Valentina Burgueño, Claudine Cazalis, Leyla Ennouni, Nieves García, Lucía Gelabert, Alejandra Gutiérrez y Graciela Rodríguez atienden a VAVEL con un tema candente sobre la mesa: las mujeres en el turf.

Las protagonistas

Valentina Burgueño Buda

Empezó a montar con cinco años y ha participado en distintas disciplinas, tanto a nivel nacional como internacional. También fue amazona en carreras y, desde 2014, es preparadora. Su debut como entrenadora se produce en Sanlúcar, en el año 2015, con “Miliki”, caballo que le dio cuatro victorias en su primer año.

Fuente: porunpeloturf / Luis Horcajada
Fuente: porunpeloturf / Luis Horcajada

Claudine Cazalis

A los 12 años conoció el mundo de los caballos a través de un campamento de verano. Dos años después, con 14 años, decidió entrar en una escuela de jockeys en Francia. En septiembre de 1995 aprueba los exámenes y, tras varios periplos, en el año 2000 decide instalarse en España, con Mauri Delcher. Aunque sus años más dulces vienen de la mano del preparador Jose Carlos Fernández. Ha disputado 570 carreras, consiguiendo 36 victorias (dos de ellas en Francia) y ha montado en algunos de los hipódromos más importantes de Francia. Actualmente, trabaja en el Hipódromo de la Zarzuela, aunque no compite en carreras.

Fuente: Claudine Cazalis
Fuente: Claudine Cazalis

Leyla Ennouni

Leyla es una de las (pocas) preparadoras que están en activo en España. Se sacó su licencia hace tres años, aunque su experiencia con caballos viene de atrás. Sin antecedentes ecuestres en la familia, se inició muy pronto en la equitación. Posteriormente, conoció el mundo de las carreras y supo que eso era lo suyo. Tras pasar muchos años aprendiendo, en 2016 debuta como preparadora, consiguiendo cincovictorias.

Fuente: Leyla Ennouni
Fuente: Leyla Ennouni

Nieves García

Aficionada a los caballos por tradición familiar. Desde siempre su padre ha estado relacionado con el mundo del caballo, aunque no con los caballos de carreras, puesto que tenían caballos en el Club de Pineda en donde Nieves veía los entrenamientos hasta que un día decidió probar y desde aquel día no ha parado. Ha intentado varias veces hacer otras cosas pero, como ella dice, cuando te pica el gusanillo de esta “droga”, es muy difícil dedicarse a otra cosa. Siempre ha estado vinculada al turf y siente que no puede parar, hasta el punto que el día que deje de ser jocketa profesional seguiría ligada de alguna manera montando en entrenamiento.

Fuente: A Galopar
Fuente: A Galopar

Lucía Gelabert

Lucía proviene de una de las familias con más solera en nuestro turf. Su padre (ahora preparador) fue jockey; al igual que ahora lo es su hermano. Pese a que compite como amazona (es decir, como no profesional) ya cuenta con más de una decena de triunfos. Sin ir más lejos, es la última ganadora del Premio Paula Elizalde, prueba reservada a amazonas.

Fuente: Lucía Gelabert
Fuente: Lucía Gelabert

Alejandra Gutiérrez

Ha vivido los caballos desde que nació, gracias a su padre, Alfonso Gutiérrez. Con seis años ya montaba a caballo y, con 12, se subió a su primer purasangre. Con 15 años da el paso como amazona y, con 18, pasa a ser aprendiz. Ha trabajado bajo la dirección de varios preparadores (Ana Imaz, Ovidio Rodríguez, Sergio Vidal…) Actualmente reside en Sevilla, donde trabaja para José Calderón. Es una de las tres mujeres en toda España con licencia de jocketta.

Fuente: Alejandra Gutiérrez
Fuente: Alejandra Gutiérrez

Graciela Rodríguez

Su primera experiencia con los PSI (pura sangre inglés) vino de la mano de Furtivo, un caballo de carreras retirado que competía su hermana mayor, Berenguela. Además, Graciela es natural de Sanlúcar de Barrameda, cuyas playas se convierten, verano tras verano, en un hipódromo improvisado. Tras competir como amazona durante diez años, en septiembre de 2015 y gracias a Eduardo Olgado, decide dar el salto y sacarse su licencia de preparadora. Actualmente, cuenta con cinco ejemplares estacionados en Dos Hermanas.

Fuente: Turf Sanlúcar
Fuente: Turf Sanlúcar

¿Cómo ven la situación de la mujer en el turf?

Todas las profesionales entrevistadas coinciden en este punto: la situación de las mujeres es más difícil. Graciela señala: “El mundo del turf es difícil, muy duro y el hecho de ser mujer no ayuda. Es un handicap. A la mujer, por el simple hecho de serlo, siempre se le exige más que al hombre”.

Lucía, también, presenta una opinión muy similar: “Una mujer tiene que demostrar el doble que un hombre para que se le valore. Hay mujeres que valen muchísimo y, a día de hoy, no se les ha valorado absolutamente nada”.

Alejandra recuerda que, actualmente, en España sólo hay tres jockettas: “Y amazonas no muchas más, y es muy triste, la verdad. Normalmente lo que te ofrecen para montar son caballos que van aplastados en el hándicap, que llevan poco peso, que no están en forma… y son posibilidades y, así, es muy difícil poder demostrar si vales o no. Es muy frustrante, domingo tras domingo, llegar último”. Aunque la jocketta no pierde la ilusión: “Aunque yo no nunca pierdo la esperanza y siempre me lo tomo como un aprendizaje. Lo que peor se lleva es cuando montas a un caballo y lo metes en la llegada y sabes que el próximo día ya no te lo van a dar a ti. Y si gana, pues ya ni te cuento… Te puedes imaginar la impotencia que se siente y, sobre todo, las promesas que nunca se cumplen”.

Leyla, no obstante, sí tiene una visión un poco más positiva, considera que cada vez son más las mujeres que trabajan y compiten en el turf. Recuerda que, en países como Inglaterra o Francia, los preparadores cuentan cada vez con más mujeres. Finalmente, Claudine recuerda que, con todo ello, España presenta números peores que otros países, al tener menos mujeres trabajando en este sector.

Alejandra, que ha montado en distintos países (el año pasado representó a España en el campeonato del Mundo de aprendices, consiguiendo una victoria y clasificándose para la final) coincide con Claudine: “Las mujeres del turf, en todos países, están mucho más valoradas que en España. Sólo tienes que ver la cantidad de mujeres que hay montando en otros países”. La jocketta sentencia: “Creo, y que nadie se ofenda, que todavía en España a las mujeres que nos dedicamos al mundo de las carreras de caballos, no se nos toma en serio”.

Valentina se muestra más optimista: “Aunque aún somos muchas menos en relación con la cantidad de hombres, creo que cada vez hay más mujeres que se atreven a dar el paso”.

Nieves García recibiendo instrucciones del preparador Jorge Rodríguez | Fuente: ultimofurlong
Nieves García recibiendo instrucciones del preparador Jorge Rodríguez | Fuente: ultimofurlong

¿Y a qué se debe esta diferenciación? Casi todas las entrevistadas coinciden: todavía existe la creencia de que los hombres tienen más fuerza a la hora de mover al caballo. Lucía admite: “Es cierto que para montar se necesita fuerza física, estar muy en forma. Pero también es cierto que no todos los caballos responden a esa fuerza física. Hay caballos que responden mejor a una mujer que a un hombre”.

Claudine también reconoce que las mujeres pueden tener menos fuerza aunque no cree que la fuerza lo sea todo en la pista: ella misma ha batido a jockeys como Borja Fayos o Jose Luis Martínez. “Eso demuestra que la fuerza no lo es todo. En el recorrido es, por lo menos, el 70%", sentencia. Esta profesional ganó una carrera con la yegua Vagabunda acariciándola y animándola, sin usar la fusta. Lo que demuestra que la fuerza no es esencial para pasar primero por meta.

A raíz de esta supuesta menos fuerza, Nieves señala otro problema añadido: “El problema es que yo, como jocketa, que un día de carreras monto una carrera, al otro dos, y al siguiente no monto ninguna, nunca voy a estar al mismo nivel que un jockey que monta todos los días cuatro o cinco carreras.

En una línea similar, Leyla se pregunta por qué muchos preparadores traen a jockeys franceses a nuestras carreras pero no hacen lo propio con jockettas: “Por ejemplo, aquí en España a menudo hacemos venir jockeys de Francia o de Inglaterra, ¿a alguien se le ha pasado por la cabeza traer a una Joséphine Gordon o una Delphine Santiago? No. ¿Y montan mejor que muchos hombres? Sí”.

¿Por qué, entonces, los preparadores confían menos en una mujer que en un hombre a la hora de subirlos a sus caballos? Leyla, Valentina y  Graciela, las tres preparadoras, responden. La gaditana no diferencia entre sexos: “A la hora de elegir el profesional que va a montar sólo me guío por las características del caballo y por las necesidades que puedan surgir de cara a la carrera”. Valentina lo tiene claro: “Sin duda yo me plantearía descargar algunos de mis caballos”.

Leyla, quien ya ha señalado que existen jockettas mucho mejores que algunos jockeys, añade: “Pero yo siendo preparadora pequeña necesito todavía un argumento para que mis clientes  [los propietarios del caballo] acepten, para que quieran seguirme si quiero hago este movimiento [contratar a una jocketta para las montas]”.

Hablando de propuestas: sobre el descargo francés

En Francia, desde marzo de 2017, las jockettas cuentan con un descargo de 2kg aunque, a partir del próximo 1 de marzo, el descargo será de 1,5kg. La medida, aunque contó con opiniones encontradas entre las profesionales, ya ha dado sus frutos para las mujeres: un 165% más de victorias. Claudine recuerda que, una jocketta que además es aprendiz, podría descargar hasta 4,5kg (aunque France Galop ha reducido el descargo máximo a los 4kg).

¿Qué opinan las profesionales de esta medida?

Lucía, Graciela, Claudine, Alejandra, Valentina y Nieves están totalmente a favor. “Por supuesto que debería aprobarse en España, al igual que se han aprobado otras medidas del Código francés. Encima en Francia se está viendo que es una medida que está favoreciendo a las mujeres… Con esta medida, habrá mujeres retiradas que volverán a montar y, otras, que impulsarán a dar ese paso”, admite Lucía. 

Graciela recuerda que este descargo es "una tarea pendiente". "Esto demuestra que seguimos a la cola de Europa en muchos asuntos. Pero es momento de que la mujer luche por sus derechos y la igualdad laboral es uno de ellos".

Leyla, aunque considera que la medida le daría un argumento para trasladar a sus propietarios para que accedan a que sea una mujer la que defienda sus opciones, en el fondo, no está a favor de esta iniciativa, porque falsea los resultados. No obstante, admite "pero visto los resultados en Francia está claro que lo único que algunas necesitaban para demostrar que son iguales de buenas que los hombres era solo tener estas oportunidades". "Este descargo da oportunidades; ni más ni menos. Pero es que lo que necesitan".

La preparadora admite que, a la hora de decidir monta, intervienen muchos factores: “El tipo de caballo, el tipo de recorrido que quieres… ¿que si con este descargo me decantaría por una chica? seguramente sí, todo depende del caballo”. 

Además, Leyla recuerda que, actualmente en Francia, es una mujer (Mickaelle Michel) la que lidera la clasificación de jockeys. “Algo impensable hace dos años. No es porque monte mejor o peor. Lo que ha cambiado es que ahora puede elegir sus montas”, admite. 

Alejandra Gutiérrez compitiendo en el Hipódromo de San Sebastián | Fuente: Aiert Alonso / Alejandra Gutiérrez
Alejandra Gutiérrez compitiendo en el Hipódromo de San Sebastián | Fuente: Aiert Alonso / Alejandra Gutiérrez

¿Por qué no se ha aprobado esta medida? Como ya se ha señalado, la medida proviene de Francia. Curiosamente, aunque nuestro Código de Carreras se inspira en el Código galo, esta iniciativa no ha pasado los Pirineos. La mayoría de las profesionales no entienden por qué no se ha producido este cambio también en España. Leyla apunta una posible hipótesis: “Creo que no se ha aprobado porque la medida quitaría algunas montas a los jockeys de aquí”.  Lucía, por otro lado, no lo ve así, ya que considera que la medida, en ningún caso, quitaría montas a los hombres.

Nieves señala otra posible explicación: “El problema es que, desde los distintos estamentos del turf español, se transmite que aprobando este descargo se romperían la igualdad de condiciones y oportunidades entre jockeys y jocketas y que eso no puede ser, que no conviene. A nivel de igualdad, un hombre nunca va a ser igual que una mujer, cuando pedimos condiciones de igualdad se trata de que tengamos todos las mismas condiciones y oportunidades a nivel laboral, que se conseguirían precisamente con este descargo”.

Alejandra recuerda que, actualmente, están recogiendo firmas para que el Jockey Club Español (el organismo encargado de regular las carreras en España) apruebe la medida. Además, esta jocketta considera que el descargo no perjudicaría a los hombres: “De hecho, hay muchos que ya han firmado el escrito, apoyándonos”, apostilla.

La aprobación de esta medida, ¿supondría un aumento de las licencias de jockettas?

Nieves lo tiene claro: “Seguro, con el descargo habría muchísimas más chicas montando porque a los preparadores les encanta el poder disponer de un descargo, cuando tienen un caballo que es medio favorito para ya salir favorito total con ese descargo”.

Lucía, admite también con rotundidad: “Sería un impulso para que chicas que estén entrenando, se saquen la licencia”. Aunque ella admite que, en principio, aunque se aprobase la medida, no daría el paso a ser jocketta profesional; ya que, actualmente, trabaja como profesora.

Claudine incide en ese problema: “En España, un jockey tiene el estatus laboral de autónomo. Es un gasto mensual que, en mi caso, y yo creo que en el caso de muchos de mis compañeros, no puedo permitirme con una o dos jornadas de carreras a la semana”.

Alejandra, comparte opinión con Claudine: “Si la situación actual persiste, cada vez seremos menos. El riesgo diario que corres y las pocas oportunidades que te dan, al final hacen que la mayoría tiren la toalla. Si lo piensas fríamente, no compensa tanto esfuerzo para el beneficio que recibes”.

Leyla, por su parte, es un poco más escéptica: “Puede ser, pero no creo que cambiase mucho el número de licencias”, admite.

Valentina, finalmente, cree que los efectos no se harán notar de inmediato: “Quizá a corto plazo simplemente las mujeres que hay montarían más, me parece que más a largo plazo alentaría a otras mujeres a sacarse la licencia. Ahora mismo es muy difícil, ya que muchas veces no montan lo suficiente ni para pagarse los autónomos. También deberíamos pensar en la necesidad que hay de formar a las personas, en fomentar el talento y la preparación física”.

Claudine Cazalis entrenando en La Zarzuela | Foto: A. Lasheras / Claudine Cazalis
Claudine Cazalis entrenando en La Zarzuela | Foto: A. Lasheras / Claudine Cazalis

¿Qué otras medidas se podrían apoyar para favorecer a las profesionales mujeres?

Alejandra, lo tiene claro: “Primero, que se nos tomara en serio, que nos enseñen, que se abra una escuela de aprendices y, si no es así, que los preparadores se involucren más en enseñar a sus aprendices. Que se nos den más oportunidades. Que, evidentemente, cometeremos errores pero como se aprende es montando todos los días”, señala. 

“Que confíen más en nosotras. Al igual que nos confían sus caballos en entrenamientos, que también nos den oportunidades en carreras. Que si nosotras cumplimos nuestro trabajo, también nos gusta que nos recompensen montando algún caballo en carreras con posibilidades. Ellos mismos (los preparadores) muchas veces nos dan para montar caballos en entrenamientos nerviosos, con problemas… porque con nosotras van más tranquilos”, sentencia la jocketta.

Nieves coincide en este diagnóstico: “Por lo pronto nadie nos apoya. Y si se nos apoya es una minoría y no tenemos fuerza ninguna”.

Claudine, por su parte, también pone el acento en la escuela de aprendices: “Pienso que es el primer hándicap para conseguir nuevos jockeys, ya sean hombres o mujeres”. 

Graciela decide ir un paso más allá: “El descargo es un buen comienzo. Pero no debería quedarse sólo ahí. Quizás sea necesaria la implantación de carreras sólo para chicas. Al igual que existe el clásico Oaks reservada sólo para hembras”, aunque, la preparadora admite que “como se trata de darle espacio a la mujer en el turf, habría que mantener e, incluso, fomentar las carreras entre ambos sexos pero sin olvidar las diferencias físicas entre hombres y mujeres”.

Valentina no considera, por su parte, que las preparadoras necesiten ningún apoyo extra: “No siento que como mujeres preparadoras necesitemos más ayuda. Aunque apoyo el descargo, no comparto que necesitemos una ayuda especial. El preparador que más caballos tiene actualmente en España es mujer y no creo que se haya valido de ninguna ayuda especial para estar donde está. Es absurdo y bastante machista hablar sobre mujeres y hombres preparando caballos cuando trabajamos en igualdad de condiciones”.

Graciela Rodríguez con Mersad | Fuente: Graciela Rodríguez
Graciela Rodríguez con Mersad | Fuente: Graciela Rodríguez

Finalmente, ¿han sufrido estas profesionales alguna situación de discriminación en el mundo del turf?

Desgraciadamente, casi todas las entrevistadas tienen alguna anécdota que contar. Lucía recuerda que, aunque ella siempre ha tenido claro que las carreras eran un hobby, desde el primer día que empezó a montar, todo el mundo la señalaba que esto era "una afición". "Sin embargo, a mi hermano, desde el primer día, le decían que él iba para jockey”. 

Graciela, en su etapa de amazona, vio cómo daban montas a gentleman (jockeys aficionados) antes que a ella: “¿El motivo extendido en este mundillo?” se pregunta, “siempre el mismo: el hombre es más enérgico”.

Nieves, en una línea muy similar, recuerda: “Pues yo he llegado a ganar con algún caballo y a la siguiente carrera no montarlo yo, eso no lo hace nunca nadie a un jockey cuando gana con su caballo. También me ha pasado que me dijeran que me iban a echar en un partant [que iban a darle la monta de un caballo] y luego, si se quedaba libre algún jockey, de repente aparecía ese jockey en el partant definitivo. O llevarme bien con un caballo que ha estado corriendo antes mal, colocarle yo segundo o tercero y luego dárselo a otro jockey para montarlo”, relata la amazona. Aunque, admite: “También es verdad que son situaciones que nos pasan todos, tanto jockeys como jocketas, que no somos punteros”.

Alejandra habla de muchas situaciones, donde se ha visto "perjudicada por ser mujer". Y continúa: “Sobre todo en carreras. Si nosotras cometemos una infracción, no se nos trata igual que a un jockey, ni las consecuencias son las mismas. Nosotras no podemos cometer ni un sólo fallo (y eso hace que montes con más presión)”. La jocketta también recuerda otras anécdotas: “Cuando pides una monta y te dicen que ese caballo no es para ti. O cuando montas un caballo con problemas y consigues meterlo en la llegada, sabes que la próxima carrera no te la van a dar a ti y, efectivamente, así es. Cuando te desvives por un caballo y sabes que, cuando esté listo para ganar, no te lo van a dar a ti. Cuando te quedas en las gradas montando, en mi caso con 48kg, y ves que hay caballos aplastados [que llevan más peso del que deberían y, por tanto, no tienen opción para ganar] que se los ofrecen a otros compañeros, subiéndoles hasta 4kg, cuando ese caballo, contigo, iría mejor de peso… ¡Y luego oyes decir que no hay jockeys que monten a 50kg! Y la cara que se te queda a ti es de perdón, ¿y yo qué soy? Y así pues mil cosas…”.

Pese a todo, las profesionales no pierden la esperanza. Alejandra finaliza con un deseo: “Me gustaría que, por el bien del turf en España, de una vez por todas nos unamos todos los colectivos. Que todos nos necesitamos ya que somos pocos y deberíamos apoyarnos más. Que, a nosotras en concreto, nos den más oportunidades, nos apoyen, nos ayuden, nos valoren”. Y, sentencia con una promesa: “Yo, desde luego, seguiré luchando por mi sueño, mi pasión (que son los caballos de carreras) y, como me dice mi madre, princesa, no pierdas nunca la sonrisa, aún llegando última".