Pittsburgh ha destacado a lo largo de su historia por tener grandes equipos defensivos, generalmente compuestos por dos o tres jugadores top en la liga en sus posiciones. Tal vez uno de los jugadores más destacados en su historia es probablemente el mejor liniero defensivo que jugó en la NFL: “Mean” Joe Greene. 

Cuarta selección global del Draft de 1969, Charles Edward Greene atormentó a varias de las mejores ofensivas en el fútbol colegial con North Texas, y continúo haciéndolo en su estancia en la NFL. Un DT con grandes movimientos y una fuerza implacable, quien fue titular en 172 de los 181 partidos que disputó a lo largo de sus 13 años de carrera. 

Greene jugó en la época donde los tackles para perdida de yarda y las capturas al mariscal no eran estadísticas oficiales en la liga, pero aquellos que lo vieron jugar destacan la facilidad con la que el texano se metía dentro del bolsillo rival para realizar la jugada. Las líneas ofensivas de los años 70, con seguridad la edad dorada de la franquicia del estado de Pennsylvania, se encontraban usualmente con un front seven acerero extremadamente peligroso, siempre liderado por Greene desde el interior de la línea defensiva. La era de la Cortina de Acero (“Steel Courtain”) es una de las más recordadas dentro de la historia de la liga. 

Ya con 72 años, Greene puede presumir una carrera que varios envidiarían. El “75” de los Steelers fue elegido como el novato defensivo del año en 1969 por la Associated Press, organización que también lo premiaría con el DPOY (Defensive Player of the Year) tanto en 1972 como en 1974, convirtiéndose en el primer jugador en recibir el premio en dos oportunidades. Para agregar, en 13 temporada en la NFL, el oriundo de Temple, Texas integró el equipo All-Pro en ocho oportunidades (cinco con el primer equipo, tres con el segundo) y fue electo para el Pro Bowl en otras diez. 

Obviamente, este jugador no hubiera significado tanto para la historia de Pittsburgh si no fuera por sus cuatro anillos de Super Bowl. Los dirigidos por Chuck Noll tuvieron un gran cierre de década, y pusieron a la franquicia dentro de las importantes en la NFL. Greene fue parte de ese hito, participando en los equipos campeones del Super Bowl IX (16-6 a Vikings en el Tulane Stadium de New Orleans), Super Bowl X (21-17 a Cowboys en el Orange Bowl de Miami), Super Bowl XIII (35-31 a Cowboys en el Orange Bowl de Miami) y el Super Bowl XIV (31-19 a Rams en el Rose Bowl de Pasadena). 

La carrera de Greene trascendió también fuera del campo, ya que en 1979 el ex Mean Green de North Texas recibió el trofeo Walter Payton, entregado año a año al jugador que tiene un activo trabajo solidario y de caridad fuera del campo, además de demostrar excelencia dentro del mismo. Por sus logros deportivos, a Greene le han retirado su dorsal 75 tanto en North Texas como en Pittsburgh. Y finalmente, tras retirarse en 1981, fue electo para ingresar al Salón de la Fama de la NFL en 1987, convirtiéndose en el sexto jugador acerero en conseguir este galardón.