Los Bruins forzaron esta madrugada el séptimo partido tras vencer por 5-1 en St. Louis, pero muchos aficionados de Boston aún siguen recordando la polémica que sacudió el quinto encuentro de la serie. Los Blues vencían por 1-0 a menos de diez minutos para el final, cuando Tyler Bozak chocó de manera ilegal contra Noel Acciari, quien se golpeó la cabeza contra el hielo y quedó tendido. La jugada siguió su curso y los de Craig Berube anotaron el segundo gol apenas instantes después. La indignación fue tal que muchos de los aficionados locales mostraron su rabia y descontento lanzando objetos al campo de juego.

No es el primer error clamoroso de estos playoffs, aunque lo más sorprendente en este incidente es la posición de los árbitros, al lado de la jugada y con una visión inmejorable, algo que pareció no ser suficiente. Los Blues acabaron ganando aquel partido por 2-1 y llevándose un 3-2 en la serie, que ahora vuelve a Massachusetts para ser decidida. Esta polémica ha reabierto un cajón que se abre de vez en cuando en los momentos claves de la temporada como son los playoffs o la final de la Stanley Cup.

Momentos más controvertidos en una final

El primero es cuanto menos curioso. Sucedió en 1980. Fue la década dorada de los New York Islanders, que ganaron cuatro veces consecutivas la liga, pero no exentos de situaciones complicadas. Los Isles lideraban la serie por 3-2 ante los Flyers y con el encuentro empatado en el primer periodo del sexto partido, Clark Gilles participó en la jugada del 1-2 estando en fuera de juego, algo que se aprecia en la repetición pero que no vieron de la misma forma los árbitros. Finalmente, los neoyorquinos se llevaron aquel choque en la prórroga y levantaron el primer trofeo de su historia.

La siguiente nos lleva hasta 1993. Los Kings llevaban ventaja en la serie por 2-0 y en el tercero, disputándose en Montreal frente a los Canadiens, los locales perdían por un gol en el tercer periodo. En ese momento, el entrenador de los locales Jacques Demers, pidió a los colegiados que midieran la longitud del stick de Marty McSorley, determinando que era ilegal y por lo que le impusieron una sanción de dos minutos. Desjardins anotó el gol del empate y posteriormente el de la victoria en la prórroga, dándole así el primer punto a su franquicia. Montreal ganó los tres siguientes encuentros, se llevó el trofeo e inició una profunda crisis en el conjunto angelino.

En 1999 ocurrió el error más famoso de todos. Los Stars dominaban la final por 3-2 ante los Sabres, y el sexto partido se encontraba en la triple prórroga, cuando Brett Hull anotó el gol que suponía el campeonato para Dallas con el pie dentro del pequeño área que protege al portero. La regla decía así: “Salvo que el puck esté dentro del área de gol, el jugador del equipo atacante que no tenga el puck no puede estar dentro de esa área. Si el disco entra y alguna de las anteriores condiciones se da, el gol no debe darse por válido”. A día de hoy ya no es así pero 20 años atrás, Buffalo vio como un error tan garrafal le privaba de seguir compitiendo por su primera Stanley Cup.

Ya más cerca de nuestros días, en 2004, los Lightning alzaron su primera copa gracias a un tanto que no le concedieron a su rival en el sexto encuentro. La serie estaba 3-2 en favor de los Flames y el partido empatado a dos. En una rápida jugada, Martin Gelinas logró anotar, algo que en directo parecía muy difícil de señalar con claridad pero que la repetición mostraba sin lugar a dudas. Sin embargo, los árbitros decidieron no revisar la jugada y continuar el partido, que se llevó Tampa Bay en doble prórroga y que además permitió que el definitivo choque también se marchara para Florida.

Por último, hablamos del más reciente. Tuvo lugar en 2011 y se trata del famoso mordisco de Alex Burrows a Patrice Bergeron. Era el primer partido de la final y con siete minutos por jugarse en el último periodo y Boston por delante 4-0, poco había por disputarse allí. En ese momento fue cuando se pasó del hockey al boxeo. Y cuando los árbitros intervinieron, llegó la mordedura, aunque para los colegiados no quedó muy claro. Bergeron, que provocó a su rival acercándole la mano, recibió sanción, algo que no fue así para Burrows, cuyo mordisco le salió más que gratis. Los Bruins, que se vieron perjudicados también en aquel momento, se llevaron la Stanley Cup en el séptimo encuentro, una situación muy similar a la de este año. ¿Se repetirá?