No es noticia que se aplacen partidos esta temporada a causa de la aplicación del Protocolo Covid, pero hasta ahora esos aplazamientos se habían producido al sur de la frontera que separa a los Estados Unidos y Canadá.

La división Norte de la liga mantenía un historial impecable y una adhesión al calendario digna de una temporada exenta de los inconvenientes de la pandemia que nos azota, pero a ese devenir inmaculado le ha llegado fecha de caducidad y ha sido la del pasado lunes 22 de marzo.

Y es que el partido que debía enfrentar en el Bell Centre, coliseo de los Habs, a Montreal Canadiens y Edmonton Oilers se ha pospuesto, de momento con fecha indefinida una vez que los jugadores locales Joel Armia y Jesper Kotkaniemi entraron en la lista del  protocolo Covid, ningún jugador de Edmonton se añadió a dicha lista.

Una llamada de atención

En un mundo en el que la imagen cuenta y por qué no decirlo, la vecindad estimula la rivalidad, este hecho deja de ser un aplazamiento más para convertirse en el fin de una "superioridad moral" que el país de la hoja de arce ejercía sobre el de las barras y estrellas.

Pero por encima de eso, está el recordatorio de que a pesar del éxito de las burbujas de Toronto y Edmonton que permitieron unos playoff y una final modélicas, y de haber conseguido sobrepasar el ecuador de la temporada sin incidentes no se debe bajar la guardia.

Toca esperar y ver si esta será la única mancha en el expediente de la división canadiense de la NHL o un pistoletazo de salida a más aplazamientos.