackdown y un descanso hasta el año siguiente.

El mayor acontecimiento de su carrera tuvo lugar en Wrestlemenia 30. Poco antes, Undertaker había regresado para retar a su némesis a un combate. La lucha fue un verdadero punto de inflexión porque sucumbió ante la bestia y fue derrotado por primera vez en la historia en Wrestlemania, poniendo fin a la espectacular racha. Este triunfo hizo que Lesnar se consagrase como el rostro de la empresa y la personalidad más influyentes durante los siguientes años, algo que a día de hoy sigue estando vigente. Un año después, el enterrador se enfrentó a Bray Wyatt en Wrestlemania, donde prolongó su racha a 22-1.

Nueva Orleans fue el escenario del fin de la racha. Foto: WWE.com
Nueva Orleans fue el escenario del fin de la racha. Foto: WWE.com

No mucho tiempo después, hizo una aparición en Battleground en el combate estelar por el título entre Lesnar y Seth Rollins, privando a su némesis de llevarse el título en esa ocasión. Una acción que llevó a ambos a luchar en Summer Slam en una revancha de lo acontecido en Wrestlemania 30. En dicho combate, Undertaker llegó a rendirse pero el árbitro no lo vio y finalmente logró la victoria usando el Hell´s Gate. Esta rivalidad tuvo un tercer episodio en Night of Champions, donde Lesnar se redimió en un combate Hell In a Cell y derrotó a Taker. Tras una serie de ataques de la Familia Wyatt sobre los Hermanos de la destrucción, Undertaker y Kane se enfrentaron en Survivor Series a la Wyatt Family, consiguiendo vencerles.

Ya en 2016, Undertaker tuvo un careo con Shane Mcmahon, hijo del CEO de la empresa, Vince Mcmahon. Su reto para Wrestlemania 32 consistía en que su Shane vencía, se hacía con el control de RAW y privaba a Taker de participar más en Wrestlemania. El combate fue Hell In a Cell y tuvo momentos espectaculares pese a la edad y forma física de ambos contendientes, como el salto de Shane O´Mac desde lo alto de la celda sobre la mesa de comentaristas, pero la victoria fue para el hombre muerto.

Este mismo año participó en el Royal Rumble, eliminando a varios luchadores entre los que se encuentra el nombre de Bill Goldberg, pero no sirvió de mucho ya que fue eliminado por Roman Reigns. Poco después en RAW, comenzó su feudo con Reigns, que se derivó en una pelea en Wrestlemania 33. Su última lucha hasta ahora, en la que quedó de manifiesto que era hora de dar el relevo a los jóvenes talentos de la empresa. Taker sucumbió ante el de Florida tras varias Spears, cosechando su segunda derrota en Wrestlemania. Con un récord legendario de 23-2, Undertaker dejó su chaqueta y guantes sobre el ring y se marchó bajo una ovación que sonaba a despedida para el que sea, posiblemente, el mejor luchador de la historia y más influyente en el Pressing Catch.

Ring tras el main evente de WM 33 entre Reigns y Undertaker. Foto: WWE.com
Ring tras el main evente de WM 33 entre Reigns y Undertaker. Foto: WWE.com

El hombre detrás del personaje

Sería injusto no dedicarle unas líneas a Paul Bearer, el artífice del éxito de Undertaker y el que fuera su manager durante su trayectoria profesional. Su personaje dentro del show estaba muy relacionado con la figura de Undertaker o Kane. El aspecto fantasmagórico y de funeral le acompañaba junto a esa urna que ficticiamente era la que poseía las habilidades legendarias del enterrador. Su presencia fue decisiva en el impulso del personaje de Taker, ya que sin Bearer, nunca habría saltado a la fama. Su muerte en 2013 supuso un duro golpe para todos los aficionados a la lucha libre, pero su legado se agrandó, más todavía si cabe después de ser introducido en el Salón de la Fama en 2014, año en el que casualmente perdió la racha su discípulo.

La carrera de Undertaker no se podría explicar sin Paul Bearer. Foto: WWE.com
La carrera de Undertaker no se podría explicar sin Paul Bearer. Foto: WWE.com

¿Descanse en paz?

En sentido afirmativo, la frase con la que se ha identificado a Undertaker todos estos años. Su derrota en Wrestlemania 33 supuso un verdadero cambio en su trayectoria profesional. Tras casi tres décadas en WWE, el fenómeno dejaba caer su despedida al abandonar el ring tras el combate estelar y dejar sus prendas más características en el cuadrilátero. Muchos dieron por hecho que en el siguiente programa de RAW se haría un homenaje y despedida a la leyenda y que en el Wrestlemania de 2018 (la edición 34) se le incluiría en el Hall of Fame, pero parece que nada de esto va a ocurrir. Su desaparición entre las tinieblas en Wrestlemania 33 es la última imagen que se tiene de él en un evento de lucha libre. Se comentó que quería operarse definitivamente de la cadera y retirarse del negocio para pasar el tiempo con su familia. Con un mar de dudas, Undertaker parece haber colgado los guantes para siempre, pero no debemos descartar que el señor de las tinieblas haga su regreso estelar como tantas veces ha hecho, con el característico gong y la total oscuridad en el pabellón previa a su entrada. No se puede matar al hombre muerto y es posible que aún tenga tiempo y ganas para un último réquiem.